Remesas: Narco usa a migrantes para blanquear dinero
lunes, 28 de septiembre de 2020
Remesas: Narco usa a migrantes para blanquear dinero
  

 

El aumento de las remesas en México podría estar vinculado con el narco. Los cárteles de la droga estarían usando a migrantes indocumentados, desempleados durante la pandemia, para enviar dinero a México y blanquear las ganancias de la venta de drogas en Estados Unidos.

 

 

 

Por Redacción De Primera Noticias.

 

 

 

En un informe presentado en mayo pasado, el Banco de México (Banxico) dio a conocer que se había registrado un importante incremento en las remesas que los migrantes mexicanos habían enviado al país, a pesar de los despidos masivos que se estaban produciendo en Estados Unidos en medio de la pandemia por el Covid-19.

 

 

El Banxico anunciaba que durante marzo las remesas subieron 35.7 por ciento con respecto al mismo mes del año pasado, es decir, los connacionales habían mandado 4 mil 16 millones de dólares, frente a los 2 mil 957 millones de dólares reportados durante el tercer mes de 2019.

 

 

Ante estos datos que representaban un alivio de los oscuros escenarios que anuncian los economistas, el presidente Andrés Manuel López Obrador agradeció “la solidaridad de los migrantes”, a los que llamó “héroes vivientes”, cuyos recursos han mantenido activo el consumo en medio del cierre de empresas, despidos masivos y paralización de varios sectores productivos durante la pandemia.

 

 

Los mismos datos optimistas con respecto a las remesas se mantuvieron los meses siguientes: en junio se recibieron 3 mil 400 millones de dólares y en julio unos 3 mil 480 millones, lo que en ambos casos representaba un incremento de 6.8 por ciento con respecto a los mismos meses de 2019.

 

 

“Es un signo alentador”, indicó el presidente en un video publicado en agosto en sus redes sociales, en el que aceptó que, frente a la paralización de la economía nacional, las remesas se iban a convertir en la principal fuente de ingresos en el presente año.

 

 

De acuerdo con estimaciones del Banco Mundial, en 2018 las remesas representaron para México el 2.7 por ciento de su Producto Interno Bruto (PIB), situándolo en uno de sus mayores niveles de dependencia, por lo que se calculaba que más de 1.6 millones de hogares dependían de los recursos enviados principalmente desde Estados Unidos, sobre todo a los estados de Zacatecas, Michoacán y Nayarit.

 

 

“A mayor desempleo, ¿mayores envíos de dinero?”

 

 

Sin embargo, como señala el periodista J. Jesús Lemus en un reportaje publicado en el diario Los Angeles Times (LAT), hay algo que no cuadra es esta lógica de incrementos no solo en el número de envíos sino en el monto de dinero que los mexicanos están enviando al país: “¿Cómo es posible que frente a la estrechez económica que afronta el mercado laboral del sector migrante en Estados Unidos, este manifieste tales signos de fortaleza? A mayor desempleo ¿mayores envíos de dinero?”, se pregunta sarcásticamente.

 

 

Según datos publicados por el Departamento del Trabajo de Estados Unidos, entre el inicio de la pandemia y la última semana de abril se habían registrado más de 21 millones de solicitudes de seguro por desempleo. En junio, una vez retomada progresivamente la reactivación económica, se dio a conocer que del total de desempleados por la pandemia, 17.6 por ciento eran latinos.

 

 

De acuerdo con estimaciones del Centro de Estudio de Inmigración (CIS), presentadas por LAT, el desempleo entre la población migrante, principalmente indocumentada, ha crecido en un 320 por ciento durante la pandemia, siendo el mes de abril cuando las estimaciones alcanzaron los 4.3 millones de personas de ese sector las que ya se habían quedado sin trabajo.

 

Ante esta evidencia, persiste la duda: ¿cómo es que los migrantes mexicanos en plena crisis de desempleo han aumentado las remesas a sus localidades de origen a niveles que ni siquiera eran observables en el 2019, cuando la economía de Estados Unidos creció en un 2.3 por ciento?”, se pregunta J. Jesús Lemus.


Agrega que en 2019, el monto promedio de envíos de dinero era de 2 mil 900 millones de dólares cada mes. Actualmente, en plena pandemia y con los mercados laborales contraídos, solo entre marzo y agosto del 2020, el promedio de remesas enviadas por los migrantes a México se ubica en 3 mil 200 millones de dólares por mes, según dio a conocer el Banco de México.


Para el periodista la única hipótesis viable para justificar este incremento de remesas en plena crisis laboral en EUA es que los cárteles mexicanos de las drogas están usando a los migrantes desempleados y al sistema financiero formal para enviar dinero, particularmente a aquellas ciudades donde los cárteles tienen mayor presencia.


No es descartable la posibilidad de que los grupos criminales que operan en ambos lados de la frontera hoy estén aprovechando el sistema de envío de remesas para trasladar a México parte de sus capitales logrados por la venta ilícita de drogas, sobre todo por la imposibilidad de franquear los estrictos controles que en las aduanas de la frontera con México ha establecido el gobierno norteamericano para evitar el tráfico de dinero”, señala.


De acuerdo con el Departamento de Justicia, el trasiego de drogas genera utilidades en promedio anual por más de 28 mil 150 millones de dólares, dinero que debe ser enviado hacia México a través de la frontera.


