Desde un principio la denuncia fue clara: La Fiscalía General del Estado de Sinaloa, a cargo de Juan José Ríos Estavillo, retrasó la investigación en torno al asesinato del joven Humberto Trejo Espinal debido a que el padre del hoy imputado es una persona influyente en la administración pública del estado y además tiene una tía magistrada en el Tribunal de Justicia del Estado. Todo esto combinado ha puesto en entredicho al fiscal antes defensor de los derechos humanos en Sinaloa, mientras que las redes sociales siguen siendo el escaparate para darle rostro a la impunidad que se perpetua. A cinco meses del crimen, un presunto homicida sigue protegido de manera institucional.

Por Santiago Rentería

Al día siguiente del asesinato de Humberto Trejo Espinal, de 24 años, miembro de una prominente familia de empresarios de Culiacán, comenzó a circular el rumor de que uno de sus “amigos” era el responsable del crimen, y hasta imágenes circularon del joven acusado que apenas ahora cuenta con una orden de aprehensión, pero que, a decir de familiares, “sigue siendo solapado por las autoridades”.

Ya se cumplieron cinco largos meses de aquel día terrible en que Trejo Espinal fue localizado por dos chicos en bicicleta en el interior del complejo residencial La Primavera, aunque las autoridades locales intentaron hacer ver que el cuerpo había sido hallado fuera. Cinco meses en que su familia ha buscado la forma en que el culpable reciba su castigo judicial.

El 14 de junio pasado, a través de redes sociales y en un cartel espectacular colgado afuera de este residencial del sur de la ciudad, familiares difundieron la fotografía del joven Iván Alejandro Zazueta Zazueta, como el responsable directo de la privación de la vida del joven culichi, y para verificarlo anotaron el número de orden de aprehensión librada por un juzgado local: 153/2019.

Con bastante impotencia, una familiar de la víctima mencionó que Iván Alejandro es hijo del doctor Juan Manuel Zazueta Tirado, cirujano pediatra bastante reconocido en Sinaloa, quien a su vez es hermano de la magistrada del Tribunal de Justicia de Sinaloa, Gloria María Zazueta Tirado, a quien en una carta pública publicada en Facebook señalaron de presionar al fiscal Juan José Ríos Estavillo para bloquear la investigación del caso.

En un mensaje dirigido al doctor Zazueta Tirado, un familiar le señaló: “Entregue a su hijo Iván Alejandro Zazueta Zazueta, asesino de mi sobrino Humberto Trejo Espinal. Hay una orden de aprehensión número 153/2019, lo siguen solapando, escondiendo, manteniendo después del horrible y cobarde crimen que cometió. Es de no creerse tanta maldad, corazón negro, como si nada hubiera pasado.”

También acusaron que, gracias al bloqueo de las investigaciones, el joven Zazueta Zazueta, a quien apodan El Borre, tuvo tiempo suficiente para escapar de la acción de la justicia, y hoy se encuentra prófugo, pero protegido desde el Quinto Piso de la Fiscalía (despacho de Ríos Estavillo), y con un hilo de podredumbre que se extiende hasta los sótanos del Tribunal de Sinaloa y las instancias de gobierno, en donde el doctor Juan Manuel despacha.

Las cartas a la opinión pública

Fueron tres cartas públicas las que la familia de la víctima difundió, no solo denunciando el nulo actuar de las autoridades en materia de procuración de justicia sino además disipando dudas, entregando información a la opinión pública, información que siempre la Fiscalía negó dar por “respeto al debido proceso”, pero que a todas luces guardaba un tufo sospechoso a corrupción, influyentísimo e incapacidad.

En la primera, escrita por su madre, doña Natalia Espinal, afirmó, contrario a la versión oficial, que su hijo había sido encontrado dentro de La Primavera.

“A mi hijo lo mataron dentro de La Primavera y los responsables están viviendo como si nada”, escribió, y aclaró que su familia no vivía en este residencial, pues quien vivía allí es la familia del imputado.

Ya desde entonces su madre publicó en redes sociales que las autoridades saben quién era el responsable, quién es su familia, pero no hacían nada para detenerlo.

