“El Ratón” tendrá que rendir cuentas ante un tribunal en Estados Unidos
miércoles, 15 de marzo de 2023
“El Ratón” tendrá que rendir cuentas ante un tribunal en Estados Unidos
 


Justo en la última semana en que vencía el plazo legal para que el Gobierno de Estados Unidos solicitara de manera formal la extradición de Ovidio Guzmán López,
El Ratón, a territorio gringo, las autoridades mexicanas recibieron el documento donde se consigna la petición para el traslado del hijo de El Chapo a la Corte Federal del Distrito de Columbia, en Washington, lugar donde eventualmente el joven Guzmán tendrá que rendir cuentas ante un tribunal que lo espera en el banquillo por cargos de narcotráfico y de incitar a la violencia, pero mientras esto pasa, los abogados de El Ratón esperan blindar el proceso con una batería de amparos promovidos, al final los plazos corren y el juicio apenas comienza para el único hijo del Chapo detenido hasta el momento.

 

 

Por Santiago Rentería.

 

 

A seis días de vencer el plazo legal que exige el acuerdo bilateral de extradición, el gobierno de Estados Unidos pidió al de México la formal petición para iniciar el traslado de Ovidio Guzmán López a la Corte Federal de Columbia, en Washington.

 

De acuerdo con el tratado de extradición firmado entre ambas naciones, se tiene que solicitar este proceso a más tardar dos meses después de una detención, por lo que este domingo 5 de marzo vencía el plazo.

 

Fue a través de la embajada de Estados Unidos en México en que se comunicó la nota diplomática en la que el Departamento de Justicia pide al Estado mexicano la extradición de El Ratón, y acto seguido también se le comparte a las autoridades mexicanas el expediente del proceso al que estará sujeto el hijo del Chapo una vez que se enviado al Distrito de Columbia.

 

Se trata del mismo Distrito donde Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo fue procesado y sentenciado a cadena perpetua, luego de declararse culpable de delitos relacionados al tráfico de drogas. Ahí será también el destino de Ovidio, quien este 5 de marzo cumple dos meses en el penal de máxima seguridad de El Altiplano, Estado de México.

 

La acusación formal

 

De acuerdo con los documentos dados a conocer por el gobierno americano, la Fiscalía del Distrito de Columbia acusa directamente a Ovidio Guzmán de traficar una tonelada de marihuana y al menos cinco kilogramos de cocaína, un delito grave, según la justicia estadounidense.

 

Su acusación data de julio de 2017, pero se mantuvo clasificada hasta enero de 2019. Fue hasta septiembre de ese año cuando Washington presentó la solicitud de extradición a México.

 

Ahí fue donde se lanzó el fallido operativo del 17 de octubre de 2019 conocido ahora como “Culiacanazo”, mientras el joven Guzmán se encontraba con su familia en una casa de lujo del Desarrollo Urbano Tres Ríos, derivando en los bloqueos, balaceras y motín en el Centro Penitenciario. Desde entonces, estaba pendiente de ejecutarse la orden de aprehensión con fines de extradición, ya que Ovidio no cuenta con pendientes ante los tribunales mexicanos.

 

Según el documento de la Fiscalía, Ovidio y su hermano mayor Joaquín Guzmán López comenzaron a traficar desde abril de 2008, cuando apenas El Ratón tenía 18 años. “A partir de entonces y hasta la fecha (2017) de esta acusación, los demandados junto con otros desconocidos y a sabiendas, intencionalmente y deliberadamente conspiraron y acordaron distribuir drogas”.

 

En la lista de estupefacientes viene que traficaban mariguana, metanfetamina y cocaína, dejando por fuera hasta ese momento el fentanilo. Las investigaciones –señala la DEA– indican que Ovidio y Joaquín desempeñaban funciones de mando y control de alto nivel de su propia organización de tráfico.

 

Organización propia

“Los hermanos Guzmán-López comenzaron sus carreras de tráfico de narcóticos a temprana edad al heredar las relaciones de su hermano fallecido, Édgar Guzmán López”, apunta el documento oficial.

