Experimento de alto riesgo: Decreta gobierno fin del Covid-19
sábado, 30 de mayo de 2020
Experimento de alto riesgo: Decreta gobierno fin del Covid-19
  

El presidente Andrés Manuel López Obrador decretó para el 30 de junio próximo el término de la pandemia de coronavirus en México, pero con la enfermedad a todo lo que da en el país. Mientras tanto, organismos internacionales no ven las condiciones para dar por hecho la fase de mitigación del Covid-19 y en Sinaloa, donde la crisis sanitaria se extiende, los sectores sociales exigen dar a conocer la realidad y adoptar medidas de acuerdo a esta.

 

 

Por Redacción De Primera Noticias.

 

 

Cuando apenas se realizan los preparativos para la etapa de la recuperación económica en Sinaloa, y el mismo día que se reportaron en el estado 11 muertes por coronavirus y 63 contagios nuevos, el empresario Adrián Coppel formuló una serie de preguntas sobre si hay no las condiciones para el restablecimiento de tareas productivas, interrogantes que incomodaron a la Secretaría de Salud estatal.

 

Ocurrió el mismo día que el Gobierno Federal anunció que el 31 de mayo terminarán las medidas nacionales de la contingencia de salud y será responsabilidad de cada Gobernador establecer acciones locales, dar informes y decidir qué actividades se reanudan y cuáles continúan suspendidas. Esto a pesar de que en México se dio a conocer el 12 de mayo que el número de muertes crecía a 3 mil 926 y los casos nuevos fueron 1 mil 997 solo en esa fecha.

 

Coppel Calvo, quien al seno del grupo de control del Covid-19 en Sinaloa supervisa los alrededor de 120 millones de pesos que Grupo Coppel ha aportado en equipo, insumos, transporte, call centers, hoteles y alimentación para evitar que el personal médico vaya a sus casas y ponga en riesgo a sus familias, declaró en una conferencia de prensa organizada por la Coparmex, que falta generar reportes específicos al trabajo de trazabilidad, pruebas, contención de redes de contagio, y aislamientos focalizados.

 

“Esos son los temas que deberíamos estar platicando y exigiéndole a las autoridades y que nos lo demuestren con cifras y con métricas, eso casi no se ha hablado en el Consejo Estatal de Salud”, señaló al advertir que esa falta de información ha retrasado también los modelos para la atención en capacidad hospitalaria y de aplicación de pruebas, lo que podría desencadenar en un problema al momento del regreso a las actividades cotidianas.

 

Presentó una serie de preguntas sobre los protocolos locales para el regreso a actividades, el cual está programado a partir del 1 de junio. ¿Cuántas pruebas al día se hacen versus las que se deberían estar haciendo?, ¿Cuántas personas que son parte de las cadenas de contagio se logran identificar al mismo día en que se detecta al confirmado positivo para hablar con ellas y decirles que son probables contagiados por el grado de contacto que tuvieron con las personas y advertirles que probablemente están contagiadas, que se aíslen, apoyarles en su aislamiento y apoyarles que se hagan la prueba de inmediato? ¿Cuánto de eso se está haciendo al día? ¿Cuántas personas confirmadas positivas están siguiendo el aislamiento recomendado y se les está apoyando, incluso a los que estén en una situación económica muy difícil, que son los únicos que trabajan en ese hogar, se les está apoyando para que esa persona no tenga que salir a trabajar?  ¿Cuántos de los sospechosos que presentan síntomas Covid y que se asume o debe asumirse como contagiados, están efectivamente aislados, apoyándose en Gobierno para que sigan aislados?

 

Las preguntas incomodaron al Gobierno de Sinaloa a pesar de que las respuestas a las mismas son fundamentales para que la población crea en que la entidad entró a la fase de mitigación y que existen condiciones para la etapa de reactivación económica que significará el regreso gradual de las personas a sus actividades habituales.

 

El secretario enojado

 

Todavía ningún medio de comunicación había publicado las declaraciones de Adrián Coppel cuando el secretario de Salud, Efrén Encinas Torres, comentó en su cuenta de Twitter que “agradezco el apoyo que los empresarios han dado a la sociedad sinaloense durante la pandemia de Covid19, pero difiero de algunos dichos. Todo el trabajo que se hace en materia epidemiológica es en base a los expertos y normativa”.

