Sucesión pactada en Sinaloa
lunes, 27 de julio de 2020
Sucesión pactada en Sinaloa
 

Mientras los aspirantes del PRI empiezan a ver con desconfianza la buena relación que el gobernador tiene con el presidente de la república, a tal grado de que los sinaloenses pagan un alto costo por el abandono del gobierno federal a Sinaloa y Quirino Ordaz no se queja, en los demás partidos crece la sospecha de que entre ambos mandatarios existe un arreglo para manipular la elección a favor de quien mejor garantice los intereses de los pactantes. ¿Ya se resolvió quién sucederá a Quirino Ordaz en el cargo?

 

 

Por Redacción Deprimera.

 

 

Aparte de que en el bloque de gobernadores del PRI cayó como cubeta con agua fría el deslinde que Quirino Ordaz Coppel hizo al marcar distancia de cualquier frente anti López Obrador, en los priistas sinaloenses se revolvieron las aguas más de lo que ya estaban y se fortaleció la hipótesis de que antes de salvar al PRI y a Sinaloa, el gobernador se rescatará a sí mismo.

 

El 2 de julio, en una declaración arriesgada, Quirino Ordaz reveló que lo han invitado a sumarse a los frentes políticos que se organizan en diferentes puntos del país en contra de la administración de López Obrador y ganarle las elecciones de gobernadores, presidentes municipales y diputados locales y federales. Pero no ha participado en dichas acciones, dijo el gobernador, “porque son una tontera”.

 

“Me han hablado ya algunos gobernadores del llamado Frente del Noreste y yo no he querido participar, no me suma nada. Hay gente que quisiera que estuviera yo peleando pero eso en el tiempo no te trae nada positivo, es mejor señalar, observar en lo que no estás de acuerdo y yo no me quedo callado, digo lo que pienso, de frente, a los ojos…”, agregó.

 

Y por si quedara alguna duda, remarcó: “decidí no sumarme y estoy contento con eso. Se me hacen una tontera porque ya lo dije, como gobernador lo que buscas es atraer inversión, apoyos, grandes obras y para ello necesitas al gobierno federal. En lo personal con el presidente tengo un buen click, empatía, mucha química, me he entendido muy bien con él”.

 

Este deslinde frente a los llamados FRENAA angustió a los cuadros priistas que se preparan para pelear por la postulación a la gubernatura. Cobraron mayor fuerza las teorías de que Quirino Ordaz entregará en bandeja de plata la elección en Sinaloa, o la que conjetura de que López Obrador buscará entre los aspirantes del tricolor a quien le garantice igual sumisión que la del gobernador actual.

 

La especulación de un relevo a modo en el Ejecutivo Estatal, estrategia con la que Quirino Ordaz negociará un buen trato del gobierno federal en su condición de ex, tiene al menos un año en los círculos priistas y de los otros partidos. Uno de los que se rebela a tal pacto es el todavía secretario de Pesca del Gobierno del Estado, Sergio Torres Félix, quien ya anticipó que si el PRI se presta a dicha jugada, él buscará la postulación en otros partidos.

 

Es el primero en indisciplinarse a la posible concertacesión Quirino-AMLO, pero en silencio otros pretensos del tricolor comienzan a desconfiar del manejo del proceso interno de postulación de candidatos.

 

Quirino Ordaz le apuesta al intercambio de elogios entre él y el presidente. Prefiere, aclara, hablarle cara a cara a López Obrador en temas como el pacto fiscal, la injusta repartición de los recursos federales a los estados, los crecientes índices de violencia y la lentitud de las obras estratégicas que se han anunciado una y otra vez para Sinaloa. Lo arreglará “hablando de frente”, ofrece, pero no lo hace, no se anima.

 

ABYECCIÓN GRATUITA

 

Para los políticos que ponen en manos del gobernador la posibilidad de competir por la candidatura a gobernador, está bien que Quirino Ordaz Coppel mantenga una buena relación con López Obrador, siempre y cuando a Sinaloa se le beneficie con apoyos estratégicos que alienten el desarrollo, la generación de empleos y mejores condiciones de vida. El problema es que nada de eso se ve al mismo tiempo de que sí es muy perceptible la táctica de recibir golpes y poner la otra mejilla.

 

“A ver, ¿cuál es la ganancia que obtiene el gobernador de Sinaloa con ese buen trato que tiene con el presidente? La única ventaja es que no lo ataca tanto la federación como se les echa encima a gobernadores que sí le exigen y reclaman a López a Obrador como son los casos de Enrique Alfaro en Jalisco y Diego Sinhue Rodríguez de Guanajuato”, consideran priistas que creen que la actitud de aguantarlo todo en Sinaloa debe virar hacia una postura contestataria.

 

El mismo Gobierno del Estado reconoce en un diagnóstico interno que más allá de la cordialidad dudosa, López Obrador trata a Sinaloa de igual forma que al resto de los estados y prueba de ello es que en la actual pandemia por coronavirus ha puesto en manos de las autoridades locales la responsabilidad de atender a los enfermos, implementar apoyos para la reactivación económica y aportar equipo de protección al personal médico de los hospitales.

