El menor de edad registrado con el número 34 en la estadística de violencia y muerte de las autoridades en Sinaloa, resultó ser la niña de doce años, Danna Sofia, quien junto a otros dos adultos circulaba en un vehículo sedán, alrededor de las 16 horas de ayer lunes, por el bulevar Agricultores, al sur de Culiacán. Dicha vialidad se ha convertido en una especie de rúa de la muerte por la cantidad de balaceras y enfrentamientos mortales en el lugar.

La niña y los dos adultos fueron alcanzados por una lluvia de balas, las autoridades, tanto estatales como municipales, soltaron un discurso político vía comunicado oficial donde aceptan el asesinato de la menor, pero que no tiene claridad en el objetivo de los lamentables hechos que le arrancaron la vida a Danna. La niña al ser alcanzada por las balas fue trasladada en la misma unidad a un nosocomio ubicado sobre el bulevar Madero, a escasos diez minutos de donde sucedió la tragedia, la menor llegó todavía luchando por su vida, pero, lamentablemente poco tiempo después murió.

El asesinato de los menores Gael y Alexander, junto a su padre Antonio, el pasado 19 de enero en la carretera que conecta a Imala con Culiacán, por un grupo armado que les hizo el alto y posteriormente abrieron fuego sin piedad, fue el epicentro de protestas de miles de ciudadanos que exigían la renuncia del gobernador, Rubén Rocha Moya. Ante las protestas, el gobierno rochista echó a andar toda la maquinaria del estado en medios de comunicación afines y en secretarías para normalizar la violencia que desde hace más de seis meses se cierne sobre regiones de Sinaloa, siendo la población de Culiacán la más afectada.

Gael, Alexander y ahora Danna Sofía son los rostros más visibles de los menores que han perdido la vida en manos de la violencia sin paralelo que se vive principalmente en Culiacán. Al asesinato de Danna Sofía, todo indica que el gobierno rochista logró su cometido de normalizar la violencia mediante discursos y campañas en medios de comunicación.