Emiliano Salinas, hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari, sabía lo que su socio Keith Raniere hacía con las mujeres a las que usaba como esclavas sexuales, peor optó por callar para seguir manteniendo el negocio de la franquicia en México de la secta Nxivm, afirma el periodista Juan Alberto Vázquez.

Por Sergio Ramos.

Una investigación en Estados Unidos dio a conocer en octubre de 2017 que un grupo de mujeres había sido marcada con las iniciales K R, como parte de ceremonias de iniciación en las que se convertían en esclavas sexuales del empresario y gurú de los programas de superación personal, Keith Raniere.

Tras el escándalo que se generó con los testimonios de las sobrevivientes, Raniere huyó a Monterrey y luego a Puerto Vallarta, ayudado por sus incondicionales mexicanos. Finalmente, Raniere fue detenido por la Policía Federal y extraditado a Nueva York donde, tras un juicio de apenas siete semanas, fue declarado culpable de varios delitos, entre ellos, fraude, trata de personas y abuso de menores.

Durante más de dos décadas, ayudado por su habilidad para la manipulación, Raniere construyó un imperio de la autoayuda que atrajo a miles de mexicanos, entre ellos, Emiliano Salinas Occelli, hijo del expresidente Carlos Salinas de Gortari, quien fue el dueño de la franquicia de Nxivm en México.

A pesar de que Emiliano negó estar al tanto de las atrocidades cometidas por su socio, varias grabaciones lo desmienten, por lo que el periodista Juan Alberto Vázquez, autor del libro La Secta que sedujo al Poder en México, no duda en afirmar que el hijo de Salinas prefirió mantener su exitoso negocio antes que romper con Raniere, defendiéndolo hasta el último momento.

Además de Emiliano, mujeres de la “alta sociedad” de Guadalajara, Monterrey o Ciudad de México, incluyendo familiares de dueños de medios de comunicación o de exfuncionarios federales, se dejaron seducir por el gurú del empoderamiento y no solo cedieron a sus deseos sexuales, sino que también se convirtieron en cómplices al reclutar a otras mujeres para sus rituales.

DE PRIMERA NOTICIAS: Háblanos sobre la personalidad de Keith Raniere que le sirvió para seducir, embaucar, amedrentar y aplastar a mucha gente antes de ser denunciado por abuso sexual de mujeres.

Juan Alberto Vázquez: Desde muy pequeño Keith Raniere demostró ser muy inteligente, pero también se dio cuenta de que podía engañar y usar a la gente. Se le fue armando una autoestima muy sólida, desarrolló la creencia de que él era un ser superior y adoptó actitudes antisociales como no tener empatía por el dolor ajeno o lastimar a las mujeres con las que se relacionaba sin que le generara ningún tipo de arrepentimiento. Este tipo de personalidad tiene mucho que ver con los grandes vendedores, gente que se sabe vender muy bien, tipo Donald Trump o Jeffrey Epstein, a quienes no les importan las personas de al lado, o las que tienen enfrente. Es parte de lo que Raniere fue desarrollando hasta que en 1998 funda una empresa que ofrecía cursos de autoayuda llamada Nxivm (se pronuncia nexium). Dos años después de fundar la empresa se le acercaron dos mujeres millonarias y que gastaron más de 100 millones de dólares en él, en sus correrías y caprichos. Entonces todo le funcionaba a Raniere y se empezó a sentir intocable, impune, con el derecho a castigar o a lastimar a la gente, a pisotear a los que consideraba sus enemigos. Sentía que podía hacer lo que quisiera.

¿Qué ofrecía la empresa NXIVM que atrajo a tanta gente cuando todavía se podía considerar que estaba del lado legal?

