La presidenta Claudia Sheinbaum lanzó este jueves un reclamo directo al gobierno de Estados Unidos, exigiendo una explicación sobre el presunto acuerdo de cooperación alcanzado entre la justicia estadounidense y Dámaso López Serrano, alias “El Mini Lic”, hijo de uno de los principales lugartenientes de “El Chapo” Guzmán.
“Ellos han dicho que no negocian con criminales, entonces que expliquen por qué en este caso sí”, cuestionó Sheinbaum durante su conferencia matutina del 29 de mayo, en referencia a la supuesta colaboración del exlíder criminal con las autoridades norteamericanas.
La presidenta, sin embargo, dejó fuera de su discurso la falta de resultados internos en materia de combate al crimen organizado y la opacidad con la que su propio gobierno ha manejado casos similares, como la protección a testigos colaboradores en México y las omisiones en procesos de extradición y justicia nacional.
Mientras Sheinbaum exige “reciprocidad y transparencia” al gobierno estadounidense, organismos civiles, víctimas y periodistas en México siguen esperando esa misma transparencia del Estado mexicano, sobre todo en temas donde hay posibles pactos, liberaciones o acuerdos extrajudiciales con actores del narcotráfico.
López Serrano, quien se entregó en 2017 en la frontera de Calexico, California, habría firmado recientemente un nuevo acuerdo de cooperación con la fiscalía de EE.UU., según revelaron medios como Vice y ProPublica. La presidenta aseguró que su gobierno mantiene activa la solicitud de extradición, aunque evitó mencionar por qué México no ha podido procesar judicialmente a perfiles de alto rango como él.
“Trabajamos todos los días para que haya paz”, dijo Sheinbaum. Pero los datos, las masacres recientes, la expansión del crimen organizado en estados clave y la crisis forense nacional dibujan un panorama muy distinto al del discurso oficial.
El reclamo de este jueves —más que un acto de soberanía— parece un movimiento reactivo ante una decisión tomada desde Washington, no desde Palacio Nacional. Y en el fondo, pone en evidencia las limitaciones de un gobierno que exige claridad afuera, pero la esquiva adentro.