Desde hace años el crimen organizado había impuesto su ley en Acapulco y en el resto de Guerrero en general. Nada más unos días antes de que el huracán “Otis” barriera con esa parte de la costa chica guerrerense, sicarios habían asesinado a 13 policías en Coyuca de Benítez, el cobro de piso ya se había naturalizado, los criminales ya habían impuesto a candidatos de la Cuarta Transformación, pero ahora se estima que este destino turístico venido a menos por la violencia y el ciclón, quedará a dos fuegos entre el narco y los políticos de la 4T.

Por Santiago Rentería.

La ola de violencia en Acapulco y Coyuca de Benítez se vio detenida por la fuerza destructiva del huracán “Otis” Categoría 5, pero ahora que inicia la reconstrucción, se espera que el narcotráfico continúe tomando como tierra de conquista esta franja de la costa chica de Guerrero, también en manos políticamente de MORENA, el partido del presidente Andrés Manuel López Obrador.

Hasta antes del huracán, este destino turístico era disputado por tres grupos delictivos: Cártel Independiente de Acapulco, el más fuerte y con más raigambre en el puerto, así como el Cártel Jalisco Nueva Generación y remanentes del de Sinaloa.

La Fiscalía General de la República ubicaba a Los Rusos hace unos seis años, una célula desprendida de los hermanos Beltrán Leyva, ya que en los noventa y principios del dos mil, la mayor parte de Guerrero era controlada por Arturo Beltrán Leyva, El Barbas.

Ahora, tras la devastación provocada por “Otis”, se espera que, una vez que las actividades comerciales reinicien, los grupos del crimen organizado vuelvan a cercar a la población civil, en un momento en que las campañas políticas se han polarizado.

PESCA EN RÍO REVUELTO

En Sinaloa, durante esta semana se observaron grupos de jóvenes que repartieron despensas en Navolato y Ahome con la marca de “JGL”, es decir, Los Chapitos.

Aunque en Acapulco y Coyuca de Benítez no se ha visto este narco “benefactor” repartiendo despensas, lo cierto es que analistas en seguridad señalan que lo que pudiera pasar es que las células jalen recursos para abastecerse ahora que sufrieron pérdidas.

Asimismo, una vez que empiecen a recomponerse las cosas, también iniciará el modus operandi de reclutar mano de obra para las filas del crimen organizado, lo que ocasionará que la violencia continúe en esa franja de la costa chica.

Según el medio especializado Insight Crime, de manera histórica los cárteles han aprovechado los desastres naturales no sólo para lavarse la imagen y apoyar a las personas, sino también para hacer este reclutamiento de personas que se encuentren en estado vulnerable de manera económica.

La otra parte es que los grupos criminales puedan beneficiarse de los apoyos que el gobierno federal y estatal envíe, como recursos en especie o en la infraestructura necesaria para que el puerto opere.

Incluso el cobro de piso a negocios y empresas puede verse incrementado ante el poco circulante que ha generado el paso de “Otis” en la región, y que ha dejado daños calculados por más de 300 mil millones de pesos, según la Coparmex.

HAY ALERTAS

Uno de los especialistas que ya alertó de esta situación de posible mutación del crimen organizado en Acapulco y Coyuca de Benítez, es Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC), quien declaró a medios nacionales que la seguridad debió garantizarse desde antes de que ocurriera la tragedia, pues ahora hay un caldo de cultivo.

“El desastre (de Otis) es sólo la punta del iceberg que representa el severo problema que se padecerá en los próximos años, si no se toman las medidas necesarias, pues los delincuentes van a ser quienes controlen la reconstrucción, y ya están preparados para ello”, expuso.

Sin embargo, ni la Guardia Nacional ni el Ejército han tomado el control de la zona de desastre y, por el contrario, el gobierno de López Obrador ha sido criticado por escamotear apoyos urgentes en estos días de crisis tras el pasó de uno de los huracanes más devastadores de la historia reciente.