Planta de amoniaco en Topolobampo: inversión a costa del medio ambiente
lunes, 29 de julio de 2019
Planta de amoniaco en Topolobampo: inversión a costa del medio ambiente
 

 

“Quieren generar un producto cuando tenemos más de ocho plantas de amoniaco en México que no estamos utilizando por problemas técnicos y cosas que deliberadamente muchos empresarios o grupos de poder han hecho que no produzca el Estado mexicano, pudiéndolo producir. Hay capacidad mexicana para echar a andarlo, nomás que a ellos les conviene decir, no, ya no utilicen la estructura que tiene el Estado mexicano, déjenos a nosotros”.

 

 

Por Sergio Ramos.

 

 

La construcción de una planta de amoniaco en el puerto de Topolobampo ha movilizado a grupos ambientalistas, comunidades indígenas, pescadores y académicos en todo Sinaloa para oponerse a este proyecto.

 

 

Por un lado, los promotores de la planta aseguran que se generarán miles de empleos, en tanto que los productores agrícolas del noroeste de México verán una disminución en el costo de la producción de alimentos.

 

 

Por otro lado, los opositores argumentan el impacto ambiental que inevitablemente generará la planta en la bahía de Ohuira, de acuerdo con los propios informes proporcionados por la empresa responsable de la construcción.

 

 

Los opositores se han agrupado alrededor del colectivo Aquí No, el cual ha organizado marchas, protestas, ruedas de prensa y mantiene una intensa actividad en redes sociales para informar a la población sobre los riesgos de la planta en una bahía protegida como sitio Ramsar.

 

 

“Van a recabar agua y la van a regresar a la bahía pero con una salinidad más alta que no tolera el camarón de la bahía, el cual va a ser succionado donde están los bancos de larva, que es de donde ellos van a tomar el agua para enfriar la maquinaria, y tienen estimado succionar 2 mil metros cúbicos por hora, que es mucho más de lo que hace la CFE”, señala el ingeniero José Rosendo Castro, integrante del colectivo Aquí No y secretario del Consejo Ciudadano de Ecología de Sinaloa.

 

 

 

De Primera Noticias: Háblenos sobre el ecosistema de la bahía de Ohuira para dimensionar los riesgos de la construcción de una planta de amoniaco en esos terrenos.

 

 

José Rosendo Castro: La bahía de Ohuira es uno de los tres cuerpos lagunares más importantes del Pacífico mexicano, tanto que el gobierno federal lo registró en un listado internacional con el objetivo de aplicar políticas de conservación para cuidar este humedal. Es un tratado que firmó el Estado mexicano llamado Ramsar y que recoge aquellos sitios que son muy importantes para los ecosistemas, tanto de aves como de mamíferos marinos. Es una bahía de 125 kilómetros cuadrados y el detalle es que de las tres lagunas que están frente a Topolobampo, esta es la más vulnerable ya que es una bahía con una profundidad promedio de dos metros que se ve afectada por las temperaturas y además tiene una boca muy angosta. En las otras dos bahías casi entra el mar y en una cuantas horas la marea se lleva cualquier contaminante. Pero la bahía de Ohuira tiene una boca muy corta, de solo 700 metros de ancho, que no permite que los contaminantes que caen dentro salgan hacia fuera en varios meses.

 

 

¿Cuáles son los riesgos de construir la planta de fertilizantes en esa zona para los animales y para los seres humanos que pueblan los alrededores?

 

 

