Los productores agrícolas siguen sin encontrar respuesta del gobierno de Rocha
lunes, 13 de mayo de 2024
Los productores agrícolas siguen sin encontrar respuesta del gobierno de Rocha
 

 

 

Una semana antes de que estallara la protesta con la toma de casetas en Sinaloa, el gobernador Rubén Rocha Moya acudió junto con algunos líderes agrícolas a la Ciudad de México para oficializar el plan de comercialización del maíz en las oficinas de Gobernación. La administración de López Obrador –sin que los productores pudieran negociar algo más– les fijó la tonelada de maíz en 5457 pesos, de los cuales 4500 era el precio base, y el resto apoyo federal y estatal. No más. A partir de las manifestaciones, el Estado en su conjunto operó para hacer ver que las movilizaciones de los maiceros nada tenían que ver con precios de garantía, sino con actos políticos y de propaganda en favor de la candidata Xóchilt Gálvez, que ese día estaba de paso en Sinaloa. La tormenta se conjuró, pero el golpe económico sigue enfrente.

 

Por Santiago Rentería.

 

Tan pronto como comenzó el bloqueo de las casetas de cobro carretero en el centro y norte de la entidad el martes 29 de abril, también el aparato de Estado con sus medios de comunicación y cámaras empresariales afines comenzaron a operar para deslegitimar la protesta de los productores, y con esto, hacer ver que sus quejas no eran más que un montaje de los conservadores en apoyo a Xóchilt Gálvez, la candidata de la alianza opositora quien en esos días estuvo de visita en Sinaloa.

 

Lejos estaba aquella promesa de Andrés Manuel López Obrador, quien, siendo candidato en 2018, les prometió a esos mismos agricultores que el precio del maíz tendría un precio de garantía durante su gobierno de siete mil pesos.

 

Sin embargo, en el último año de su administración, con una campaña en la que su candidata tiene a su disposición todos los recursos del Estado, el presidente y sus personeros decidieron dejar el precio del maíz en cinco mil 457 pesos, una cantidad que apenas alcanzaría para cubrir los 55 mil pesos mínimos por hectárea que se requieren, pues los insumos han tenido un aumento del más del 20 por ciento en los últimos dos años.

 

Con todo el panorama agreste, hasta el momento, tras la liberación de las casetas de cobro, los productores todavía no avizoran mejores apoyos para no caer en cartera vencida, como fue en el 2023 en que el Gobierno de Rocha Moya intentó salvar el precio con la compra conjunta de un millón y medio de toneladas, de las cuales todavía queda una cantidad no verificada en las bodegas del estado, lo que hacer perder 4.7 millones de pesos diarios al erario por concepto de almacenaje.

 

NEGOCIO REDONDO

 

De acuerdo con productores, el gobierno de Rocha hace negocios hasta de la desgracia. A finales de marzo, el diario Noroeste, afín a la administración, publicó que se gastan 4.7 millones de pesos diarios en la renta de bodegas para el maíz comprado en el 2023, lo que da un gasto de 141 millones al mes, ¿quién se beneficia de ese dinero?

 

Contra todo este derroche nomás en guardar el grano, hoy los productores independientes no tuvieron precio de garantía de su cosecha, a lo más, la federación les ofreció 700 pesos por tonelada y el estado otros 200 pesos, para llegar a los cinco mil 457 pesos, insuficientes según ellos para sacar algún beneficio.

 

Y es que a pesar de que debido a la sequía se sembró el 50 por ciento de la superficie de este cultivo, llegando a poco más de 300 mil hectáreas, la cosecha total se estima que llegue a cerca de 3.5 millones de toneladas, de las seis que se suelen sacar en Sinaloa, lo que no darían las cuentas a los productores, sobre todo con un panorama poco alentador en el tema del agua para los próximos meses.

 

LOS MALOS DEL CUENTO

 

Eso sí, la operación de Estado para dejar ver a los maiceros como “los conservadores malos de la historia” se activó con la toma de las casetas, el martes 29 de abril pasado.

 

Fueron más de 80 horas en las que cientos de agricultores se apostaron en la caseta de Costa Rica, que conecta Mazatlán con el norte del estado, así como de manera indirecta estuvieron en Guasave y Ahome, aunque en éstas en menor medida.

 

Uno de los primeros en acusar al “PRIAN” de orquestar las protestas fue el exsecretario de Gobierno, Enrique Inzunza Cázarez, candidato al Senado por MORENA.

 

“Detrás de las tomas de las casetas están los del PRIAN, el senador Mario Zamora, que fue director de la financiera en su época más corrupta y que favoreció a familiares y amigos con créditos ilegales en detrimento de los derechos de los pequeños productores”, dijo Inzunza Cázarez.

 

Exhibió a Baltazar Valdez, dirigente de Campesinos Unidos de Sinaloa como un “hombre de paja de Mario Zamora”, ya que Valdez fue uno de los principales organizadores de los plantones. Expuso que “este personaje” estuvo en la reunión en la Secretaría de Agricultura en la Ciudad de México cuando se acordó el precio del maíz.

 

“Asumió allá el compromiso de los cinco mil 457 por tonelada de maíz. No es honorable que allá acuerde una cosa y aquí venga y haga una cosa diferente. Eso no es de hombres, no es de personas leales”.

 

En su respuesta, Mario Zamora calificó a Inzunza como “el Chaquetas”, por los videos sexuales que se han difundido, y aseguró que él como senador ha tenido empatía con los productores.

 

“Si te refieres al Chaquetas sé que es bueno para tres cosas: Es bueno para grabar videos, es bueno para atacar y violar mujeres [es lo que me dicen] y es bueno para nada”, sentenció Zamora.

 

TODO PLANCHADO

 

Desde el Gobierno del Estado, todo se alineó para hacer ver a la opinión pública que era “un grupito de agricultores”, y sacaron comunicados en el sentido en que los maiceros estaban desinformados sobre el esquema de compra del maíz.

 

Organizaciones de agricultores afines al Gobierno respaldaron a Rocha Moya, lo mismo que alianzas de transportistas, que también se subieron a la ola declarativa en contra de los manifestantes.

 

Después enviaron patrullas de la Policía Estatal y de la Guardia Nacional al plantón de Costa Rica, y para el jueves 2 de mayo, personal de la Fiscalía General de la República acudió para documentar denuncias por obstrucción de vías de comunicación.

 

El aparato de Estado terminó por vencer a los maiceros, quienes el viernes 3 de mayo, capitularon y aceptaron una reunión en Palacio de Gobierno, lo cual puso fin a los bloqueos. Al término de la reunión, todo quedó en nada, pues el precio de cinco mil 457 pesos no se movió, lo que sí quedó en la mesa fueron promesas de mejorar apoyos, evitar la burocracia en la entrega del recurso y una reunión con el presidente AMLO, que a más de una semana de los bloqueos, se ve inviable.

 

Con los barruntos de tormenta por malos precios, en Sinaloa las cosechas del grano empezaron con un sabor amargo con un sector amenazado por la economía y la sequía que lleva dos años.

 

 

 

 

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