Deprimera Internacional | Eduardo Rivadeneyra Núñez
El Senado de Estados Unidos votó por unanimidad a favor de hacer públicos los archivos relacionados con Jeffrey Epstein unas horas después de que la Cámara de Diputados se pronunciara en el mismo sentido con una votación de 427 a favor y uno en contra, luego de que se reiniciaran los trabajos en el Congreso tras un cierre de 54 días por suspensión de actividades gubernamentales.
El caso de Jeffrey Epstein ha sido motivo de debate por la sospecha generalizada de que al revisar los documentos en el archivo que lleva su nombre se encontrarán referencias que impliquen al actual presidente, Donald Trump, en las actividades ilícitas del ya fallecido financiero, cuyo presunto suicidio en una prisión de alta seguridad también ha sido puesto en duda.
Durante su campaña presidencial, Trump utilizó los archivos Epstein, como se les llama, para amenazar a sus adversarios del Partido Demócrata, asegurando que había numerosas referencias sobre la participación de los expresidentes Bill Clinton y Barack Obama en actividades criminales, por lo que prometió que de resultar electo haría públicos la totalidad de los documentos.
Luego de triunfar en las elecciones, sus simpatizantes demandaron la publicación de los documentos. Con el paso de los meses la falta de una respuesta por parte del mandatario llevó a que las demandas se hicieran más intensas. Sin embargo, el presidente no respondía.
La presión sobre los representantes (diputados) se hizo sentir en las visitas que realizaban a sus lugares de origen, donde sus votantes exigían saber por qué el presidente parecía estar ocultando algo. En Estados Unidos se usa mucho realizar reuniones llamadas Town Hall en las que los ciudadanos hacen preguntas en ocasiones muy fuertes a quienes eligieron para representarlos en el Congreso.
Los legisladores republicanos siempre se mantuvieron leales al presidente Trump, a quien veían como su líder, sólo que la presión ciudadana crecía y el año próximo habrá elecciones legislativas. Seguramente tuvieron que elegir entre su lealtad al presidente y sus propias carreras.
A pesar de que unos días antes de que se votara a favor de hacer públicos los archivos, el presidente se negaba a responder preguntas de los reporteros al respecto, luego de conocer los resultados dijo que en realidad él era quien instruyó a los legisladores a votar como lo hicieron.
El presidente de Estados Unidos tiene la facultad de instruir a su Departamento de Justicia a que desclasifique documentos en interés del público, por lo que distintos analistas estadounidenses han señalado que, de haber tenido la intención de hacer públicos los archivos Epstein, hace mucho que pudo hacerlo.
Por lo que persiste la duda sobre qué se encontrará en los archivos y en las redes sociales ya hay numerosas versiones en el sentido de que los documentos fueron ya “rasurados” para evitar menciones a Trump, mientras otros consideran que se acerca el fin de la carrera política el presidente.
Lo que parece más cierto es que el caso no se cerrará en poco tiempo y seguirá dando de qué hablar. Seguramente en las más de 30 mil fojas de documentos, fotografías y videos habrá mucho qué comentar. Se espera encontrar menciones no sólo a otros políticos estadounidenses, sino también banqueros, como los ejecutivos de J. P. Morgan y otros bancos que, se dice, aparecen ahí, además de otros empresarios, dignatarios y celebridades, como un príncipe británico de la casa de Windsor, que se vio forzado a renunciar a sus títulos como consecuencia de su amistad con Epstein.