Rocha y su "gran disimulo"
sábado, 31 de agosto de 2024
Rocha y su "gran disimulo"

Quizás para el resto del país sorprenda que los grandes empresarios del narcotráfico en Sinaloa manden y gobiernen el estado, pero para los que vivimos acá es prácticamente normal que el narcotráfico gobierne y los políticos, del partido que sea, administren la entidad: “El gran disimulo”. Esto ha sido la regla al menos en los últimos 50 o 60 años.



Lo nunca antes visto por los sinaloenses ha sido el odio político que se ha exhibido por quien actualmente gobierna Sinaloa, Rubén Rocha Moya, contra el hoy asesinado, Héctor Melesio Cuén Ojeda, prácticamente desde que Rocha tomó posesión del cargo hizo evidente su cruzada por desaparecer de la vida pública y política a Cuén Ojeda.

Todos en Sinaloa hemos sido testigos, durante casi tres años, del conflicto entre Rocha y Cuén después de participar juntos en la campaña del 2021 que llevó al morenista a la silla de gobierno; Rocha Moya en estos casi tres años no ha ocultado para nada ese odio sobre Héctor Cuén, que a pesar de estar muerto, la cruzada del actual gobernador contra el cuenismo sigue intensificándose desde el Congreso local y la Fiscalía del Estado, que operan prácticamente en la ilegalidad para despedazar la autonomía de la Universidad Autónoma de Sinaloa, donde el cuenismo es sólido.

Ha sido el mismo Rubén Rocha Moya, su ex secretario de Gobierno Enrique Inzunza Cazarez, actual senador de la república por MORENA, y algún personero, los que sin ningún recato y aprovechando todo el peso del Estado sentenciaron una y otra vez: acabar, terminar, matar, desaparecer a Héctor Melesio Cuén Ojeda, al Partido Sinaloense y adueñarse de la UAS. De todo esto existen testimonios por doquier en los últimos tres años, porque si algo se puede corroborar con facilidad en testimonio es precisamente ese odio político de Rocha e Inzunza sobre Cuén y su proyecto.

Pero la cruzada contra el cuenismo se difunde desde medios locales prácticamente rescatados de la quiebra para dicho fin, como lo es el diario Noroeste que antes de la entrada de Rubén Rocha a gobierno se encontraba en banca rota, dicho de otra forma, fue el mismo Héctor Cuén quien por medio de su podcast, señaló con documentos en mano los  multimillonarios arreglos de su director, Adrián López, con el gobierno rochista, Cuén también ventiló contratos multimillonarios a favor de empresas ligadas a Adrián López y su súbita riqueza a partir de la llegada de Rocha al gobierno estatal. Todo lo documentó antes de que lo mataran.

Es el mismo caso Alejandro Sicairos y su revista Espejo a quien Cuén acusó de estar en la nómina de Rocha e Inzunza y exhibió los contratos millonarios que recibe del gobierno estatal, a Alejandro Sicairos, Cuén señaló de pedirle dinero y favores, de los cuales se desconoce si Sicairos pagó la deuda a Cuén o si después del asesinato, todavía está pendiente. Cuén señaló al Sistema de Administración Tributaria de Sinaloa como la dependencia que armaba los paquetes de facturas que después Noroeste y Espejo firmaban como investigación.

Rocha salía en la “semanera” a despotricar contra Cuén mostrando un rencor e incapacidad al dialogo; Adrián López, hacía lo suyo en su medio y lo mismo Alejandro Sicairos en Noroeste y Espejo; Héctor Cuén daba la pelea desde su podcast “Cuentas claras”. Todos en Sinaloa pudimos observar y atestiguar que la cruzada del rochismo por desacreditar tanto política como socialmente a Cuén Ojeda se había convertido en un pleito personal entre todos estos actores, todos abiertamente se justificaban en el resentimiento.

Después del desastroso montaje de la gasolinera que operó la Fiscalía General del Estado por órdenes de Rubén Rocha y Enrique Inzunza, quedó totalmente exhibido que el asesinato del exrector, Héctor Melesio Cuén, implica a un gobierno estatal, sus dependencias y funcionarios públicos, pero también a todos aquellos individuos que se subieron al pleito del gobernador, e hicieron de alguna manera, suyo también el problema… todos estos deberían estar declarando en las fiscalías y bajo investigación, porque toda esta guerra que, hasta el momento, ha implicado un asesinato, el de Héctor Cuén, se ha desarrollado en lo político y en el servicio público y con dinero de todos los sinaloenses; han sido miles de millones de pesos de los ciudadanos, gastados por Rubén Rocha Moya, en una guerra política que ha puesto al estado de cabeza, y lo ocurrido el pasado jueves pone en psicosis colectiva a la población, porque todos en Sinaloa estamos con la incertidumbre de que en cualquier momento la guerra salte de lo político al narco implicando con ello un desenlace mayúsculo, si le agregamos el ingrediente Zambada.

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