El negro historial de Gerardo Vargas Landeros
lunes, 27 de mayo de 2024
El negro historial de Gerardo Vargas Landeros
 


Corrupción y narcotráfico son parte del historial negro del candidato a la reelección del gobierno municipal de Ahome, Gerardo Vargas Landeros, quien durante seis años fue uno de los poderes detrás del trono en la administración de Mario López Valdez. Se trata de uno de los presuntos narcopolíticos cuyo historial aparece en el nuevo libro de Anabel Hernández, “La historia secreta”.

 

 

Por Santiago Rentería.

 

Durante los seis años que fungió como secretario general de Gobierno durante la administración de Mario López Valdez (Malova), el hoy candidato a la alcaldía de Ahome, Gerardo Vargas Landeros, no sólo fue parte, sino que de manera activa colaboró en negocios con personeros del Cártel de Sinaloa, sobre todo con los que tienen relación con temas inmobiliarios.

 

En su más reciente libro, en el que pone el dedo en la llaga en políticos sinaloenses encumbrados como Rubén Rocha Moya y otros que siguen gravitando en MORENA, la periodista Anabel Hernández traza a través de testimonios cómo operaban colaboradores de jefes del clan de Ismael El Mayo Zambada y Los Chapitos para forjar negocios con los políticos en turno.

 

Uno de estos políticos que han buscado de manera frenética llegar a la gubernatura, pero que ha sido arrinconado en Ahome, es Gerardo Vargas Landeros, intocable en la época de Malova, en donde se le señalaba de ser el poder detrás del trono.

 

Incluso el finado periodista Luis Enrique Ramírez Ramos lo acusó una vez de ser el “dos que se cree el uno”, en referencia a que Vargas Landeros se ostentaba con un poder más allá de Malova, quien era el gobernador.

 

Operador desde las sombras, opositores políticos señalaban a Vargas Landeros de espiar, de tejer con mano negra las más elaboradas intrigas para descarrilar los proyectos contrarios al Malovismo y para que su grupo político se quedará con la mejor tajada del pastel del recurso público.

 

Considerado hábil negociador, el entonces secretario de Gobierno arriesgó una carta fuerte para conseguir la nominación de la candidatura en 2015, trabajó para ello, pero al final el Grupo Chilorio Power, cercano al Grupo Atlacomulco encabezado por Enrique Peña Nieto, lograron sacar el proyecto de Quirino Ordaz Coppel y hacer a un lado las ambiciones de Vargas Landeros.

 

De hecho, Gerardo quedó fuera de toda jugada política durante los primeros años de Ordaz Coppel, hasta que comenzó a operar para entrar a MORENA en 2020.

 

Revivió una asociación que sólo existe en el papel, Generando Valores y Liderazgos, que es un acrónimo de su nombre, empezó a moverse mediática y políticamente para intentar conseguir entrar a MORENA, en donde había resistencia por su historial negro y priista.

 

Se anotó para la gubernatura, pero consiguió la alcaldía de Ahome, a donde se movió con su equipo, y desde donde espera salir triunfante por su segundo periodo para después brincar a la sucesión de Rocha Moya.

 

Negocios con el narco

 

Aunque se tenía la sospecha de sus relaciones, no había habido información sobre sus presuntos nexos y es en La Historia Secreta, de Anabel Hernández, donde se cuentan los detalles a través de Dámaso López Serrano, El Mini Lic y otras fuentes del crimen organizado.

 

De acuerdo con el libro, fue Mauricio Gastélum Hernández, un operador financiero del Mayo Zambada, quien trabó una relación cercana con Vargas Landeros desde su oficina en el Tercer Piso de Palacio de Gobierno.

“Varias veces a la semana Gastélum se reunía con el secretario de Gobierno de Sinaloa, Gerardo Vargas Landeros…()... Lo iba a visitar a Palacio de Gobierno con un portafolios en mano.”

 

En su entrevista, El Mini Lic aseguró que vio a Vargas Landeros con El Mayo, y en otra con su padre, El Licenciado.

 

Uno de los negocios que tenía Gastélum con Vargas era el tema de la compra de propiedades en zonas clave de crecimiento de las ciudades, esto para que la gente de El Mayo comprara a bajo precio y luego revender al gobierno a precio mayor.

 

“Al pagar a El Mayo con dinero del estado inmuebles adquiridos con dinero de procedencia ilícita era un esquema perfecto de lavado de dinero”.

 

A cambio de esto, Vargas Landeros era premiado con lujosas propiedades, como un penthouse en una torre de condominios en Mazatlán donde una vez la Marina encontró a Mauricio Gastélum pero no lo detuvo.

 

Era habitual (dice el Mini Lic) que Gastélum acudiera a Palacio de Gobierno a tratar los negocios, a lo que un día El Licenciado Dámaso le comentó que, si por qué lo hacían ahí, si era riesgoso, a lo que el operador del Mayo desestimó el consejo:

 

“Es más fácil. ¿Quién se va a imaginar? Entro con mi portafolio. Quién se va imaginar que un narcotraficante podía entrar como Juan por su casa?”, soltó Mauricio, quien en diciembre de 2020 murió de Covid-19.

 

Incluso sobre este tema, El Mini Lic dijo que El Mayo consiguió la vacuna para él y su familia por medio de Salud. Se supo que Mauricio había contagiado al Mayo pero a diferencia de su socio, Zambada superó la enfermedad.

 

OTROS POLÍTICOS

 

Además de Vargas Landeros el libro de Anabel relata las andanzas con el Cártel de Sinaloa de Faustino Hernández, candidato del PRI en 2021 a la alcaldía de Culiacán (elección que perdió contra de Jesús Estrada Ferreiro en su reelección) así como Jesús Valdés y el multicitado Rubén Rocha Moya, entre otros que, es un secreto a voces, mantienen relaciones con el narco en Sinaloa.

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