El pasado 4 de julio, el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador desplegó su dotación de la Guardia Nacional en Sinaloa y para lucirse ante los medios de comunicación, se realizó un “operativo” en diversos sectores de la ciudad de Culiacán, como la colonia Pemex, donde un día antes un grupo de sicarios había asesinado a una pareja frente a los militares que resguardan las instalaciones de la paraestatal. En Sinaloa la espiral permanente de violencia se mantiene tan activa, a pesar de que las autoridades cada vez tratan de maquillar las cifras y hacen anuncios alegres de que ya casi, ya merito, logramos proteger a los ciudadanos.
Por Santiago Rentería.
A dos semanas del arranque de las operaciones de la Guardia Nacional en Sinaloa, sobre todo en Culiacán, poco o nada ha cambiado en la inseguridad, solo el uniforme de unos cientos de elementos que ahora portan con orgullo un brazalete negro con las insignación GN: los homicidios dolosos se mantienen a la orden del día y los robos con violencia mantienen sumidos en el temor a los ciudadanos.
Aunque también dos semanas es un periodo de tiempo corto, no hay que olvidar que desde hace meses la Secretaría de la Defensa Nacional y el gobierno del estado encabezado por Quirino Ordaz Coppel le regalaron una base de más de 300 millones de pesos a la Policía Militar en la base de El Saúz, que tiene capacidad para albergar a 3 mil soldados. Es decir, la militarización no es nueva en Sinaloa, menos en Culiacán, desde donde hace años militares, marinos y federales se pasean en operativos policiacos.
En total, el 4 de julio por la tarde se desplegaron solo 120 elementos de este cuerpo militar élite creado por el gobierno de la “Cuarta Transformación”, nada más en Culiacán. De acuerdo con las autoridades estatales, en Sinaloa se mantienen activos 3 mil elementos que se conforman con Policía Militar que está en proceso de integrarse a Guardia Nacional, Policía Naval, Policía Federal y Policía Estatal Preventiva.
Ese día, acompañados del Secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, teniente coronel Cristóbal Castañeda Camarillo, los guardias nacionales caminaron por las calles de la colonia Pemex, montaron puntos de revisión y hasta uno de los elementos, buscando la atención de los ciudadanos, se subió a un camión urbano de la ruta del sector, y arengó a los pasajeros:
"Somos integrantes de la Guardia Nacional para que sepan y esten enterados que a partir de esta fecha causamos alta para darle más apoyo a la ciudadanía. Nos ponemos a sus órdenes para lo que se les ofrezca y lo que necesiten, y hay estamos", dijo ante un grupo de ciudadanos que se quedaron mirando de forma extraña.
“Pues ojalá que de algo sirva”, comentó en voz baja un pasajero.
Y la ola de homicidios sigue
Unas horas antes de que una parte de la Guardia Nacional aterrizara en Sinaloa y se internaran en las calles de la colonia Pemex, un comando armado persiguió por las calles del sector Barrancos y dio muerte a una pareja justo afuera de las instalaciones logísticas de la paraestatal.
De acuerdo con los datos recabados, la pareja circulaba primero por las calles del sector Barrancos cuando fueron interceptados por sujetos armados, lo que inició una persecución. En un intento de escapar, el conductor se internó por la colonia Pemex hasta llegar casi a la entrada de las instalaciones petroleras. Allí fueron acribillados a balazos, cuando varios elementos militares se encontraban en las barricadas de la entrada. En apariencia la pareja intentó ocultarse dentro del complejo.
Incluso los sicarios todavía tuvieron tiempo de bajar de la unidad en la que iban y disparar directo al parabrisas, en donde quedaron ambos cuerpos. Luego de marcharon y después salieron los soldados a ver la escena del crimen. De ahí, quiza, que la Secretaría de Seguridad Pública consideró que la Pemex sería buen punto para el despliegue inicial. En declaraciones, Castañeda Camarillo indicó que esta colonia cuenta con altos índices de inseguridad.
Además del asesinato de la pareja, por la tarde un comerciante de la colonia Jesús Valdés fue asesinado a balazos cuando se encontraba en el interior de su tienda de abarrotes, mientras que al mediodía la banda conocida como “de los chalecos del INE”, por usar gorras y atuendos del Instituto Nacional Electoral, llevó a cabo otro bancazo en la ciudad.