Desde 2014, cuando la empresa Gas y Petroquímica de Occidente logró algunas autorizaciones de manera muy cuestionable para iniciar la construcción, empezaron a violar los condicionantes que les impuso la Semarnat, como no rellenar el humedal, no interrumpir los flujos hídricos al resto de los manglares y no cortar manglar, pero nada de eso respetaron. Los primeros que se dieron cuenta de esto fueron los pescadores, ahí es su zona de pesca, ahí es su lugar de criadero de larvas de camarón y alimento para muchos peces. Ellos iniciaron la lucha en 2015 y por medio de un amparo lograron la suspensión, pero la empresa nunca la acató, siguieron construyendo y alteraron el ecosistema en esa zona. Nosotros entregamos a Malova y al candidato electo Quirino Ordaz Coppel un pronunciamiento en donde varios expertos en la materia les hicieron ver que además de violar el tratado Ramsar, violaban otros tratados como el que protege el derecho de los indígenas a ser consultados y varios artículos de la Ley General de Vida Silvestre donde se habla de la protección del manglar. Ellos están poniendo en riesgo varias especies que esa zona contiene. Hay especies en vías de extinción, de protección especial, especies amenazadas. Ahí vas a encontrar delfines nariz de botella, tres tipos de tortugas que van y se alimentan ahí, hemos tenido avistamiento de ballenas, aves que son endémicas de la región. Hay un 80% del volumen de aves migratorias que vienen a México desde Canadá y se detienen un tiempo en esa bahía. Pero hasta las islas que son protegidas, como la Isla de los Patos, ya está severamente impactada, las aves ya se están retirando porque el lugar donde ellas comían ya fue utilizado por la planta. Ya han afectado los ecosistemas y la población de fauna en el lugar y solamente con el relleno que hicieron de 28 hectáreas. En 2016 ingresaron otra solicitud para que se les autorizara un nuevo relleno contiguo de 80 hectáreas. Ellos compraron de manera muy cuestionable terrenos supuestamente ejidales pero que no son válidos porque están en el mar, están en el humedal, están cubiertos por agua. Tú debes saber que la zona federal abarca diez metros después de la última marea. Ellos compraron eso y lo registraron como si fueran potreros o terrenos de agostadero y los escrituraron como propiedad privada. Ellos para tratar de pasar a una segunda fase y construir la planta de fertilizantes habían comprado 200 hectáreas aproximadamente, de las cuales ocupaban hacer un nuevo relleno de 80 hectáreas. Ingresaron la solicitud a la Semarnat, pero no se les autorizó. Ya había movilización de los pescadores, entonces no prosperaron, ellos retiraron la solicitud, ya no han vuelto a insistir, la empresa ya se resignó a por lo menos sacar la planta de amoniaco, lo cual también es un grave peligro.

 

 

¿En qué radica exactamente el riesgo de la planta? ¿en la descarga de agua hipersalina? ¿en el monóxido de carbono?

 

 

Nosotros hemos manejado los riesgos que ellos mismos mencionan en su estudio de impacto ambiental. No hemos inventado nada. También tenemos información del Consejo de Cambio Climático donde, para que te des una idea, se señala que por cada tonelada que se produce de amoniaco, se produce casi una tonelada de extracción de CO2, monóxido de carbono, el cual es usado como materia prima para producir la urea, el fertilizante granulado. Entonces si esta planta no va a producir fertilizante porque no tiene aprobado nada para fertilizante, pues que se prepare la bahía de Ahuira a tener la misma contaminación que tiene la Ciudad de México con los autos. Recordemos que es una planta que va a producir 2,200 toneladas diarias de amoniaco, eso también va a generar la misma cantidad de CO2, por lo que vamos a tener una contaminación atmosférica muy grave en esta zona. Van a recabar agua y la van a regresar a la bahía pero con una salinidad más alta que no tolera el camarón de bahía. La bahía tiene un camarón de exportación muy bueno, el camarón café, ese camarón va a ser succionado donde están los bancos de larva, que es de donde ellos van a tomar el agua para enfriar su maquinaria, y tienen estimado succionar 2 mil metros cúbicos por hora, que es mucho más de lo que toma la CFE. Cuando hablamos de cuestiones económicas, ellos prometen 144 empleos fijos, más unos 700 empleos durante la construcción, pero se está poniendo en riesgo la actividad de 10 cooperativas pesqueras, que son las que están pescando en Ohuira el puro camarón, y están poniendo en riesgo las actividades de una federación de pescadores de lancheros turísticos que pasean a los clientes. En 2018 la empresa consiguió autorización para un muelle dentro de la bahía de Ohuira. Les va a quitar espacio a los pescadores. Es un muelle supuestamente muy moderno, elevado, puedes pasar la lancha por debajo de la tubería y de los ductos, pero tienen que cimentarlo, tienen que escarbar para poner los pilotos, y eso va a levantar mucho contaminante, durante la construcción va a quedar inutilizable la bahía, no puede la bahía limpiarse fácilmente por las características que tiene. Y al parecer tienen que dragar anualmente, dragado de mantenimiento para que entren los buques, hablamos de una bahía de dos metros de profundidad en promedio, entonces van a estar dragando, van a estar contaminando.

