Tepuche: pobladores exigen seguridad ante posible guerra entre pistoleros
miércoles, 25 de marzo de 2020
Tepuche: pobladores exigen seguridad ante posible guerra entre pistoleros
  

En Tepuche, se sabe, manda la gente de Ismael Zambada García, El Mayo, y en días anteriores, de manera imprevista, un grupo de pobladores de esta sindicatura se reunieron en la comunidad de Agua Caliente de los Monzón para movilizarse de una manera inusual: aseguraron que se encuentran reviviendo lo que ellos llaman las “Fuerzas Comunitarias Rurales”, como una forma de protección ante la posible violencia que se avecina. Aunque dijeron que no han padecido saqueos, quema de casas, balaceras o desapariciones, temen que la narcoviolencia los alcance. ¿Cuál es el trasfondo de esta inusitada movilización civil?

 

 

 

Por Santiago Rentería.

 

 

 

Los tambores de guerra que suenan en las comunidades del norte de la capital sinaloense provocaron que hace unas semanas un grupo de alrededor de 100 pobladores de Agua Caliente y sitios circunvecinos citaran a la prensa para anunciar el reestreno de lo que ellos mismos autodenominaron las “Fuerzas Comunitarias Rurales”, un cuerpo de autodefensa que habría existido hace años para protegerse de las gavillas que asolaban la región.

 

 

Desde las diez de la mañana del martes 10 de marzo, mujeres, niños, niñas y adultos mayores se apostaron en la entrada de esta población ubicada a unos 15 minutos del casco urbano para dar a conocer que “habían armado trincheras y barricadas” con la finalidad de prevenir ataques armados.

 

 

Diversas fuentes de seguridad consultadas por De Primera Noticias señalan que esa zona está bajo la influencia de El Mayo Zambada, sobre todo en la figura de su jefe de pistoleros El Ruso, ahora en franca fricción con las huestes de sicarios de Los Chapitos.

 

 

Pero las barricadas, según testigos, no fueron construidas en estos días, sino que llevan semanas y fueron levantadas por células criminales para contener una posible escaramuza del grupo contrario.

 

 

Sin embargo, los manifestantes, armados de valor civil y con banderas que representan el símbolo de las “Fuerzas Comunitarias Rurales”, gritaban frente a los medios de comunicación “¡queremos paz!”. Fue vistoso que las niñas y niños también portaran estos estandartes mandados elaborar ex profeso para la ocasión.

 

 

 

Los motivos declarados

 

 

 

Aunque la movilización se hizo para exhibirse ante la prensa, las mujeres que hablaron también sacaron a relucir los motivos: temen que los grupos armados en disputa entren a estas comunidades y dejen asolada la región.

 

 

Una de las mujeres presentes, que se identificó como Andrea Cabada, declaró que además piden que la Secretaría de la Defensa Nacional reinstale una vieja base militar que fue abandonada desde hace años. Y todo el borlote de las “autodefensas sin armas” se debe, dijo, a los hechos que empezaron a detonarse en el ejido Paredones y días después en la colonia Loma de Rodriguera.

 

 

Fuentes de la Policía Investigadora señalan que en Paredones controlaban hasta hace poco un grupo denominado Los Gabrieles, y que las fricciones en el Cártel de Sinaloa han llevado al abandono de los líderes de esa región.

 

 

Cabada mencionó que la Fuerza Comunitaria se trata de una medida preventiva, pues hasta ese martes no habían irrumpido grupos armados como en las comunidades arriba mencionadas.

 

 

Otra mujer que tomó la voz, que se identificó como Gloria Lizeth, comentó que los pobladores que se estaban manifestando no portan armas de fuego, y menos pretenden enfrentarse con uno y otro bando, ya que lo único que buscan es que predomine la paz en la zona.

 

 

“Aquí no se han presentado problemas, pero nosotros hicimos las barracas, hicimos la zanja, tapamos el puente, pusimos las banderas por protección, porque queremos que nos hagan caso, que nos protejan. No queremos levantarnos contra nadie, solo estamos protegiendo lo que es de nosotros. No pertenecemos a ningún grupo armado. No estamos en contra de nadie ni a favor de nadie. No queremos que entren grupos armados de ningún tipo, por lo mismo estamos pidiendo una base militar”, señaló.

 

 

 

Con la lumbre cerca

 

 

 

Desde que inició el año, la violencia se ha recrudecido en Culiacán, principalmente en colonias del norte como Loma de Rodriguera, Las Cucas, Rubén Jaramillo, Santa Fe, la zona de La Conquista, entre otros lugares, en donde los grupos del Cártel de Sinaloa se han desencontrado en una pugna que mantiene en vilo a la población civil.

 

 

Esa confrontación ha provocado en las últimas semanas, balaceras, enfrentamientos, persecuciones, ejecuciones y levantones perpetrados por comandos de gatilleros de uno y otro bando, sin que las autoridades policiacas del estado y municipio puedan detener.

 

 

Una de las más recientes ocurrió la mañana del viernes 6 de marzo, cuando grupos armados se persiguieron y se enfrentaron en Loma de Rodriguera. Posteriormente, elementos de la Marina Armada de México detectaron desde el aire a uno de los grupos huyendo hacia la sindicatura de Tepuche e Imala. Durante un operativo, las corporaciones policiacas y militares aseguraron camionetas y armas.

 

 

De allí el temor de los habitantes de esas sindicaturas sobre la incursión de grupos de narcotraficantes hacia sus comunidades.

 

 

 

La “policía siempre en vigilia”

 

 

 

Tras conocerse la noticia del “levantamiento” de los pobladores de Agua Caliente de los Monzón, la Secretaría de Seguridad Pública a cargo del teniente coronel Cristóbal Castañeda Camarillo, organizó una incursión con elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Guardia Nacional, la Marina y la Policía Estatal Preventiva.

 

 

En un comunicado, se informó que las fuerzas estatales y militares desplegaron una importante cantidad de elementos en las comunidades aledañas al norte de Culiacán “a fin de atender los llamados de la población”.

 

 

“En los trabajos en los que participa el director de la corporación, Joel Ernesto Soto, y que han permitido, además, la recuperación de vehículos con reporte de robo. Como parte de este despliegue, y con el objetivo de establecer una estrecha comunicación con la población, los efectivos federales y estatales mantienen recorridos de proximidad social por medio de recorridos pie a tierra que comprenden un acercamiento directo con las personas para conocer la situación que guarda la zona en materia de seguridad”, destacó la información oficial.??

 

 

“Por otra parte, y en cumplimiento a la instrucción del secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Cristóbal Castañeda Camarillo, los uniformados mantienen patrullajes a bordo de unidades oficiales, con lo que se busca inhibir cualquier actividad que pueda alterar el orden.”?

 

 

Sin embargo, al final se indicó que durante uno de estos recorridos, los uniformados lograron la recuperación de dos unidades motrices con reporte de robo de manera conjunta, se trata de dos automóviles de la marca Nissan, uno de color blanco y otro de color gris, los cuales fueron puestos a disposición de la autoridad competente.

 

 

De los grupos de pistoleros, ni rastro se encontró. Todo parece indicar que se ocultaron muy bien en sus guaridas, inaccesibles a las fuerzas del orden, inalcanzables cuando salen a tirar bala y a enfrentarse a tiros. Pero muy reales cuando dejan una estela de terror a su paso.

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