 

En una reacción atípica de quien es el funcionario del Gobierno del Estado poco dado a la controversia en público, ordenó minutos más tarde que se emitiera un boletín de prensa donde intenta desestimar los señalamientos de Coppel, pues los califica de no estar basados en fundamentos científicos. "Adrián Coppel no es epidemiólogo, entiendo que lea y que entienda la situación según lo que se escribe", descalificó.

 

En el comunicado es evidente la molestia del gobierno estatal, o al menos del secretario de Salud, por la exigencia de transparentar y de visibilizar las acciones contra el coronavirus. “En Sinaloa las acciones que se implementan para prevenir, detectar, atender y contener la propagación del coronavirus, tienen su base en la opinión de expertos médicos y están regidas por una rigurosa metodología epidemiológica”, se establece.

 

“Entiendo que lea y conozca del tema por lo que se escribe, pero no es epidemiólogo”, enfatizó Encinas para enseguida insistir en que las acciones epidemiológicas que se efectúan en el estado están regidas por toda una metodología epidemiológica, con un grupo de expertos de la Secretaría de Salud, del Comité de Seguridad en Salud donde participa todo el miembro sectorial que deben de estar: Protección Civil, el Sector Salud, Colegio Médico y otros expertos”.

 

La expresión de Coppel la consideró lamentable “porque él mismo ha sido invitado a las diferentes reuniones que en el Consejo Estatal de Seguridad en Salud se han llevado para planear la ejecución de las diversas acciones epidemiológicas ante la contingencia en el momento actual de la pandemia” y defendió que diariamente, y es del dominio público, se informan las acciones de contención que se están haciendo desde que inició la contingencia.

 

“Diariamente un servidor, en los medios de comunicación, señala el estatus que guarda y las acciones de contención que hemos llevado siempre: reglamento social, la sana distancia, las acciones de prevención y promoción a la salud, la estrategia del lavado de manos, el uso del gel, el protegerse con cubrebocas, cuando alguien estornuda utilizar el estornudo de etiqueta; en fin, son acciones de contención y de mitigación que en las diferentes fases hemos dicho”, agregó Encinas.

 

Y finalmente, como cierre del diferendo que sorprendió porque las mismas preguntas que hizo el empresario las hacen los sinaloenses en general, acabó agradeciendo “el apoyo generoso que Grupo Coppel ha hecho con diferentes esquemas en especie solidariamente para la población, lo cual ha sido muy gratificante”.

 

El rápido adiós al Covid

 

Lo que ocurrió es que la situación de dudas que prevalecen en Sinaloa, debido a la información oficial que choca entre sí y las medidas poco claras del manejo del coronavirus, la planteó Coppel horas antes de que el gobernador anunciara nuevas acciones en el marco de la pandemia, entre estas que no habrá retorno a las aulas y el ciclo escolar vigente se cerrará con el sistema escuela en casa.

 

El mandatario estatal se refirió también a la reactivación económica gradual en actividades productivas como la minería, construcción privada y enseguida la hotelería, aunque seguirán los protocolos que priorizan el distanciamiento de los trabajadores. Otras tareas regresarán a la normalidad conforme lo permita el comportamiento de la pandemia que sigue marcando en rojo de alto riesgo a Sinaloa.

 

Por su parte, 34 cámaras empresariales con el Consejo para el Desarrollo Económico de Sinaloa a la cabeza, presentaron un catálogo de decisiones urgentes a tomar en la fase de mitigación y resaltaron que la operación del sistema de salud debe continuar como si estuviéramos en el período de mayor peligro. Entre éstas proponen que se aplican hasta tres mil pruebas diarias de detección de contagios para elaborar un mapa real del momento en que está la entidad en lo concerniente al Sars Cov-2.

 

En la evaluación preliminar que realiza este grupo denominado “Mesa de diálogo para el acuerdo por Sinaloa” se estima que existe una contracción brutal de la actividad económica con una caída general del 6 por ciento y con sectores como turismo, restaurantes y comercios cuyo desplome fluctúa entre el 20 y 30 por ciento. La reducción en ventas es calculada en 13 mil 600 millones de pesos.

 

El sector privado anticipa además el cierre masivo de empresas que al caer sus ingresos no harían frente a sus obligaciones y pueden quebrar. También la pérdida inmediata de decenas de miles de empleos y la reducción en la captación de impuestos por parte de los Ayuntamientos, Gobierno del Estado y Federación.