Según el informe “Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas” presentado por la DEA en diciembre del 2019, el porcentaje de incautación de dinero del narco osciló solo entre el 0.8 y el 2.6 por ciento del promedio anual que obtuvieron los cárteles mexicanos por el envío de drogas a Estados Unidos.


“Los estados de EUA donde más dinero del narco se ha decomisado, según reconoce la DEA en su informe referido, fueron California, Nueva York, Texas, Georgia, Florida, Ohio, Arizona e Illinois, justamente donde los cárteles de Sinaloa,
de Familia Michoacana, de Los Zetas, de Jalisco Nueva Generación y de los Arrellano Félix, mantienen mayor presencia con sus operaciones de trasiego de drogas y lavado de dinero”, asegura.


De acuerdo con testimonios de operadores financieros del narco que el autor logró entrevistar, ellos reconocen que parte de la estructura de lavado de dinero del crimen se apoya en el sistema financiero formal de envío de dinero, haciendo pasar las transferencias del narco como remesas de trabajadores migrantes.

La época en que el dinero entraba a México a través de maletas o compartimentos secretos en el interior de los autos ya pasó. Eso representaba el mayor de los riesgos. Por eso, reconocen, se optó por transitar al envío y blanqueo de dinero a través del sistema formal de remesas.


De acuerdo con el modus operandi documentado por Lemus, el procedimiento consiste en que el encargado de una célula del cártel recluta a los migrantes indocumentados en varias ciudades de EUA. Son, sobre todo, amas de casa, jóvenes y trabajadores desempleados. Se acercan a ellos, les ofrecen una comisión del 15 o 20 por ciento por cada envío de dinero que hagan. En México, los familiares que cobran ese dinero también reciben otra comisión, y el narco se queda con el 70 o 60 por ciento del dinero enviado. Las transferencias pueden oscilar entre los 300 y los mil dólares.




La DEA


En el informe “Evaluación Nacional de Amenazas de Drogas”, publicado en 2019, la DEA reconoce que “se han producido cambios significativos en el panorama de las finanzas ilícitas”. Según se establece el informe: “los métodos habituales de blanqueo de capitales, utilizados para mover los ingresos de las drogas a fuentes de suministro extranjeras, normalmente implican una red de corredores de dinero”, y agrega que después de que el gobierno mexicano colocara restricciones a los depósitos en dólares (en 2010), los cárteles comenzaron a utilizar depósitos en efectivo y transferencias bancarias.


“Los
cárteles mexicanos envían cada vez más cheques y transferencias a nombre de personas o empresas fachada, por cuyos montos bajos se vuelven cada vez más difíciles de ubicar esas transacciones”, señala el informe de la DEA al referirse al “blanqueo hormiga” de capitales del narco.


Las cifras del Banco de México establecen que solo entre mayo y julio de este año, en pleno pico de la pandemia, llegaron a Mexico en forma de remesas más de 10 mil 512 millones de pesos, monto que llegó a través de más de 31 mil transferencias electrónicas, 2 mil 595 órdenes de pago (money orders) y más de mil 100 depósitos de efectivo en ventanillas bancarias o casas de cambio, en donde el promedio de dinero enviado en cada transacción osciló entre los 320 y los 343 dólares.


Otro dato que evidencia este modus operandi del narco es que las diez ciudades en donde mayor presencia mantienen los principales grupos del narcotráfico es donde han aumentado considerablemente los envíos de remesas: Morelia, Tijuana, Puebla, Guadalajara, León, Monterrey, San Luis Potosí y Culiacán.


“En Culiacán, donde sobra referir la presencia dominante del Cártel de Sinaloa, durante el 2019 el promedio semestral de remesas fue de 90 millones, pero en el primer semestre del 2020 se alcanzó la cifra récord de 184 millones”.


De acuerdo con un informe del Consejo para el Desarrollo  Económico de Sinaloa (Codesin), en el primer semestre de 2020 Sinaloa captó 509 millones de dólares, 75 millones más con respecto al mismo periodo de 2019, lo que en términos relativos representa un aumento de 17.3 por ciento superior al promedio nacional que fue de 10.6 por ciento.


Sin embargo, para Codesin lo que explica este aumento considerable en el envío de remesas al estado son dos factores: las limitaciones de movilidad por el riesgo de contagio del Covid-19, por lo que muchos migrantes habrían decidido hacer envíos de dinero mediante el sistema financiero, o que la depreciación del peso con respecto al dólar ha sido un estímulo para enviar la mayor cantidad de dólares.


Culiacán es el municipio que más captación de remesas tuvo en el primer semestre de este año con 182.2 millones, seguido de Guasave, con 85 millones, Ahome con 58 millones, Mazatlán con 54 millones, Salvador Alvarado con 34 millones, Elota con 20 millones y Sinaloa de Leyva, con 14.2 millones, según las cifras de Codesin.


Si hay narco o no detrás de las remesas de los migrantes, concluye Lemus, ese dinero que llega de Estados Unidos es el mejor soporte que tienen miles de familias en México para encarar la crisis de la pandemia ya que, según datos del INEGI, el 25 por ciento de los mexicanos se quedó sin empleo durante la crisis provocada por el Covid y mal gestionada por el gobierno.

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