El destino del "Niní": Cadena perpetua o testigo
sábado, 8 de junio de 2024
El destino del "Niní": Cadena perpetua o testigo

Para Néstor Isidro Pérez Salas, alias El Niní, le quedan dos caminos ahora que fue extraditado y se encuentra bajo proceso en la Corte Federal del Este de Nueva York: la de convertirse en soplón del Departamento de Justicia americano, o la de llevar un largo juicio en el que de ser encontrado culpable –todos los narcos son encontrados culpables– podría enfrentar una cadena perpetua a sus 31 años de edad; ese es el dilema del exjefe de sicarios de Los Chapitos, detenido en Culiacán días después de asesinar a un informante de la DEA en Sinaloa.

A sus 31 años de edad, Néstor Isidro Pérez Salas enfrenta una sentencia a cadena perpetua por los cargos que el gobierno de Estados Unidos fincó en su contra, que van desde tráfico de drogas, sobre todo fentanilo, hasta ser parte del grupo de Los Chapitos, y, sobre todo, de asesinar a un informante de la Agencia Antidrogas estadounidense, delito sumamente penado en el que se configura obstrucción de la justicia, de acuerdo con las leyes estadounidenses.

El pasado 30 de mayo, Pérez Salas fue presentando ante la Corte de Distrito de Brooklyn, Nueva York, en donde le fueron leídos los cargos, después de pasar por la Corte de Columbia, en Washington.


 

Ante la jueza Katherine Polk Failla, El Niní se declaró “no culpable” de los cargos, ahí en la corte –según la narrativa de medios que cubrieron la audiencia–, estuvo presente su abogado Andrew Patel.

Además, Pérez Salas por recomendación de su abogado, renunció al informe de datos personales, médicos, financieros y penales, para pasar rápido el trámite. En la sala se vio la presencia de familiares mujeres, una de ellas se acercó a abrazarlo y se dijo que El Niní lloró con su familia. “Estoy bien”, refirió el pistolero caído en desgracia.

 

EL NUEVO CAMINO

De acuerdo con la información publicada en Estados Unidos, El Niní pudiera convertirse en uno de los testigos de cargo en el juicio en contra de su otrora protector, Ovidio Guzmán López, El Ratón, quien se encuentra bajo proceso en Chicago, Illinois.

Para conseguir una reducción de condena, El Niní tendría que delatar a Ovidio y a sus jefes de Sinaloa, Iván Archivaldo Guzmán, así como al resto de sus hermanos.

Al mismo tiempo El Ratón también tendría que colaborar con la Agencia Antidrogas para que ambos testimonios sirvan de prueba para continuar con la persecución del resto de Los Chapitos y de los demás integrantes de la organización criminal.

En caso de negarse a colaborar con el Departamento de Justicia, un gran jurado pudiera sentenciar a los dos a una cadena perpetua, debido a que dentro de los cargos están homicidio, lavado de dinero, producción y trasiego de todo tipo de drogas, desde cocaína, mariguana, metanfetamina y fentanilo, el producto que la DEA ha señalado que es confección del Cártel de Sinaloa.

Por lo pronto será hasta el 5 de septiembre próximo cuando Pérez Salas vuelva a tener una audiencia más en forma, en estos meses pudieran darse negociaciones o acercamientos para afrontar las acusaciones.


EL CRIMEN DEL INFORMANTE

El Departamento de Justicia señaló como un cargo grave el asesinato de Alexander Meza León, quien era informante de la DEA desde Sinaloa, uno de los hombres claves que filtraba información para buscar desarticular las redes de Los Chapitos.

 

Según las investigaciones, El Niní habría ordenado el secuestro y ejecución del colaborador de la agencia antidrogas, así como de otras siete personas, entre ellas un menor de 13 años.

Se trata del caso de Colinas del Rey, privada de Culiacán donde fueron levantadas estas personas junto con Alyson, una joven de origen mexicoamericana que fue liberada y fue la única sobreviviente de la masacre.

Según las investigaciones, Los Chapitos lograron identificar que Alexander era soplón de la DEA y de ahí fueron por él y todas las personas con las que supuestamente tuvo contacto o cercanía.

Por eso cuando los cuerpos aparecieron en Tamazula, había un mensaje de que eran “sapos”. Ahora fue el caso que precipitó al Niní a su detención, al desatar la furia de la DEA y de Washington por matar al informante.

Su juicio se espera que sea en los próximos meses venideros.

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