 

Y encima de la presión de los ciudadanos, el gobierno federal, el crecimiento de casos y muertes por coronavirus, la iniciativa privada planteó cuatro propuestas urgentes: 1. Dotar de inmediato     al sector salud estatal del equipamiento humano y técnico necesarios para atender un alto volumen de pacientes graves por Covid 19 y contener el contagio mediante mecanismos de trazabilidad, pruebas suficientes y aislamientos focalizados; 2. Pagar las deudas y contingencias presupuestales que tiene el gobierno estatal, para generar un efecto multiplicador a partir de una inyección inmediata de liquidez en la economía; 3. Crear un fondo local para créditos blandos y a largo plazo a empresas formales micros, pequeñas y medianas (con menos de 200 empleados), a través de NAFIN Y FOSIN, con mecanismos ágiles, transparentes y robustos, que faciliten la recuperación del crédito, y 4. Reapertura por Sectores, Regional, Gradual y Responsable, en tres etapas quincenales, del 16 de mayo al 30 de junio.

 

¿Recuperación o simulación?

 

Todo esto ocurre cuando el Gobierno Federal muestra desespero por cerrar el ciclo del coronavirus y cantar a los cuatro vientos que pudo derrotar al virus originado en Wuhan, China. El 13 de mayo, en pleno pico de los contagios, el gabinete de AMLO a través de la Secretaria de Economía, Graciela Márquez Colín, dio a conocer la llamada “nueva normalidad” que consiste en la reapertura gradual de actividades.

 

Se trata de la reactivación económica y social aderezada con el discurso y estilo de la Cuarta Transformación. La primera etapa iniciará el 18 de mayo en los denominados “Municipios de la Esperanza”, que son 269 en 15 estados, los cuales reanudarán actividades escolares y laborales, monitoreados con un cerco sanitario. La segunda, será del 18 al 31 de mayo, con la elaboración de protocolos, capacitación, readecuación de espacios, filtros de ingreso y sanitización en empresas.

 

La tercera etapa inicia el 1 de junio con un sistema de semáforo para la reapertura de actividades sociales, educativas y económicas a nivel nacional. Cuando el semáforo está en rojo solo se permitirán actividades esenciales, agregando minería, construcción y fabricación de transporte; en naranja se permitirán actividades esenciales y no esenciales, con espacio laboral y público reducidas; en amarillo podrán operar todas las actividades esenciales y no esenciales sin restricción, aunque sí habrá restricciones en espacios abiertos y cerrados. Y cuando se encuentre en verde habrá vuelta a clases, siguiendo las medidas impuestas por las secretarías de Salud Pública y de Trabajo y Previsión Social, por lo que se permitirá todas las actividades esenciales y no esenciales.

 

Lo extraño es que el plan hacia la normalización se dará cuando expertos nacionales y medios de comunicación internacionales alertan sobre el ocultamiento de la realidad que pone a México en riesgo de entrar más a la fase de peligro en vez de salir de esta. El 8 de mayo los diarios The New York Times y Wall Street Journal, de Estados Unidos, y El País, de España, cuestionaron que las cifras de muertos por el virus pueden ser mucho mayor a las que reporta el gobierno.

 

En síntesis denuncian que México efectúa pocas pruebas por lo que muchos de los decesos por el coronavirus no quedan registrados, lo que dificulta conocer el verdadero alcance de la pandemia. Frente a esto, como es costumbre de López Obrador y su Gabinete, el gobierno optó por desmentir la información sin presentar las pruebas a su favor.

 

Simultáneamente, ex secretarios de salud de México urgieron a López Obrador a revisar la situación real y valorar si el hecho de declarar iniciada la etapa de recuperación implica que existen las condiciones, o se somete a los ciudadanos a la probabilidad de más contagios. Uno de ellos, Julio Frenk, que en dos ocasiones ha sido postulado para dirigir la Organización Mundial de la Salud, alertó sobre las consecuencias que una determinación populista puede causar en la población. Pero otra vez, el presidente no lo escuchó y lo etiquetó dentro de los neoliberales que quieren que a los mexicanos les vaya mal.

 

En esta atmósfera de enredos, coronavirus persistente, reyertas políticas y entidades federativas que recibirán en sus hombros la pesada responsabilidad de hacerle frente con medios propios a la pandemia, el Gobierno Federal comienza un experimento más: cuando más golpea el Covid-19 a algunas regiones, Sinaloa entre estas, se le apuesta demasiado a la esperanza de que por mérito providencial salgamos ya de la crisis sanitaria y económica cuyas puertas de evacuación por ningún lado aparecen.


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