 

Tras la muerte de Édgar en 2008, a manos de un grupo de pistoleros de Gonzalo Inzunza Inzunza, El Macho Prieto –en medio de la violenta guerra entre el Chapo con los Beltrán Leyva– ambos hermanos hijos de doña Griselda López Pérez y Guzmán Loera, comenzaron a invertir grandes cantidades de efectivo en la compra de mariguana en el país y cocaína en Colombia.

 

“También comenzaron a comprar grandes cantidades de efedrina de Argentina y organizaron el contrabando del producto a México cuando comenzaron a experimentar con la producción de metanfetamina”, indica.

 

Al momento de hacerse pública la investigación federal de la DEA, los hermanos Guzmán López supervisaban once laboratorios de metanfetamina en Sinaloa, los cuales en su momento producían de tres mil a cinco mil libras por mes, las cuales muchas de ellas terminaban cruzando la frontera con Estados Unidos.

 

“La metanfetamina se vende al por mayor a otros miembros de Sinaloa y a distribuidores con sede en Estados Unidos y Canadá. Otra información indica que Ovidio Guzmán López ha ordenado el asesinato de informantes, un narcotraficante y un popular cantante mexicano que se había negado a cantar en su boda”, concluye la investigación de la DEA.

 

Sin embargo, las autoridades no revelaron el nombre de la víctima, por lo que algunos medios nacionales especularon sobre la identidad del artista que supuestamente mandó asesinar el hijo del Chapo. La boda de Ovidio habría ocurrido hace años, por allá del 2013 en que Manuel Torres Félix fue asesinado en Oso Viejo, sindicatura de Quilá, pues de esas fechas datan los registros, cuando tenía 22 o 23 años de edad.

 

Los socios empresarios

Justo antes de que se hiciera pública la petición de extradición formal, el pasado 22 de febrero el Departamento del Tesoro boletinó varias empresas sinaloenses, así como supuestos testaferros de la organización de El Ratón.

 

Se trata de la familia Zamudio Lerma, integrada por los hermanos Luis Alfonso Zamudio Lerma y Ludim, así como un hijo de este último llamado Ludim Zamudio Ibarra, señalados como los directores del entramado criminal “responsable de colocar precursores químicos ilícitos directamente a manos de los miembros y operadores de laboratorios del Cártel de Sinaloa”.

 

“Los hermanos Zamudio Lerma y su red promueven la producción de drogas sintéticas que devastan la vida de estadounidenses, mientras los líderes del Cártel de Sinaloa se llenan los bolsillos”, aseveró la directora de la OFAC, Andrea Gacki, en un comunicado.

 

La familia Zamudio, en contubernio con otros socios –indicó el Tesoro estadounidense– crearon varias empresas en donde lavan recursos provenientes del crimen organizado, todas ellas asentadas en Sinaloa.

 

Las compañías mencionadas son: Aceros y Refacciones del Humaya, S.A. de C.V., ubicada en Boulevard Doctor Enrique Cabrera 2000, Culiacán, establecida el 21 de septiembre de 2006. Farmacia Ludim, localizada en Boulevard Doctor Enrique Cabrera, Tres Ríos, Culiacán, Sinaloa.

 

Inmobiliaria del Río Humaya, S.A. de C.V., empresa de bienes raíces que posiblemente es propiedad de Lumid Zamudio Lerma. Está ubicada en Culiacán y fue establecida el 20 de agosto del año 2000.

 

Operadora Zait S.A. de C.V., empresa de bienes raíces que fue señalada como propiedad, ser dirigida o actuar a nombre de Luis Alfonso Zamudio Lerma. También se encuentra en Culiacán y se instituyó el 22 de julio de 2013.

 

Operadora del Humaya, S.A. de C.V., compañía del rubro de la importación y exportación controlada por Ludim Zamudio Lerma, consolidada el 16 de octubre de 2003 y Operadora Parque Alamedas, S. de R.L. de C.V., dirigida por Ludim Zamudio Ibarra, establecida el 8 de noviembre de 2006.

 

De todas ellas, Operadora Humaya recibió un contrato de parte del Centro de Ciencias de Sinaloa en 2019 para abastecer gasolina a esta institución, en la época del gobierno de Quirino Ordaz Coppel. Hasta la fecha, todas las empresas operan con normalidad.

© 2023 DEPRIMERA NOTICIAS
Todos los derechos reservados