Al cumplirse un mes de los hechos de violencia en la entidad, entre dos grupos rivales del Cártel de Sinaloa y el presunto involucramiento del gobernador, el morenista, Rubén Rocha Moya, con uno de ellos, según publicaciones nacionales que lo resaltan, la vida en el centro del estado principalmente se ha caracterizado por el miedo y la zozobra.
Los datos oficiales señalan más de 200 personas asesinadas, algunas de ellas con saña inaudita, más de 230 desaparecidos, 200 familias desplazadas del sur del estado, 300 vehículos robados, en su mayoría con lujo de violencia, el robo a negocio se encuentra sin control en la capital sin precisar un registro exacto, pero se dice extraoficialmente que rondan entre 20 a 30 asaltos al día, 120 negocios cerrados tan sólo en Culiacán y en riesgo de hacer lo mismo más de tres mil, la desaparición de más de dos mil empleos formales y las pérdidas diarias rondan los 500 millones de pesos; a esto se añade la nula declaratoria de emergencia económica de parte de los tres niveles de gobierno que contemple una estrategia para aliviar el desastre financiero en el que se encuentran, principalmente los pequeños y medianos empresarios.
El tema de la violencia ha desquiciado a la ciudadanía: niños y jóvenes sin asistencia presencial a sus escuelas, la vida laboral semiparalizada, la burocracia ha sido obligada a asistir a sus lugares de trabajo, más como una estrategia gubernamental para maquillar el peligro de salir a las calles, de las personas privadas de la libertad en su mayoría son jóvenes que rondan entre los 14 a 20 años por los que han pedido rescate que varían entre 50 mil a un millón de pesos, de esto, a pesar de pagar el rescate han aparecido asesinados. En las zonas rurales grupos armados han desatado el terror entrando a las casas a “levantar” personas y saquear el lugar llevándose hasta las prendas de vestir, la delincuencia común con licencia para saquear.
Al cambio de gobierno federal, el nuevo secretario de Seguridad Pública Federal, Omar García Harfuch, designado por la presidenta Claudia Sheinbaum, llevó a cabo la reunión del Gabinete de Seguridad Federal en Culiacán, bajo un despliegue obsceno de seguridad para él y Rocha, ante la indefensión que vivimos la mayoría en Sinaloa. Nada nuevo, sólo la promesa de que acaban de llegar.
Las investigaciones sobre la presunta liga del gobernador, Rubén Rocha Moya, con una de las facciones en guerra la de Los Chapitos, han alcanzado a los hijos del mandatario. Fue el principal adversario político de Rocha Moya, el asesinado y luego involucrado en aquel montaje perverso por parte de la fiscalía local para esconder el origen y causa de dicho crimen, Héctor Melesio Cuén Ojeda, quien dio a conocer el enriquecimiento inexplicable, en documentos oficiales, de los tres hijos varones del gobernador, bajo un sutil modus operandis del tráfico de influencias en la obra pública estatal denominado “carrusel” de empresas ligadas al clan Rocha Ruíz.
Es el periodista Carlos Loret de Mola quien compara el tráfico de influencias de los Rocha Ruíz con el tráfico de influencias de los hijos del expresidente Andrés Manuel López Obrador, el clan López Beltrán que opera Amílcar Olán, amigo íntimo de Andy y Bobby López Beltrán, actual secretario nacional de MORENA. Loret afirma de los contratos otorgados por los Rocha Ruíz a los hijos del expresidente AMLO vía Amílcar Olán, salud y obra pública. El periodista de Latinus señala, lo que es conocido por todos en Sinaloa, que los hijos de Rocha son el poder tras la silla, arman reuniones y reparten contratos.
Pero es Aaron Ibarra en la revista Proceso quien afirma que el Centro Nacional de Inteligencia y los servicios de inteligencia militar, dan seguimiento y mantienen vigilado a Rubén Rocha y a su hijo menor, José Rocha Ruíz; pero es su hijo menor, el que, según investigación, es el enlace entre su padre y Los Chapitos, utilizando personeros públicos como el nuevo responsable del Servicio de Administración Tributaria en Sinaloa, José Carlos Cárdenas Mellado.
Fue en principio el periodista, Luis Chaparro, quien reveló que Rocha Moya jamás entró a territorio gringo el pasado 25 de julio, actualmente la información se ha replicado por todos los medios nacionales.
Y fue el mismo Ismael Zambada García quien afirmó que en la reunión donde fue secuestrado estaría Rubén Rocha Moya; días antes de que lo asesinaran, Héctor Cuén advertía que si algo le pasaba hacía responsable a Rocha Moya… ¿hay algo más que añadir?