Hay testimonios de mucha gente que dice con esos cursos perdieron el miedo a volar o que dejaron de fumar. Estamos en una sociedad en la que 9 de cada 10 seres humanos tiene problemas psíquicos o arrastran traumas de la infancia. En ese sentido estas empresas de coaching (entrenamiento) tienen mucho de dónde sacar provecho. Lo que hizo Raniere fue usar retazos de muchas otras actividades o empresas que ya habían sido probadas como, por ejemplo, la cienciología. También usaron un poco de hipnosis y trataron de patentar sin lograrlo un método que Raniere llamó Cuestionamiento racional y que busca que los alumnos identifiquen por sí mismos qué es lo que les impide crecer o alcanzar la mejor versión de sí mismos. Hasta ahí vamos bien: era una empresa de coaching cuyos cursos ejecutivos ayudaban a superar problemas. Sin embargo, estaban brindando verdaderas terapias psicológicas sin tener títulos de psicólogos. Capacitaban a alumnos que después de un curso al vapor de algunos meses ya operaban como coaches, como si fueran realmente psicólogos, entonces, así como ayudó a algunas personas, también perjudicó a muchas otras porque no eran profesionales listos para dar ese servicio. A final de cuentas lo que sí era un hecho es que todos comenzaron a crear una dependencia muy grande de Raniere al grado de que hubo gente que dejó a sus familias, entregó sus casas, sus fortunas. Un verdadero lavado de cerebro para los fines de este cuate que cada vez estaba enloqueciendo más.

En qué momento aparecen los mexicanos que contribuyeron a que esta secta se convirtiera en una verdadera franquicia internacional.

El éxito local que tuvo la empresa atrajo la atención de muchos mexicanos que vivían aquí en Nueva York. Mexicanos de familias ricas que estudiaban o trabajaban acá. Uno de los primeros fue Édgar Boone, que viene de una de las familias más poderosas del norte de México que posee estaciones de radio en Coahuila, Chihuahua y Nuevo León. Boone era un fanático de todo esto del coaching y había tomado cursos en Chicago y otras ciudades. Entonces se mete a estos cursos de Nxivm, le parecieron maravillosos y dijo esto puede funcionar en México. Fue el primero que llevó los cursos a Monterrey y empezó a involucrar a mucha gente de la comunidad, de la socialité, empresarios y políticos de Monterrey. Pero quien realmente llevó todo esto a otro nivel en México fue Emiliano Salinas. En 2004, estudiaba una maestría en Harvard y se enteró de los cursos de Nxivm. Algo que tenía Raniere era que detectaba cuando se le acercaba gente poderosa y entonces los arropaba. Cuando supo quién era Emiliano Salinas, ya no lo dejó escapar, lo trató muy bien y hablaron de traer esto a México de una manera más formal. Fue Emiliano el causante de toda la explosión en México de Nxivm. Se trata de un cuate carismático, simpático, joven, guapo, y a él se le debe el éxito en México de los cursos de Raniere. Incluso hubo una presentación que cubrieron las revistas de socialité que le dieron portadas a Emiliano Salinas inaugurando el centro ESP en 2006 cuando ya empiezan las actividades en México como franquicia.

A partir de qué momento esta empresa que ofrecía cursos de superación se convierte en una red de crimen organizado, cuáles fueron las primeras anomalías o ilegalidades que se detectaron.

Lo primero fue la evasión de impuestos. Nunca, por ejemplo, presentaron realmente a la Hacienda de Estados Unidos los estados de cuenta o la información de cuánto dinero estaban gastando. Tampoco hay reportes de las utilidades que de México les llegaban. Había envíos a Nueva York de efectivo sin declarar ni a la Hacienda mexicana ni a la gringa. Pero te puedo decir que desde 2008, los integrantes del grupo más cercanos a Raniere como Emiliano Salinas o las hermanas Bronfman ya investigaban a los que supuestamente eran enemigos de Raniere: periodistas, políticos, gente que había tomado los cursos con ellos. A cualquier persona que Raniere consideraba enemigo le hacían investigaciones ilegales, se metían a sus correos electrónicos, a sus cuentas bancarias, les inventaban cargos sin importar que, finalmente, uno o dos años después, los jueces tuvieran que desechar las acusaciones porque lo que ellos querían era enfrentarlos a la justicia, llevarlos a la quiebra, desgastar a los enemigos. Te estoy hablando de un coctel de pequeñas violaciones a la ley que a final de cuentas te hablan un poco de esta careta criminal, de esta careta de alguien que dice conmigo no van a poder y a mí nunca me va a alcanzar la justicia.

