De acuerdo con la Agencia Antidrogas de Estados Unidos, el Cártel de Sinaloa continúa siendo uno de los más poderosos del continente americano, a pesar de que en los últimos dos sexenios ha recibido una fuerte presión con el arresto de importantes cabecillas. Sin embargo, antes de la llegada de Andrés Manuel López Obrador, los sinaloenses ya habían consolidado una organización trasnacional que, aún sin las cabezas, se mantiene potente e innovando en el tráfico de droga, el lavado de dinero, en la violencia y el poder corruptor con la clase política.

Por Santiago Rentería.

Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, el gobierno mexicano les dio carta blanca a las agencias estadounidenses para entrar al territorio nacional a realizar la cacería de los principales capos y uno de los primeros en caer preso, fue Joaquín Guzmán Loera, El Chapo.

Además de El Chapo, también cayó Héctor Beltrán Leyva, fue extraditado a Estados Unidos su hermano Alfredo, El Mochomo, de Juárez fue arrestado Vicente Carrillo Fuentes, El Viceroy, y en Sinaloa fueron detenidos perfiles como El Mayito Gordo y otros del clan Zambada.

Pero al llegar López Obrador al poder, interrumpió la colaboración con los gringos y el discurso oficial en contra de los grupos criminales se limitó al de “abrazos, no balazos”, y cesaron los operativos de búsqueda de los principales capos del país.

DE LOS ÚLTIMOS

Uno de esos detenidos en 2017, fue Dámaso López Núñez, quien entró en disputa en contra de los hijos del Chapo, quienes se habían quedado como los sucesores del poder de Joaquín.

También conocido como El Licenciado, López Núñez junto con su hijo era un liderazgo en ascenso dentro de la estructura criminal y fue uno de los que comenzó a tomar el poder hacia el final de la administración peñanietista.

Sin embargo, tras la segunda recaptura del Chapo en Los Mochis, sus hijos se fueron a tomar el control de la organización y fue cuando en ese año entraron en disputa con Licenciado, sin que personajes como Ismael Zambada García entrara en la reyerta criminal.

De inmediato cayó Dámaso y fue cuando fue extraditado Guzmán Loera para ser procesado en la Corte Federal de Nueva York.

Los conflictos dentro del Cártel, que generaron un nivel de violencia alto en Sinaloa, fue aprovechado por MORENA de manera electoral para ganar adeptos al movimiento.

Hacia el 2018, el Chapo era juzgado por las autoridades estadounidenses mientras las campañas daban como favorito a López Obrador.

AMLO se agenciaba el discurso en favor de víctimas, familias de desaparecidos y todos aquellos agraviados por las malas políticas del priismo y los criminales, lo que le granjeó que decenas de movimientos sociales apoyaran su candidatura, que a la postre llevó a 33 millones de mexicanos a depositar el voto en favor del movimiento.

SE FORTALECE

Justo en 2018, el Cártel de Sinaloa se reorganiza en el estado y en los territorios donde ha controlado de manera histórica.

En ese momento Los Chapitos todavía no se afianzaban completamente en el poderío y fue tras la llegada de López Obrador en que todo cambió.

De hecho, el diario The New York Times publicó la versión de que este grupo criminal apoyó con recursos al movimiento de AMLO y aunque la información no fue lo suficientemente convincente, lo cierto es que tan pronto el tabasqueño comenzó a mandar desde Palacio Nacional, el grupo criminal se fortaleció al grado que todo condujo a octubre de 2019.

Menos de un año les costó a los hijos de El Chapo demostrar su poderío frente al Estado mexicano, con el Culiacanazo de aquel jueves 17 octubre negro. A partir de ahí, hay un antes y un después en la forma de gestión del narcotráfico en el país.

Y es que la llegada de MORENA al poder, con una política de brazos caídos para enfrentar a los cárteles, lo único que pareció provocar es que los grupos criminales aumentaran su logística.

La liberación de Ovidio Guzmán López, El Ratón, exhibió la maquinaria de guerra de Los Chapitos, situación que se confirmó en 2021 al apoyar a MORENA a ganar la gubernatura con Rubén Rocha Moya.

Si bien en enero de 2023 capturaron a Ovidio, analistas señalan que la organización sinaloense todavía está lejos de ser una de las más consolidadas del hemisferio. Y casi seis años después, la situación no parece cambiar con la nueva elección donde se vuelve a jugar la presidencia y el poder Legislativo.