Cristóbal Castañeda Camarillo: con el estigma a cuestas
domingo, 23 de junio de 2024
Cristóbal Castañeda Camarillo: con el estigma a cuestas
 


El teniente coronel que salió expulsado de Sinaloa, tras la confrontación que tuvo con grupos de crimen organizado, y después de la caída de Mario Calabazas, el cacique narco que controlaba la sierra norte del estado, ahora es premiado con la titularidad de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, bajo el gobierno de Delfina Gómez Álvarez, una morenista que sigue la misma línea en contra del narcotráfico, tal y como lo hace su jefe máximo, Andrés Manuel López Obrador. Desde Sinaloa se especula que Cristóbal Castañeda pudiera generar cohesión con el
Cártel de Sinaloa que se asienta en esa región del Valle de México.

 

Por Santiago Rentería.

 

Luego de casi un año de estar a disposición del Estado Mayor de la Defensa, el teniente coronel Cristóbal Castañeda Camarillo –“el todo controlado”– fue nombrado como secretario de Seguridad Pública en el Estado de México por Delfina Gómez Álvarez, quien gobierna una entidad controlada por varios cárteles y en donde en los últimos meses se han suscitado situaciones de inseguridad para campesinos.

 

De acuerdo con información recabada, Castañeda Camarillo llega también al estado con su mano derecha en materia de operatividad, el mayor Carlos Alberto Hernández Leyva, a quien también alcanzó el dedo flamígero del gobernador Rubén Rocha Moya durante los sucesos violentos del 2023.

 

Esta mancuerna de militares llegó a Sinaloa en el 2017, cuando el expriista Quirino Ordaz Coppel arribó a la administración estatal de la mano de Enrique Peña Nieto.

 

En aquel momento, fue el secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Cepeda, a la sazón padrino de bodas de Quirino, quien le propuso a los mandos militares al frente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) en el Estado.

 

Aunque Castañeda asumió la subsecretaría de Seguridad, en realidad siempre tuvo bajo su liderazgo el manejo de la Policía Estatal Preventiva y la seguridad de los paneles del estado. Hasta que en 2018 asumió totalmente la titularidad de la Secretaría.

 

LAS GUERRAS DEL TENIENTE CORONEL

 

A Castañeda le tocó en su primer año de gestión la guerra entre el clan de Los Chapitos contra los Dámaso, conflicto en el que terminó cayendo la dinastía de Eldorado y encumbrando a los herederos del Chapo Guzmán.

 

En realidad, durante esta primera ruptura de familias que integraban el Cártel de Sinaloa, Cristóbal y su personal militar pasaron de largo, dejaron que los delincuentes dirimieran sus asuntos por las balas y la violencia.

 

Fue así como pasó el primer culiacanazo de octubre de 2019, ya con Castañeda como secretario de Seguridad. La orden que lanzó a sus policías fue el repliegue mientras el Ejército se batía en fuego en la zona del Tres Ríos.

 

En temas de detenciones, el teniente coronel en realidad nunca participó en ningún operativo contra altos perfiles del Cártel. Su tarea se limitó a asegurar narcolaboratorios y detener narcomenudistas callejeros.

 

Aunque esta situación provocó fricciones entre su forma de operar con la delincuencia organizada. De hecho, los informes señalan que del grupo de los Guzmán presionaban para que Castañeda se marchara, pero cuando llegó Rubén Rocha Moya al poder, eso no sucedió. La Sedena pidió ratificarlo en el puesto.

 

EL LIBRO DE ANABEL

 

En el libro “La historia secreta”, Anabel Hernández no confirma ningún nexo real de Castañeda con el cártel, pero sí de Rocha.

 

Sin embargo, vox populi, en Sinaloa se sabía que la Policía Estatal tiraba más para el lado del grupo del Mayo Zambada y la Municipal la coordinaba El Niní.

 

Durante el segundo culiacanazo de enero de 2023, en donde sí detuvieron a Ovidio Guzmán, de nuevo la presencia de Castañeda y su gente fue más testimonial que operativa.

 

Lo que llevó a Rocha a sacar al mando militar de la SSP, de acuerdo con versiones gubernamentales, fue la confrontación que ya traía con El Niní y otros pistoleros de Los Chapitos, y la gota que derramó el vaso fue la limpia contra Mario Calabazas y su grupo en Sinaloa de Leyva, encabezada por El Chapo Isidro.

 

Versiones no confirmadas señalan que el teniente coronel ya tenía serias amenazas en su contra, incluyendo a familiares, pues cinco años en Sinaloa lo habían arraigado, por lo que también ya se había convertido en “cartucho quemado”.

 

De manera indirecta, Rocha confirmó que le pidió la renuncia debido a fricciones que ya existían. Su salida y la llegada del nuevo titular de la SSP ha sido visto como un triunfo del cártel en la gestión de mandos de la cúpula de seguridad.

 

Ahora, estará en el Estado de México, estado que muestra un territorio hostil de una lucha de grupos criminales en conflicto. Se sacó “la rifa del tigre”.

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