En Sinaloa se realizan más implantes de seno que en Sao Paolo, Brasil, pese a tener menor población, por lo que los cirujanos estéticos deben exigir a sus pacientes mastografías y ultrasonidos antes de operar, propuso el oncólogo Cuitláhuac González Galindo.

Ello, al participar como expositor en el “Foro para la Sensibilización en la Lucha Contra el Cáncer de Mama. Tocarse sin Miedo es Amarse”, que organizó el Congreso del Estado este miércoles, a través de la Comisión de Salud y Asistencia Social.

Aseguró que actualmente el cáncer ya no es sinónimo de muerte, pues prácticamente para cada caso hay un tratamiento diferente, e incluso señaló que hay cirugías en las que las pacientes se van a sus casas el mismo día.

En México, dijo, cada año se detecta más de un millón de casos nuevos y la mortalidad anual por esta enfermedad es de 522 mil pacientes, lo que equivale a tener lleno seis veces el estadio Azteca de la Ciudad de México.

Expuso que hay varias causas de riesgo para el desarrollo de cáncer de mama, como son los antecedentes familiares, sobrepeso, periodo menstrual hasta los 40 años, tabaquismo, mutaciones genéticas y otras.

Aclaró que los implantes de seno no provocan en sí el cáncer de mama pero dificultan después una detección temprana del mismo, razón por la cual se recomienda los estudios arriba descritos.

Lo más importante, expuso, es la exploración por parte de las mismas mujeres, a través de la cual se pueden detectar bolas, llamadas técnicamente nódulos.

Aclaró que no todos los nódulos son malignos, pues hay algunos que pueden ser producto de alguna lesión o bien simplemente quistes.

A pesar de que muchas mujeres se detectan estos nódulos, expuso, en general se abstienen de ir con el médico y dejan pasar el tiempo, lo cual permite que el cáncer avance y luego sea difícil curarlo.

Explicó que la teoría de por qué las mujeres no acuden al médico al detectarse los nódulos es porque enfrentan problemas con su pareja o con la familia o sufre de un marcado estrés o depresión.