La economía de Sinaloa iba mal desde antes del estallido de la violencia el pasado 9 de septiembre. Informes del INEGI daban cuenta de un decrecimiento en el estado desde 2023. Sin embargo, con la guerra en el Cártel de Sinaloa y la incapacidad del Estado para contener la violencia, se estima que la crisis económica en Sinaloa alcance niveles alarmantes.
Por Redacción.
El pasado 28 de octubre, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) presentó los resultados del Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal (ITAEE) que ofrece un panorama sobre el desempeño económico de las 32 entidades del país.
Los datos presentados por el INEGI corresponden al segundo trimestre de 2024 (abril, mayo y junio), en tanto que los datos del tercer trimestre (julio, agosto y septiembre) se publicarán en enero de 2025.
Los resultados del ITAEE confirman lo que ya se venía registrando desde los últimos dos trimestres del año pasado: la actividad económica en Sinaloa decrece de manera alarmante.
El gobierno de Rubén Rocha Moya no ha sido capaz de cumplir la meta mínima contemplada en su Plan Estatal de Desarrollo de crecer económicamente a una tasa de 3.2 por ciento anual correspondiente a la media nacional.
Por el contrario, entre 2023 y 2024, Sinaloa se mantiene entre los estados peor evaluados en su desempeño económico, debido a una serie de factores que incluyen escasez de actividad industrial, crisis en el campo y bajo desempeño en el sector de los servicios.
Cabe recordar que este informe aún no contempla la crisis económica derivada de la narcoviolencia que estalló el pasado 9 de septiembre, la cual ha provocado el cierre de cientos de comercios y empresas, por lo que se prevé que en el próximo informe del INEGI, Sinaloa prácticamente quedé al final de la lista.
En el segundo trimestre de 2024, Sinaloa presentó una variación negativa de -0.7 por ciento en su economía con respecto al segundo semestre de 2023.
Por el contrario, estados como Durango, Colima, Oaxaca, Quintana Roo, Puebla y Yucatán, presentaron una variación positiva de entre 5.0 y 7.9 por ciento.
De las 32 entidades de la república, Sinaloa se ubica en el lugar número 30, solo por encima de Campeche y Tabasco, que registraron un decrecimiento de -7.3 y -8.7 por ciento.
En cuanto al comportamiento económico de las actividades primarias (agricultura, ganadería, pesca), Sinaloa registró un decrecimiento de -12.7 por ciento con respecto al segundo trimestre de 2023.
En cuanto al comportamiento de las actividades secundarias (industria y construcción), Sinaloa presentó un decrecimiento de -8.0 en el segundo trimestre de 2024, con respecto al mismo periodo de 2023.
Solo en actividades terciarias (comercios, servicios, turismo) Sinaloa presenta un saldo positivo con una variación de 3.1 por ciento con respecto al segundo trimestre de 2023.
El informe del INEGI coincide con la salida de Javier Gaxiola Coppel al frente de la Secretaría de Economía del gobierno estatal. El motivo oficial es que el funcionario se dedicará de tiempo completo a sus empresas familiares. Sin embargo, su renuncia ocurre en un contexto sumamente desfavorable para la economía sinaloense.
La narcoviolencia desatada desde el pasado 9 de septiembre por la guerra entre las dos facciones del Cártel de Sinaloa, sumada a la incapacidad de los gobiernos federal y estatal para regresar la tranquilidad a las calles de Culiacán, ha provocado una espiral de cierres de negocios de todos los giros y niveles.
En las redes sociales aparecen como verdaderos obituarios los anuncios de cierres de comercios, los cuales reflejan la verdadera dimensión del problema económico que vive Sinaloa y que se profundizará en los próximos meses.
Al cierre de negocios se suman los robos, extorsiones, secuestros y cobro de piso que han venido padeciendo los comerciantes por parte de las organizaciones criminales para financiar la guerra en la que están enfrascados.
El cierre de negocios o el ajuste de horarios de trabajo implica forzosamente un recorte de personal, menos consumo en los comercios locales y un incremento en la delincuencia común.
De acuerdo con Óscar Sánchez Beltrán, presidente de la Unión de Locatarios del Centro de Culiacán, al menos 13 familiares de agremiados han sido víctimas de secuestro exprés, con rescates de hasta 100 mil pesos, lo cual no ha garantizado que en todos los casos la víctima sea entregada con vida.
Hasta el pasado 11 de octubre, la COPARMEX Sinaloa estimaba que las pérdidas económicas por la violencia en Culiacán superaban los 625 millones de pesos, además de la eliminación de más de 2 mil empleos.