“La familia del asesino de mi hijo lleva hasta el día de hoy una vida cien por ciento normal, los padres continúan trabajando y sus hermanos no han faltado a la escuela ni a eventos sociales, ni a su trabajo. Nosotros, a pesar de ser la parte afectada, no podemos salir de nuestra casa, ni a trabajar, ni mis hijos pueden ir a la escuela por precaución”, detalló Natalia Espinal, madre de Humberto.

La segunda carta de exigencia de justicia fue escrita desde la perspectiva de la víctima, expresando en primera persona el reclamo y además advirtiendo la falsa amistad del presunto responsable.

“Iván Alejandro Zazuetaa Zazueta Alias El Borre a quien alguna vez permití tener un acercamiento como si fueras un amigo, nunca te tuve desconfianza, recuerdo el día, horas antes de mi desaparición, me marcaste por teléfono para que te auxiliara, ya que me comentaste habías tenido un accidente automovilístico, a lo cual acudí de inmediato en tu ayuda, nunca podría imaginarme porque acabaste injustamente con mi vida.

Lejos de ser un amigo, me encontré con un ser mezquino sin respeto por la vida, alguien que con saña terminaría con mi vida; disparándome y después abandonándome a mi suerte hasta que a mi padre con todo el dolor de su corazón le avisaran para identificar mi cuerpo.

Imagínate, el sufrimiento de mi madre, mis hermanos y amigos que verdaderamente me estimaban y que tú como yo sabemos que ¡ESTO! nunca debió haber pasado.

Ya no podré disfrutar de mi comida favorita, ni de un partido de basquetbol como cualquier joven a sus 24 años como yo lo hacía Mucho menos jugar vídeo juegos con mi hermano un día cualquiera.

¡Hoy! Eso es lo que pido ¡JUSTICIA! Esa persona a la que alguna vez pensé llamar “amigo” acabó ¡INJUSTAMENTE CON MI VIDA!

Por esta razón tristemente ¡hoy! te digo que ¡nunca podrás ser como yo! Una persona que cree en la justicia, porque así hemos vivido, con gente buena, de sueños y esperanzas; por favor no dejes que gente como IVAN ALEJANDRO ZAZUETA ZAZUETA “Alias El Borre” salga impune, sin haber conocido esa justicia en la que tanto tú como yo conocemos y ¡HOY! tenemos la esperanza de que siempre prevalezca.

¡Fui en vida Humberto Trejo Espinal!

¡Ayúdame por favor a que se me haga Justicia!

Las “enchiladas” de Ríos Estavillo

Abordado por los reporteros, el fiscal Juan José Ríos Estavillo prefirió evitar proporcionar detalles de la investigación debido a que el titular de este órgano autónomo, Ríos Estavillo, señalara que deben ser cuidadosos en los procedimientos de la procuración de justicia y no entorpecer los avances de la investigación.

Al ser cuestionado dijo que no podía dar más detalles, destacando que muchos de los procedimientos “no son enchiladas” por lo que la Fiscalía pide a la ciudadanía que confíen en el trabajo de las autoridades.

De acuerdo con la versión de la familia, el día 25 de enero Iván Alejandro le habló al celular a Humberto para que lo auxiliara ya que había sufrido un percance automovilístico, aunque no grave.

De inmediato Humberto tomó su vehículo, un Volkswagen Bora y se dirigió con el hijo del médico, quien a final de cuentas le pidió que lo llevara a su casa, en La Primavera.

“Fue ahí donde Iván Alejandro le sacó una pistola a mi hijo”, relató la madre. Y es que, según las versiones, por un conflicto personal Zazueta Zazueta le dio muerte.

“Tras el engaño de Iván, le pide a Humberto que lo llevara de favor a su casa, entrando a La Primavera Iván amenaza a Humberto, con un arma de fuego que portaba y lo obliga a desviarse a un lugar poco poblado y es ahí donde lo obliga con el arma de fuego a bajarse del auto y lo mata a balazos”.

Un crimen. Un caso. Y una Fiscalía que parece operar del lado del presunto asesino, hoy en lista de búsqueda y localización, bajo lo que al parecer es el respaldo oficial.