Las "Semaneras" del morbo
sábado, 26 de octubre de 2024
Las "Semaneras" del morbo





Cuando Rubén Rocha Moya construyó en su mente emular al expresidente Andrés Manuel López Obrador con su conferencia mañanera; localmente “semanera”, la lógica apuntaba a servir de distractor con los otros datos, la guerra contra el narco de Calderón, primero los pobres, la culpa es de los gobiernos neoliberales, la oposición o prianismo como el gran enemigo, el periodismo al servicio de la clase neoliberal, García Luna es el gran narco y un largo manual que servía de combustible para evadir las responsabilidades de los actuales gobiernos.


Rocha Moya jamás se imaginó que su propio púlpito propagandista se revelaría en su contra. Actualmente lejos han quedado aquellos días donde se veía a un gobernador todopoderoso envalentonado con el apoyo total de López Obrador desde la presidencia y prácticamente sin rivales de peso político en su contra, sólo la presencia del exrector Héctor Melesio Cuén Ojeda, avivando la llama de la oposición.


Fue en sus semaneras, el lugar donde Rocha Moya realizaba las funciones de juez y parte, pero, también de propagandista de sus rabietas de poder. Primero en Mazatlán sentenció que el conflicto entre el entonces presidente municipal, Guillermo Benítez Torres y la cúpula del PAS era un asunto político que le daba la razón al Químico Benítez porque los ayuntamientos eran autónomos, Benítez Torres, no cumplió la palabra empeñada de compartir la administración con el PAS que lo postuló a la alcaldía.


El resultado de dicho conflicto manipulado por el entonces secretario de gobierno, hoy senador, Enrique Inzunza Cázarez, que ante el desastre político que dejó en Sinaloa, permanece escondido a plena vista en la Ciudad de México, tuvo el desenlace que todos conocemos y que le significó, primero el desafuero, carpetas de investigación, el linchamiento público en medios de comunicación pagados por el rochismo y finalmente la muerte política del Químico Benítez. La misma metodología se aplicó en el Ayuntamiento de Culiacán con Jesús Estrada Ferreiro y en otros municipios que controlaba políticamente el Partido Sinaloense, al igual que los diputados pasistas en el congreso, ya que los del PRI y del PAN ya los tenían operando a su favor, como sucede en la actual legislatura, la LXV.


Todo controlado mediante la crónica abusiva del gobernador desde sus semaneras. Rocha Moya se convirtió en el vocero principal del Congreso local, donde operaba sus intereses su exsecretario particular, Feliciano Castro Melendrez, como presidente de la Junta de Coordinación Política, actualmente secretario de Gobierno, primero armonizando la Ley de Educación Superior para Sinaloa, violando flagrantemente la autonomía de la UAS, los que, junto al asesinado Héctor Cuén, los convirtió en sus enemigos personales. El Congreso no ha tenido espacio en los tres años que lleva Rocha Moya como gobernador para otra cosa que no sea el conflicto con la UAS.


La crónica del conflicto ha sido narrada por Rubén Rocha Moya a lo largo de estos tres años, las mañaneras que AMLO realizó en Sinaloa atestiguaron dichos rencores. Pero, caso especial en el rochismo es la Fiscalía General del Estado, primero con Sara Bruna Quiñónez Estrada. Esta dependencia al igual que el Congreso local no ha tenido espacio para tratar otra situación que no sea el conflicto de Rocha Moya contra la UAS y sus directivos, hasta antes del homicidio de Héctor Cuén y del reciente conflicto de violencia en el que se encuentra sumido Sinaloa, las carpetas de investigación de la fiscalía local eran en su mayoría del conflicto con la UAS. La salida por la puerta trasera de la fiscalía de Sara Bruna Quiñonez da un claro ejemplo de hasta dónde ha llegado dicho conflicto.


Actualmente la “semanera” se ha convertido en el morbo habitual, Rubén Rocha Moya, perdió totalmente el control de la narrativa en contra de sus enemigos políticos, del sustento de querer terminar, según su visión, la corrupción en la UAS, de su autoridad moral en el conflicto de violencia que tiene al centro del estado en psicosis, en el gobernador de Sinaloa en tiempos recientes más desacreditado por medios de comunicación nacionales e internacionales, en un conflicto mediático de interés público y político para la presidenta Sheinbaum, y es en ese contexto que la población en Sinaloa espera morbosamente qué va a declarar Rubén Rocha Moya en la siguiente semanera.

© 2023 DEPRIMERA NOTICIAS
Todos los derechos reservados