Si algo ha caracterizado a la diputada por Guasave, Aurelia Leal, es que no es dejada. Ante los intentos del gobernador por descarrilar su diputación para poner a una incondicional, se enfrentó al desdén del jefe del Ejecutivo. Lo cierto es que siendo alcaldesa, Aurelia Leal fue acusada de cometer atropellos a diestra y siniestra, las cuentas que dejó estuvieron plagadas de irregularidades y además la sombra de la narcopolítica manchó su gestión cuando en 2019 mataron a su secretario del Ayuntamiento.

Por Santiago Rentería.

El gobernador Rubén Rocha Moya ha demostrado que nadie puede interponerse en su camino para colocar a sus incondicionales en cargos, sean o no elegidos democráticamente, y con la defenestración de los alcaldes Jesús Estrada Ferreiro y Luis Guillermo Benítez Torres, El Químico, lo ha demostrado: defenestrar, la marca de la casa rochista.

Como reza el dicho atribuido a Benito Juárez: “Para los enemigos justicia, para los amigos la gracia”, y en esta ruta que ha mostrado el gobierno de Rocha Moya y su equipo, se desprende la hipótesis que la actual diputada de Morena, Aurelia Leal López, pueda ser la tercera persona desaforada y defenestrada por el Congreso del Estado.

Y es que, de acuerdo con la relación de las últimas auditorías practicadas a su administración como presidenta municipal de Guasave, en el periodo 2018-2021, Leal López dejó las arcas plagadas de irregularidades, además de denuncias internas que se siguen procesando en el más absoluto hermetismo.

Malas cuentas, la nueva ruta

El Congreso del Estado, su bancada de Morena, le acaba de dar la espalda al reprobar la cuenta pública de su municipio del año 2021, periodo en el que ella fungía como alcaldesa.

De acuerdo con el dictamen de la Auditoría Superior del Estado (ASE) y la Comisión de Hacienda del Congreso, la ex munícipe no logró solventar observaciones, como diez millones de pesos que no se reintegraron a la Tesorería de la Federación del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios.

También se detectó el gasto de un millón 959 mil pesos por concepto de riesgo laboral, sin contar con la documentación justificativa.

Otro millón 851 mil pesos por ejercer recursos del gasto corriente por concepto de asesoría, sin contar con documentación justificable contable.

También tomó dinero del gasto corriente para indemnización de terceros, compró maquinaria usada, que al ser revisada por la ASE, está inoperante y compró de manera irregular un predio para un relleno sanitario.

Ante todas estas cuentas irregulares, Aurelia Leal se ha defendido con el argumento de que el actual alcalde, Martín Ahumada, –su adversario político– no quiso mover un dedo para solventar los documentos, ya que sí los tiene el Ayuntamiento.

En reiteradas ocasiones, Ahumada se deslindó advirtiendo que era ella quien tenía que solventar las irregularidades. En enero pasado, el Congreso tronó la cuenta del 2021 y ante esta situación, Leal López declaró a la prensa que se encuentra tranquila.

Dijo que ella guardó copias de todas las acciones, previniendo este tipo de temas y que lo que está ocurriendo es que le reprobaron las cuentas por motivos políticos.

“El presidente municipal no lo quiso hacer, pese a que le envié el escrito donde le pedía que, si no podía, me ponía a su disposición para aclarar cualquier duda o reserva. También acudí a la ASE y a la Comisión de Fiscalización para informarles sobre la actitud omisa, cargada de dolo y mala fe, ante una responsabilidad que la misma ley le obliga, porque se trata del sujeto obligado para dar contestación a todo requerimiento que le haga la autoridad competente, aún y cuando se trate de un periodo distinto al que se encuentra en curso”, explicó.

Pleito con el gobernador

Siendo candidato a gobernador, Rubén Rocha Moya intentó bajar a Aurelia Leal como prospecta a la diputación, pues deseaba colocar a una mujer allegada a su grupo político.

Para ganar la batalla, Leal López se coló a la diputación como cuotas partidistas de las comunidades indígenas, y presentó cartas firmadas por representantes de pueblos originarios en el norte del estado.

A Aurelia le ofrecieron ir en la lista uno de las plurinominales a regidora en Guasave, pero se aferró a la diputación local. Esto provocó diferencias con Rocha Moya, quien en una ocasión echó en cara públicamente que Aurelia no era de la comunidad indígena.

Ante eso, Leal López se defendió sacando supuestos documentos de que ella era parte de las comunidades originarias, y Rocha terminó disculpándose.

En otro tema que se le opuso a la línea del gobernador, fue cuando aprobaron las cuentas del exgobernador Quirino Ordaz Coppel. Aurelia Leal, en su calidad de diputada, fue la única que votó en contra y declaró que Ordaz Coppel había dejado una administración desaseada, pero como ahora formaba parte del grupo en el poder como embajador de México en España, los morenistas le perdonaban sus irregularidades.

Hasta ahora, también existen algunas denuncias ocultas contra Aurelia Leal, y siguiendo la línea, pudieran activarse para desaforarla como diputada para que enfrente a la justicia.

El crimen de Guerrero

Uno de los puntos finos de su administración como alcaldesa fue el asesinato que marcó su trienio. José Luis Guerrero Sánchez era su funcionario más cercano y de más confianza, un hombre acusado de amenazas de muerte e incluso de acosar de manera violenta a periodistas.

Información obtenida por el gobierno actual señala que Guerrero Sánchez tenía nexos con el crimen organizado que opera en Guasave, que para llegar a la alcaldía hicieron acuerdos que posteriormente no se cumplieron.

Tras el crimen del secretario del Ayuntamiento, Leal López aseguró que todo tenía un “tufo a narcopolítica”, pero les echó la culpa a sus enemigos políticos.

En marzo de 2019, meses antes del asesinato, el exdirigente del PRD en Guasave, Luis Miguel Verdiales Moreno, denunció de manera formal ante el ministerio público a Guerrero Sánchez por amenazas de muerte.

El funcionario negó que lo haya denunciado, pero Verdiales habló ante los medios de datos precisos de cómo ocurrieron las intimidaciones. Pero no sólo Verdiales acusaba amenazas y hostigamiento, también otras personas describían un carácter violento e irascible de Guerrero, quien con toda impunidad manejaba los hilos del Ayuntamiento.

Fue el 19 de noviembre de 2019 cuando Guerrero circulaba en una camioneta color rojo de su propiedad, por las calles céntricas de Guasave, cuando fue interceptado por sujetos que iban en otra camioneta.

Por algunas cuadras se desató una persecución, hasta que en la esquina de Juan Carrasco y Blas Valenzuela, Guerrero chocó contra una pared que detuvo su marcha.

Quedando vulnerable, uno de los sujetos se bajó de la otra unidad y lo mató a puñaladas, no a balazos, porque de acuerdo con fuentes, el crimen organizado no quería salir relacionado en el asesinato.

La Fiscalía General del Estado abrió su carpeta de investigación, pero hasta la fecha nunca ha esclarecido este homicidio que marcó el gobierno municipal de Aurelia Leal.

Según comentarios de funcionarios guasavenses, Leal López luchó con todo para ser diputada para continuar teniendo fuero constitucional, y protegerse ante cualquier posterior investigación. Ahora, tras la caída de El Químico, Aurelia se puede convertir en una tercera defenestrada.



TEXTO PUBLICADO EN NUESTRA EDICIÓN IMPRESA NÚMERO 357.