Entrevista. El priista que todos llevamos dentro
lunes, 24 de junio de 2019
Entrevista. El priista que todos llevamos dentro
 

 

“Los priistas no te van a decir que te están jodiendo, pero te joden. El presidente Peña Nieto decía: yo no me levanto pensando cómo joder a México, pero a diario lo hacía. Un priista no dice lo que está haciendo. Por obligación finge, dramatiza, hace ficción. El priista que está en campaña, el priista que gobierna, el priista que te dice me importa México, es un priista que está en personaje. El verdadero priista es el del desvío de recursos, el del influyentismo, el del nepotismo, es el del cacicazgo, el que hace leyes para no cumplir, el que no tiene códigos éticos”.

 

 

 

Por Sergio Ramos.

 

 

 

“Todos llevamos un priista dentro” es una frase que hizo famosa el panista Carlos Castillo Peraza refiriéndose a esa cultura de la corrupción, el cacicazgo, el clientelismo y el hambre de poder con que se viste a los miembros de este partido, tanto a los viejos dinosaurios del siglo pasado como a los que fueron llamados por Enrique Peña Nieto “nuevos rostros del PRI”.

 

 

Pero, ¿qué caracteriza a los priístas? ¿tenemos una especie de “gen priista”? ¿Es verdad que todos los mexicanos llevan un priista dentro que sale a la luz cuando dan mordida a un tránsito, cuando cometen un acto de corrupción para alcanzar un fin determinado, cuando establecen un poder jerárquico en sus centros de trabajo, en sus relaciones personales, en su familia?

 

 

El priista que todos llevamos dentro (editorial Grijalbo) recoge 36 entrevistas realizadas por los periodistas María Scherer y Nacho Lozano a políticos, directores de cine, actores, intelectuales, novelistas, cantantes, activistas sociales y periodistas sobre lo que significa el PRI en términos culturales y sociales para los que han crecido a la sombra de este partido que dominó la vida de los mexicanos durante siete décadas en el siglo pasado e intentó recuperar su vieja gloria durante el sexenio de Peña Nieto.

 

 

Al final del libro hay un diccionario de términos priistas tales como “el que no tranza no avanza”, “un político pobre es un pobre político”, “Es pobre el que quiere”, “ni los veo ni los oigo”, “el que se mueve no sale en la foto”, “defenderé el peso como perro”, entre muchas otras que resumen a grandes rasgos la idiosincrasia del PRI.

 

 

 

De Primera Noticias: ¿Hubo alguien que no quisiera atender la entrevista?

 

 

María: Muchos. Sobre todo en el PRI. Nos costó trabajo que le entraran por varios motivos: por agenda, por cuestiones de su equipo, porque no hubo posibilidad por los tiempos.

 

 

¿Ha cambiado la percepción de ustedes del PRI a partir de estas entrevistas?

 

 

Nacho: en mi caso yo he reforzado lo que pensaba. No cambió la opinión en el sentido de que todos sabemos de qué está hecho el PRI. Lo que a mi me gustó de nuestros entrevistados fue que encontré a través del director de cine Luis Estrada una relación del PRI con el arte bastante clara.

 

 

Juan Villoro habla también al respecto cuando menciona la relación entre artistas y las prebendas que proporciona el gobierno.

 

 

María: Claro, lo que a mí me parece que logra este libro es finalmente ponerle palabras a lo que está en el ambiente, a lo que todos pensamos del PRI, pero dicho por estos personajes. En mi caso también reafirma lo que pienso de ese partido y me da más argumentos para confirmarlo.

 

 

¿Qué caracteriza al PRI?

 

 

María: Hay muchos tipos de priistas. Son verticales en sus relaciones, son disciplinados, piensan que las respuestas a todos sus problemas está en el pico de la pirámide, en su jerárquico superior. Sí tienen cierta manera de hablar, y la mayoría lo hace de manera muy anticuada, solemne, les encantan los ritos.

 

 

Todo esto que mencionas lo ubico en los discursos de Luis Echeverría, de López Portillo, de Salinas. ¿Sigue siendo igual en la actualidad? ¿Los mismos códigos, los mismos rasgos culturales, las mismas mañas?

 

 

María: Yo creo que básicamente su lenguaje hablado y su manera no verbal de expresarse siguen siendo exactamente iguales. Bueno, excepto aquello que dijo Peña Nieto con respecto a que no quería joder a México. Pero en todos los aspectos es igual a aquellos presidentes del mal llamado viejo PRI porque no hay uno nuevo.

