Desde el primer día de su gobierno, Rubén Rocha Moya garantizó impunidad total para Quirino Ordaz Coppel, quien apadrinado por el presidente López Obrador, se fue impune como embajador de México en España, donde ha residido en los últimos dos años haciendo jugosos negocios para sus empresas, asistiendo a cocteles y lujosas fiestas y viajando con cargo al erario por los mejores destinos de la madre patria. 

Por David Fuentes M.

Quirino Ordaz dejó un gobierno que heredó a la administración de Rocha Moya millonarias deudas, obras inconclusas, corrupción en todas las áreas y una abultada burocracia con cientos de plazas entregadas fast track en los últimos días de su gobierno.

Pero teniendo todas las pruebas de los delitos cometidos por la administración quirinista, Rocha optó por solapar al exgobernador, quejarse amargamente en redes sociales del desastre financiero que le heredaron y amenazar tibiamente con tomar medidas legales contra el ahora embajador.

Pero mientras con una mano simulaba enfado con el desastre recibido, con la otra abalaba la corrupción, porque el gobernador nunca debía olvidar que Quirino le allanó el camino para llegar al Ejecutivo Estatal y hasta fue compensado por sus servicios prestados a la Cuarta Transformación.

Una de las primeras beneficiarias con el pacto de impunidad entre Rocha y Quirino fue la titular de la Auditoría Superior del Estado (ASE), Emma Guadalupe Félix Rivera, quien fue reelegida como titular de la ASE por los diputados morenistas del Congreso local por instrucciones de Rocha Moya.

Lo anterior, a pesar de que los propios morenistas habían denunciado que Félix Rivera se había dedicado a encubrir la corrupción financiera del gobierno de Quirino.

Entre las irregularidades cometidas por el embajador que la auditora no supo detectar se encuentra el fraude al Sistema de Administración Tributaria (SAT) que en noviembre de 2023 dio a conocer públicamente Rubén Rocha, cuando ya la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)  había dictaminado su sentencia en contra del gobierno de Sinaloa por mas de mil millones de pesos.

En un video en redes sociales, Rocha se deslindó del fallo de la Suprema Corte en contra del gobierno de Sinaloa, tras la denuncia interpuesta por el SAT por las “auditorías erráticas” que la administración de Quirino Ordaz Coppel practicó a las empresas del grupo Coppel y ArHe y que representan un robo para la hacienda pública.

Rocha Moya señaló que las faltas en que se sustentó la sentencia de la SCJN a favor de la autoridad hacendaria federal fueron cometidas en la administración estatal anterior, por lo que todo este tiempo su gobierno se había estado intentando “controvertir estas sentencias”, cuyo fallo final se dio a conocer a mediados de noviembre en contra del gobierno de Sinaloa.

Cabe recordar que durante el periodo de gobierno de Quirino Ordaz Coppel se suscribió un convenio entre la Federación y el Gobierno Estatal para que éste asumiera facultades en materia de fiscalización de impuestos federales de empresas con domicilio fiscal en Sinaloa.

Sin embargo, el SAT detectó que el gobierno de Sinaloa violó los lineamientos estrictos del Convenio de Coordinación Fiscal en el caso de las dos empresas. En el video, Rocha acepta que Quirino le comentó sobre la millonaria deuda que le entregaba el día mismo de su toma de protesta.

Cuando se le preguntó si su gobierno iba a interponer denuncias contra el ex gobernador y sus funcionarios por este fraude millonario que afecta directamente la entrada de ingresos del gobierno actual, Rocha respondió titubeante: “No sé, tenemos que revisar”. Nunca lo denunció y la deuda continúa.

EL CASO DE LOS HOSPITALES

Otros casos en los que Rocha ha solapado a la administración quirinista es con los hospitales inconclusos, cuyo costo se incrementó una y otra vez, sin que toda la millonaria inversión fuera suficiente para que se aperturaran.

La evidencia más notoria de la corrupción quirinista solapada por el rochismo es el nuevo Hospital General de Culiacán “Bernardo J. Gastélum”, el cual comenzó a construirse en 2018. Originalmente se esperaba que fuera inaugurado a mediados de 2020. Sin embargo, los años pasaron, Quirino llegó al final de su mandato y el hospital siguió en obra negra.

Rubén Rocha prometió al inicio de su gobierno que el hospital estaría listo a más tardar en cinco meses. Pero llegó el plazo y se pospuso la fecha de inauguración para finales de 2022. Pero antes de que terminara ese año la apertura se volvió a posponer para 2023.

El secretario de Salud, Cuitláhuac González Galindo, señaló que al nuevo hospital le hacían falta la instalación de aires acondicionados, sistemas de seguridad y equipo hospitalario. Se necesitaban 75 millones de pesos.  Luego habló de 100 millones de pesos adicionales a los mil 400 millones que ya se le habían invertido. Finalmente, el hospital general abrió sus puertas a medias, durante el verano de 2024.

Lo mismo sucedió con el Hospital Integral de El Carrizo, en Ahome, el cual hasta finales de julio aún seguía operando a medias, sin el equipo médico necesario para su funcionamiento correcto, sin equipos de laboratorio, sin quirófanos para poder brindar servicios integrales como lo dice el propio nombre del hospital.

Ambas fueron inversiones millonarias, pero al parecer insuficientes, ya que a tres años de que concluyó la administración de Quirino Ordaz, las obras siguen sin operar en su totalidad.