 

 

Ustedes señalan que no están en contra de la industria petroquímica, pero piden que la planta se instale en otro lugar. ¿Qué lugar sería ese?

 

 

En el colectivo Aquí No hay ambientalistas, académicos, gente de las etnias, antropólogos, pero los expertos que saben dónde construir una planta están en GPO, en el Gobierno del Estado, en la Secretaría de Economía. La empresa presentó un estudio de riesgo ambiental en el que dicen que van a almacenar 75 mil toneladas de amoniaco, de las 2,200 toneladas diarias que van a producir. En su estudio la empresa dice que la planta es de muy alto riesgo por la cantidad de amoniaco que van a producir, pero que tiene mucha seguridad en la cuestión de las válvulas, las tuberías, aunque ellos mismos reconocen que el amoniaco que van a producir lo tienen que trasladar al muelle por un ducto de tres kilómetros, un ducto que llaman aminoducto, de 3 kilómetros de largo y de 18 pulgadas de ancho, es el ducto más grande que hay en el país. Hay un ducto que va de Coatzacoalcos a Salinas Cruz, Oaxaca que es donde está produciéndose el amoniaco y de ahí lo traen en barco a Guaymas y a Topolobampo, es un ducto que ha tenido muchas fugas y ha habido muertos en la selva de Chiapas. Lo bueno es que está en la Selva. Aquí el ducto va a pasar por la ciudad de Topolobampo, y ellos mismos reconocen, los técnicos en sus estudios, que es un riesgo inaceptable, que los últimos análisis que han hecho, a pesar de las válvulas que van a frenar automáticamente en cuanto se perfore una pulgada, tres pulgadas, 9 pulgadas, una ruptura completa, el área que va a impactar, si no hay viento, en el peor de los casos va a impactar hasta la ciudad de Los Mochis, en el mejor de los casos, por lo menos su zona mortal, sería la población de Topolobampo. Es un riesgo que es innecesario vivirlo.

 

 

Francisco Labastida Ochoa es uno de los principales promotores de la planta, ha señalado que detrás de los grupos ambientalistas que se oponen al proyecto están los intereses de los empresarios importadores de fertilizantes. ¿Qué le responden?

 

Yo he acompañado al colectivo desde 2017. Hemos hecho declaraciones, pronunciamientos y entregado documentos a las autoridades. Desde 2017 nos sumamos a esta red ambientalistas, indígenas, pescadores, investigadores y académicos y nunca hemos visto a un empresario darnos su apoyo. Tenemos restauranteros de Maviri que están pensando presentar un amparo contra la planta porque a ellos les impacta en lo que consumen, pero empresarios, gente dedicada al agro, nosotros no conocemos.

 

 

El alcalde Billy Chapman equipara la construcción de esta planta con el ingenio azucarero que le dio forma a la economía del municipio, dice que esto generaría una riqueza superior.

 

 

Recordemos que son empresas extranjeras cuyas principales utilidades van a ir fuera. Va a haber repercusiones, independientemente de que también son muy poquitos empleos, es una empresa muy automatizada, pero no deja de reconocerse que va a haber consumo en restaurantes o algún proveedor local que les surta, pero insisto, el volumen, lo que tiene Topolobampo es mucho más grande, tiene un gran futuro turístico, tiene un gran futuro pesquero. El origen de Topolobampo es la pesca, no es la industria. Y los pueblos originarios, los Yoremes, viven del mar, demostraron que un juez que les concedió el amparo que los pueblos indígenas se sustentan de la bahía y han sufrido por todos los elementos, la planta de la CFE, el tanque de Pemex, y ahora la pretensión de hacer una planta de amoniaco que ya rellenó indebidamente, que quiere hacer dragado, que quiere generar un producto cuando tenemos más de ocho plantas de amoniaco en México que no estamos utilizando por problemas técnicos y cosas que deliberadamente muchos empresarios o grupos de poder han hecho que no produzca el Estado mexicano, pudiéndolo producir. Hay capacidad mexicana para echar a andarlo, nomás que a ellos les conviene decir, no, ya no utilicen la estructura que tiene el Estado mexicano, déjenos a nosotros. 

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