El elemento fundamental que sirvió para enviar a la cárcel a Raniere fue el asunto de la secta, armada dentro de la empresa, con puras mujeres a las que consideraba sus esclavas sexuales: DOS (Maestro de las compañeras obedientes).

Antes de que estallara ese escándalo, ya Raniere tenía muchos años tratando como esclavas a las mujeres. En el juicio hubo un testimonio de una mexicana, Camila, con quien tuvo relaciones sexuales siendo una menor de 15 años de edad. Ella dijo que él le decía: dime que soy tu amo, tú eres mi esclava. Ya venía haciendo estos ensayos hasta que, en 2014, decide crear su grupo de esclavas sexuales, empieza a idear este asunto de la ceremonia en que las mujeres eran marcadas. Entonces era un engaño a muchas mujeres que habían tomado los cursos con Raniere. Les decían: estamos creando un nuevo grupo, es para empoderar aún más a las mujeres, un grupo muy cerrado, si quieres entrar tienes que dar una muestra. Entonces las mujeres tenían que entregar una foto íntima, una carta, dinero, alguna propiedad, algo para que después no se pudieran arrepentir y estaban atrapadas. Se manejaba el cuento de que era un cosa que iba a fortalecer su espíritu, sus decisiones, etc. Muchas de ellas, después de ser marcadas, decidieron denunciar al FBI. No soportaron más este asunto. En ese momento tenía 30, 40 mujeres con las que mantenía relaciones, ya muy en la onda del sadomasoquismo, ya completamente enloquecido. Para ese momento su empresa caminaba sola, en México los cursos seguían siendo un éxito, pero él ya nada más tenía mente para estas perversiones.

Cuando se dio a conocer esta situación, Emiliano Salinas se desmarcó diciendo que él no estaba al tanto de esta secta que había dentro de la empresa, pero hay grabaciones en las que él reconoce que estaba al tanto de esta situación e incluso intenta justificar a Raniere diciendo que estas mujeres habían aceptado por su propia voluntad participar en las ceremonias donde eran marcadas. ¿Hasta dónde llegó la participación de Emiliano en la empresa?

Emiliano Salinas sí participó en una ilegalidad que se dio a conocer en el juicio en el que incluso fue nombrado co-conspirador de Raniere en esta empresa criminal. Y esa ilegalidad fueron las investigaciones que hicieron de los enemigos de Raniere. Hay correos electrónicos en donde Emiliano triangula mucha de esta información y acepta que ya contrataron a unos investigadores y manda los correos a otra persona para que esa persona lo regrese a Nueva York como para que, decía, el FBI pierda la ruta. En eso participó Emiliano Salinas. Es lo que está comprobado. Ahora, en lo del grupo sexual DOS, no tengo pruebas pero mi teoría es que él sabía de todo este asunto, pero lo minimizó o pensó que no era tan grave. Yo más bien creo que Emiliano Salinas estaba teniendo mucho éxito con la empresa, mucho éxito económico, le estaba yendo muy bien a Nxivm México. Estamos hablando que de los 16 mil alumnos que en total tuvo la empresa, 8 mil se inscribieron en México, y el que llevaba las riendas de la empresa en México era Emiliano. Estaba muy contento desarrollando los cursos, invitando a más personas, triunfando en los negocios. Y entonces trató de minimizar lo que estaba pasando con su socio Raniere por darle prioridad a los negocios. Esa es mi teoría. Pero sí sabía obviamente porque en las grabaciones se oye cuando él justifica a Raniere, que se acueste con las alumnas o que las marque o tatúe. Emiliano Salinas no es tonto, él se dio cuenta de muchas cosas, él venía cada año a Nueva York, debió de darse cuenta de cómo se le rendía tributo a Raniere, de cómo vivía rodeado de tantas mujeres, él se dio cuenta de todo eso. Incluso cuando se dio a conocer este reportaje del New York Times que desencadenó que Raniere se diera a la fuga a México, todavía pasaron seis meses para que Salinas decidiera desligarse de la empresa. Que la gente saque sus propias conclusiones: la mía es que sabía todo y lo minimizó por darle prioridad al negocio.