 

El documento menciona que el común denominador es que el presidente anuncia grandes obras, o venga a realizar recorridos por las que ya están en proceso desde anteriores sexenios, y todo quede en declaraciones espectaculares que nunca aterrizan. Por ejemplo, aquel Acuerdo Nacional de Infraestructura anunciado el 26 de noviembre de 2019 que traería inversiones por 22 mil millones de pesos para Sinaloa, quedó en buenas intenciones.

 

Y así ha sucedido con el Programa de Desarrollo Social del Gobierno de la República para Sinaloa, con la inversión directa de ocho mil 734 millones de pesos, que ya como presidente electo vino a anunciar López Obrador, aderezándolo con elogios para Quirino Ordaz. O la continuación de la carretera Badiraguato-Parral, con 200 millones de pesos en 2019 que nunca llegaron.

 

En igual saliva naufragó la promesa de concluir la presa Santa María, las obras complementarias de la presa Picachos, el dren Bacurimí, la construcción de la carretera San Ignacio-Tayoltitan, el estadio de béisbol en Guasave, dijo su amigo Alfredo Harp pondría 70 millones de pesos que no aparecen por ningún lado y la inversión fue totalmente estatal y el inicio de una primera etapa de la carretera Choix-Bahuichivo.

 

Lo mismo ocurre en el caso de la planta de amoniaco en Topolobampo, a la que se oponen grupos ambientalistas del norte de Sinaloa, Jaime Montes y Guillermo Chapman, súper delegado y presidente municipal, se oponían a su construcción en campaña y en la actualidad subordinados a la promesa de AMLO de realizar una consulta para decidir si se concretará o no.

 

 

El balance es sencillo: cada ocasión que realiza visitas oficiales a Sinaloa López Obrador se deshace en elogios para el gobernador y Quirino Ordaz corresponde a las loas presidenciales, pero los recursos públicos ofrecidos no llegan y cuando fluyen lo hacen de manera incompleta, las obras no se materializan y conforme pasan los meses crece la presión financiera y es más fuerte en el gobierno local la decepción por la inútil cortesía entre poderes.

 

FÓRMULAS QUE INTRIGAN

 

Son cinco los escenarios que prevén los priistas o los dirigentes de los partidos Acción Nacional, Sinaloense, de la Revolución Democrática, Movimiento Ciudadano y Redes Sociales Progresistas que sucedan en caso de cumplirse el presumible pacto que existe entre López Obrador y Quirino Ordaz Coppel para ir a una sucesión negociada en Sinaloa.

 

Uno: que se considera el más probable, es que se acuerde la designación del senador Rubén Rocha Moya por parte de Morena y partidos coaligados, mientras que el PRI abanderaría a un perfil débil, desprestigiado y sin base social, como podría ser la candidatura de Sergio Torres, facilitando la derrota del tricolor y el triunfo electoral aplanado para el morenista. Esta posibilidad es la que se ha manejado durante más tiempo.

 

Dos: que mediante el “dedazo” el presidente designe a un candidato propio, cercano a su proyecto de nación y atendiendo la cuota de género, como podrían ser la diputada federal Tatiana Clouthier o la senadora Imelda Castro, operando el gobernador para que la fórmula de López Obrador no encuentre obstáculos a la hora de la emisión del voto el 6 de junio de 2021, logrando un proceso electoral sin conflictos.

 

Tres: que Quirino Ordaz convenza al presidente López Obrador de una alianza de facto para acordar una candidatura del PRI con un perfil ciudadano encabezando, bajo el acuerdo de que se mantendrá la misma relación tersa entre el gobernador que resulte electo y el mandatario federal, dándole continuidad a la armonía vigente hoy entre la federación y el estado.

 

Cuatro: el hecho de que el PRI en alianza con algunos partidos compita contra MORENA y sus aliados, pero en común acuerdo dejándole a la primera coalición la gubernatura y las diputaciones locales y algunas alcaldías, pero la mayoría de las diputaciones federales al grupo político que encabeza López Obrador que más que ganar gobiernos estatales se interesará en mantener la mayoría en el Congreso de la Unión.

 

Cinco: que Quirino Ordaz les allane el camino a todos los candidatos de MORENA a cambio de la garantía que le dé el Gobierno Federal de no atacarlo ni perseguirlo en su calidad de ex gobernador, que en términos reales sería el pacto de inmunidad en un contexto de alto revanchismo político de AMLO contra sus opositores. En este caso significaría traicionar al PRI y sacrificara sus candidatos con tal de salvarse el empresario hotelero y seguir con sus privilegios desde el mundo empresarial.

 

Sin embargo la incógnita de hoy tiene que ver con la duda de si hay o no un pacto entre el presidente y el gobernador. Y Si lo hubiere ¿cuáles son los alcances y las posibilidades de que cada uno lo respete? Estando cercanos cada vez más los plazos formales de la sucesión 2021 en Sinaloa, poco a poco se irán evidenciando los compromisos, los sacrificados y los beneficiarios. Se augura un final no apto para cardiacos.


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