Este grupo de jóvenes asaltantes ya ha sido plenamente identificado por la Fiscalía del Estado y se encuentran en lista de captura. Según las investigaciones, han atracado sucursales por el rumbo de la Universidad Autónoma de Occidente y por la zona de Cañadas.
Al día siguiente del inicio formal de las operaciones de la Guardia Nacional en la capital, tres amigos que se encontraban conviviendo y tomando cerveza afuera de un domicilio del fraccionamiento Portalegre fueron atacados a balazos por dos sujetos que presuntamente robaron un vehículo. En la cochera quedó muerto un hombre de unos 35 años, y otros dos fueron trasladados a un hospital, heridos de bala.
El día 8, un presunto robacarros fue abatido por la Policía Municipal y otro más resultó herido durante una persecución en el sector Barrancos y que concluyó en El Palmito Industrial. A la mañana siguente un joven identificado como José Antonio, de 35 años, apareció asesinado días después de haber sido levantado saliendo de una marisquería de la colonia Buenos Aires.
También un velador de nombre Gustavo, de 60 años, quien cuidaba una ladrillera en la Loma de Rodriguera, fue encontrado muerto a puñaladas dentro de una vivienda humilde. El 10 de julio por la mañana dos sujetos que iban paseando en una camioneta por la colonia Adolfo López Mateos fueron ejecutados a balazos. Las víctimas bebían alegremente.
Más tarde se supo que un estilista profesional de la Emiliano Zapata, identificado como José Alfredo, de 45 años, y un tatuador de Infonavit Humaya, de nombre Marco César, fueron encontrados muertos a cuchilladas. Ese miércoles 10 de julio, además y por si fuera poco, los colectivos de búsqueda de personas desaparecidas habían encontrado más de 14 cuerpos de personas asesinadas sepultadas en fosas clandestinas, en Mazatlán, Culiacán, Navolato y Ahome, convirtiendo Sinaloa en uno de los primeros estados como más hallazgos de este tipo.
El discurso “bonito”
Durante la primera reunión del Gabinete de Seguridad de Sinaloa a la que se integró el representante de la Guardia Nacional, el subsecretario de Seguridad Pública, Prevención y Reinserción Social, Carlos Alberto Hernández Leyva, detalló que los delitos van a la baja en el estado.
Indicó que aquellos que tuvieron un desenso fueron el robio violento de motocicleta con un 53 por ciento menos, robo a transeúnte un 48 menors y el robo de vehículo un 46 por ciento de decremento, nada más en la capital sinaloense.
Sin embarto, del homicidio doloso no habló, y aunque de acuerdo con las estadísticas de la Fiscalía General del Estado durante 2019 ha bajado en relación con 2018 y 2017, lo cierto es que la ciudadanía todavía tiene una alta percepción de la violencia en Culiacán.
Hasta junio pasado, la Fiscalía registró 440 homicidios dolosos en Sinaloa, sin contar los más de 150 cadáveres encontrados en tumbas clandestinas a lo largo y ancho de la geografía sinaloense. El robo bancario también ha ido a la alza con 21 asaltos registrados en lo que va del año, contra los 33 de todo el 2018.
A pesar de que hasta ahora no se ha definido una estrategia diferente por parte de la Guardia Nacional, pues todo apunta que se dedicará a patrulleos y establecer puntos de revisión en el estado, las autoridades locales aseguran que con su presencia se ha venido a reforzar la seguridad del estado.
“Va a ser muy importante la nueva coordinación que vayamos a tener en relación a las instrucciones que también tiene la Guardia Nacional para ver cómo vamos a reestructurar también nosotros en el tema del despliegue de ellos las actividades que realicemos nosotros”, destacó Hernández Leyva en la reunión de Gabinete.
Y sentenció: “Ahorita nos estaba funcionando muy bien el tema de la estrategia de Protección Ciudadana, los seis puntos fijos para cubrir las partes o las salidas y las rutas más importantes y las salidas de Culiacán y luego seis puntos móviles que cubrían parte del sector que estaba fijo apoyado de todas las fuerzas de seguridad pública, cada quien trabajando en su sector de responsabilidad en sus áreas”.
Pero mientras ellos dicen trabajar, los criminales continúan operando.