¿Consideras tú que el poder político que respalda a Emiliano Salinas haya tenido algo que ver como para que, hasta este momento, a pesar de que su nombre fue pronunciado en el juicio, no esté encarando ningún proceso en su contra en Estados Unidos?

Cuando las autoridades se deciden investigar a Raniere se limitan a investigarlo a él. Le levantan una acusación junto a un grupo muy reducido de personas, entre las que estaba la mujer con la que fundó la empresa, Nancy Salzman, y su hija, Lauren Salzman. También estaba Clare Bronfman, la millonaria que invirtió 100 millones de dólares a este proyecto, y la contadora de la empresa, Kathy Russell, que fue quien hizo los movimientos para no pagar impuestos. El FBI se conformó con acusar a ese grupo muy cercano y dejó fuera a Emiliano Salinas y a mucha gente más. Dejó fuera a la doctora Daniela Roberts que era la que marcaba a las esclavas, dejó fuera a Sara Bronfman, dejó fuera a Nicki Clyne. Es decir, no es nada más Emiliano. Y a lo mejor sí tuvieron que ver los conectes que aún conserva su papá acá en Estados Unidos, sobre todo en el Partido Demócrata. Aunque también hay otra versión que dice que Emiliano colaboró con la Fiscalía: yo te paso pruebas y tú déjame afuera, lo que ahora se dice que está haciendo Emilio Lozoya en México.

En el círculo cercano de Raniere se mencionó a varias mujeres mexicanas, incluyendo a la hija del dueño de Reforma, que cometieron delitos graves y a quienes tampoco se les enjuició. ¿Qué es de ellas actualmente?

En enero de este año se presentó en la misma corte una demanda civil en la que están incluidas las mexicanas que formaban parte del círculo cercano: Mónica Durán, Daniela Padilla, Loreta Garza y, sobre todo, Rosa Laura Junco, la hija del dueño del periódico Reforma. Esta demanda civil la interpusieron 80 personas que buscan una restitución económica porque según ellas invirtieron dinero y años de su vida en una empresa que las engañó. A las mexicanas demandadas se les acusa de haber dirigido esta organización corrupta que abusó física y psicológicamente de estas personas, que saqueó económicamente a otras u obligó a servir como esclavas sexuales a muchas más. Si esta demanda avanza, es probable que sean citadas a declarar en la corte. ¿Qué están haciendo ahora estas mujeres? La mayoría está escondida en algún lugar de México. No se sabe mucho de ellas. Mónica Durán regresó a Tampico de donde es originaria aunque luego se mudó a Querétaro para tratar de rehacer su vida. Lo mismo con las chicas Garza, quienes estaban casadas con gente que eran seguidores muy cercanos de Raniere, vivían en Nueva York y se regresaron a Monterrey. De Rosa Laura realmente no se sabe nada, pobre, debe de estar realmente deshecha sobre todo por su imagen, el desprestigio que igual alcanzó a Emiliano Salinas. Pero los correos que se leyeron en la corte de ella ofreciéndole a su hija menor de edad a Raniere son brutales. Te habla del grado de devoción enferma, ciega, fanática, que tenía esta gente sobre Raniere. Además, Rosa Laura también fue señalada de ser quien guardaba todo el material comprometedor que las esclavas tenían que entregar como prueba de que sí querían formar parte de esta secta y para que luego no se arrepintieran.