En días recientes la organización Artículo 19 exigió al gobernador de Sinaloa dejar de utilizar expresiones estigmatizantes contra la prensa local a la que en sus conferencias semaneras ha calificado con diversos adjetivos e incluso ha amenazado con expresiones como “¡que no nos busquen!”. En su defensa, Rocha señaló que sus “críticas” a la prensa no son hacia medios locales sino hacia los “intelectuales orgánicos”, “pseudoperiodistas” y “corruptos” que sirven a los intereses del “conservadurismo” y en contra del gobierno de López Obrador. Pero su postura contra diversos medios locales ha sido evidente. Se ha dirigido abiertamente contra ellos y ha intentado ridiculizar a sus reporteros.

Por Redacción De Primera Noticias.

No es la primera vez que el gobernador Rubén Rocha Moya se enfrascaba en una larga perorata contra la prensa que le incomoda, pero en la conferencia semanera del lunes 13 de febrero el mandatario gastó cerca de media hora en un discurso que emula al pie de la letra el del presidente Andrés Manuel López Obrador cuando algún reportaje o denuncia contra la 4T lo saca de sus casillas.

“Vendidos”, “exagerados”, “nada más andan buscando a ver qué encuentran”, “que no nos busquen”, “pobretones” y “escriben al mejor postor” han sido algunos de los adjetivos, amenazas y descalificaciones que el mandatario sinaloense ha usado contra la prensa local desde que inauguró sus conferencias semaneras.

Es por eso que el pasado 3 de febrero, Iniciativa Sinaloa y Artículo 19 publicaron un desplegado en el que rechazaron los discursos estigmatizantes de Rubén Rocha Moya en contra de periodistas y medios de comunicación en la entidad.

“En diversas ocasiones del 2022 y en enero de 2023 las organizaciones documentaron el uso de un discurso estigmatizante por el funcionario público contra la prensa sinaloense, principalmente como reacción a cuestionamientos y preguntas de periodistas”, señaló Artículo 19.

Agrega que los hechos más recientes documentados fueron el 2 de enero cuando, tras presentar algunas cifras sobre delitos en algunos municipios de Sinaloa, catalogó a la prensa de “carroñeros”, que “no quieren que le vaya bien a su administración” y que “no quieren que les tiente el gobierno pero sí empresarios y los conservadores”.

Asimismo, el 21 de enero pasado, en un evento de entrega de equipos médicos en la Universidad Autónoma de Occidente el gobernador reaccionó negativamente a preguntas sobre visitas de funcionarios federales y de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.

“Que si cuándo viene Sheinbaum, y bueno cuándo va a venir, y le digo, yo no manejo la agenda de las corcholatas, y además, le digo, pregúntenme de lo que voy a hacer, no les importa eso, les importa vender […] Nada más que les aclaro y con esto termino: el mejor comprador de los medios es el Gobierno. Muchas gracias”, declaró Rocha.

“Preocupa a Iniciativa Sinaloa y Artículo 19 que este discurso se continúe utilizando contra la prensa luego de los hechos ocurridos el pasado 5 de enero, en donde donde durante enfrentamientos entre grupos del crimen organizado y autoridades federales y estatales, se documentó una serie de amenazas con armas de fuego, robos y quemas de vehículos y equipo de trabajo de periodistas durante sus coberturas”, sostiene Artículo 19, una organización internacional que defiende la libertad de expresión y el derecho a la información.

Ambas organizaciones exigieron a Rubén Rocha Moya abstenerse de emitir discursos que estigmaticen a la prensa y desestimen su labor de investigación “pues al ejercer puestos públicos está sujeto a umbrales de tolerancia mayor a la crítica”. Además, le exigieron generar “una política pública integral de prevención y protección para periodistas y medios para que puedan ejercer su libertad de expresión a través del ejercicio periodístico”.

Cuestionado en la semanera del lunes 13 de enero sobre dicho desplegado, Rocha Moya acusó a Artículo 19 de “vivir otra realidad” e ignorar “cuál es el comportamiento de la prensa aquí en México”, para acto seguido hacer las mismas referencias de López Obrador a “la prensa que sirve a los intereses de los conservadores”, “los intelectuales orgánicos” y sobre los medios “que andan buscando qué cosas feas le adjudican al gobierno”.

En su defensa, Rocha dijo que con sus adjetivos no se ha referido a la prensa local sino a los “militantes del conservadurismo” entre los cuales mencionó a Héctor Aguilar Camín o Enrique Krauze, a quienes acusó de avalar el supuesto fraude electoral de 2006. “A esos periodistas me refiero”, exclamó con el dedo en el aire. “A esos periodistas no les tengo respeto, no son como ustedes, periodistas comunes y corrientes…”.

Sin embargo, en sus conferencias semaneras Rocha se ha referido a dos o tres medios locales a los que constantemente ataca porque “nomás andan buscando dónde nos encuentran algo para tacharnos… no tienen otro negocio”, por lo que les adviritió: “no nos busquen”, palabras empleadas en la conferencia del lunes 12 de diciembre.

Mientras que en la conferencia del lunes 2 de enero, visiblemente molesto, Rubén Rocha lanzó otra perorata contra los medios luego de que una reportera cuestionara al secretario de Seguridad Pública, Cristóbal Castañeda Camarillo, por la amenaza cometida por un policía estatal contra un reportero a quien el agente le apuntó con un rifle durante la cobertura de una nota policiaca. Para justificar a su elemento, Castañeda Camarillo dijo que los agentes habían tenido mucho trabajo esos días de finales de año y ofreció una disculpa al reportero amenazado.

Sin embargo, en lugar de pedir una sanción para el policía agresor, el gobernador volvió a atacar a la prensa diciendo que los reporteros “se sienten intocables”. Y volvió a invocar al presidente López Obrador en su discurso contra los conservadores, los representantes del “antiguo regimen” y “los enemigos del cambio”.

En su exigencia al gobernador sinaloense, Artículo 19 señala que la prensa ejerce un rol esencial para la democracia y para dar a conocer temas de interés público, por lo que el estigma que Rocha Moya promueve desde sus conferencias semaneras contraviene obligaciones de las y los funcionarios públicos y aumenta la hostilidad bajo la cual la prensa ejerce su labor.

Al respecto, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha reiterado la obligación de adoptar un discurso público  que  contribuya  a  prevenir  la  violencia contra periodistas, medida de protección simple pero eficaz que consiste en que el Estado reconozca de manera clara, pública y firma la legitimidad y el valor de la labor periodística aun cuando la información compartida sea “inconveniente  e  inoportuna para los intereses del gobierno”.

Durante el gobierno de la llamada Cuarta Transformación, desde el púlpito presidencial no se ha dejado de atacar a la prensa, y en la calle, sicarios al servicio de los propios políticos y de las organizaciones criminales, privaron de la libertad y/o asesinaron a 13 comunicadores en 2022, por lo que el año pasado cerró como el más violento para la prensa en lo que va del gobierno de López Obrador.