Culiacán, Sinaloa | 4 de junio de 2025 — La comunidad académica levanta la voz ante un grave problema de salud animal y riesgo sanitario nacional: la reaparición del gusano barrenador del ganado, una miasis que por más de tres décadas estuvo erradicada en México.
El doctor José Mario Atondo Pacheco, especialista en parasitología de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), advirtió que la situación ha alcanzado niveles críticos en estados del sur del país como Chiapas, Tabasco, Veracruz y Quintana Roo, donde incluso se han reportado casos aislados en humanos.
La miasis es una infestación parasitaria causada por larvas de moscas que se alimentan de tejido vivo. En el caso del gusano barrenador, la mosca pone sus huevecillos en heridas abiertas del ganado, y sus larvas comienzan a devorar la carne desde el interior, provocando heridas profundas, olor fétido y, en muchos casos, la muerte del animal.
“Es una miasis obligada: la larva necesita alimentarse de carne viva”, explicó Atondo Pacheco. “Las pérdidas económicas son graves, el ganado infectado simplemente se pierde”.
Para detener el avance de este problema, especialmente hacia las zonas ganaderas del norte del país, donde hasta el momento no se han reportado brotes, se están tomando medidas preventivas en las fronteras, pero existe riesgo de presentarse casos, por el tránsito de ganado proveniente de Centroamérica.
A nivel veterinario, se insiste en detectar de forma temprana los síntomas en los animales: heridas con pus, larvas visibles, mal olor y cambios de comportamiento. Separar a los ejemplares afectados y aplicar tratamientos antiparasitarios de forma inmediata es esencial para evitar brotes.
La ciencia como herramienta de prevención
Desde el laboratorio de parasitología de la UAS, el Dr. Atondo reiteró la necesidad de fortalecer la vigilancia, notificación y la formación de profesionales veterinarios, así como la divulgación científica clara hacia productores ganaderos para reconocer los riesgos de esta plaga que parecía erradicada desde hace 33 años.