 

 

Nacho: Los priistas no te van a decir que te están jodiendo, pero te joden. Peña Nieto dijo: “yo no me levanto pensando cómo joder a México”, pero a diario lo hacía. Un priista no dice lo que está haciendo. Por obligación finge, dramatiza, hace ficción. El priista que está campaña, el priista que gobierna, el priista que te dice me importa México, es un priista que está en personaje. El verdadero priista es el de sus acciones, el del desvío de recursos, el del influyentismo, el del nepotismo, es el del cacicazgo, el que hace leyes para no cumplir, el que no tiene códigos éticos. El otro es un personaje que está tan bien en ese ambiente que triunfa en las elecciones, que es carismático, que se embellece, que se restira el rostro, que se vista con ropa de marca, pero que a final de cuentas tienen una tradición, y la tradición priista es joder a México. Y entonces, de eso viven, ese es el gran negocio. Es decir, ¿ha cambiado el discurso de un priista hablando de pobreza en los últimos diez, veinte, treinta años? No. La pobreza es un gran negocio. Y de ese gran negocio se ha beneficiado el PRI. Cambia el discurso porque a lo mejor varían un poco las cifras, porque a lo mejor la gente pregunta otra cosa y tienen que reinventar la respuesta, tienen que reinventar su máscara.

 

 

María: el discurso es lo de menos. Son patrimonialistas. Siguen pensando que los recursos públicos son de ellos. Esas cosas no cambian nada y en realidad son cosas más importantes que el discurso mismo.

 

 

Otro aspecto. La cuestión cultural. Ustedes se preguntan si el PRI es un reflejo de México o si México ha acabado siendo un reflejo de la cultura corrupta del PRI.

 

 

Nacho: yo en ese sentido estoy de acuerdo con Roger Bartra. No hay una cultura mexicana unificada. En ese sentido tampoco hay una cultura priista que se unifique, lo que sí creo que es hay una serie de conductas y de prácticas en las culturas mexicanas que sistematizó el PRI y que volvió un modo de vida, un modus operandi, que volvió un partido político, que volvió una serie de códigos para sobrevivir. Se apropió de ellos, se apropió de la manera en que los mexicanos queremos el patrimonio, de la manera en que los mexicanos nos chingamos al otro, de la manera en que los mexicanos sobrevivimos y los hizo un partido político, los hizo un estilo de vida, los hizo un estilo de gobernar. Yo creo que más bien el PRI entendió perfectamente ciertas características de las culturas de México, defectos, y las vuelve suyas, y se nos vuelve algo familiar a los mexicanos.

 

 

Pero hay ciudadanos decentes que en cuanto llegan a un cargo público cometen exactamente los mismos actos deshonestos del más corrupto de los priistas.

 

 

Nacho: ¿Tu te acuerdas de lo que prometió Carmen Salinas cuando dijo que quería ser diputada?

 

 

No.

 

 

¡Nadie se acuerda! ¡A nadie le importa! Ella lo que dijo fue que iba a pelear por los derechos de la cultura mexicana y de los actores. ¿Recuerdas una sola iniciativa que haya generado un debate? Carmen Salinas es un personajazo. ¿Tú te acuerdas de alguna ley que haya impulsado para la transformación del ámbito cultural Silvia Pinal cuando fue senadora? Esos personajes son personajes que emocionan, que ganan votos, tienen una función en campaña y de eso se beneficia el PRI.

 

 

De las respuestas que recibieron, ¿hay alguna que les haya sorprendido?

 

María: una muy provocadora es la de Jorge Castañeda: “somos priistas antes de nacer”.

 

 

Nacho: a mí lo que me sorprendió fue la capacidad que tienen nuestros entrevistados de verbalizar lo que en lo particular siempre había creído yo del PRI. Lo hacen de una manera fantástica. Es lo que disfruté mucho de ellos. Descubrí en ellos lo que yo pensaba y creo que eso le puede pasar a la gente, que a lo mejor no puede verbalizar lo que piensa del PRI.

 

 

¿Cómo engloban esto en el contexto del llamado Nuevo PRI?

 

 

María: no existe el nuevo PRI. Ha sido el mismo PRI de siempre. Lo que decíamos hace rato: el patrimonialismo. Esa convicción de ellos de que el dinero público es suyo no ha cambiado absolutamente en nada.

 

 

Nacho: yo pienso en ellos como cuando una marca de ropa presenta una colección. La colección 2012, 2014, en ese sentido sí podría ser el nuevo rostro del PRI.

 

 

Un relevo generacional, nuevos rostros pero con las mismas mañas, la misma cultura corrupta…

 

 

Nacho: Acuérdate de la entrevista de 2012 cuando Peña Nieto era candidato presidencial. Va al programa Tercer Grado y Denise Maerker le pregunta a qué se refiere con el nuevo rostro del PRI y le pide nombres. El primero que Peña Nieto menciona es Cesar Duarte, el segundo Javier duarte, el tercero Roberto Borge. Esa es la colección en el 2012, la oferta para competir por los votos contra el PAN y el PRD. Ahora nos damos cuenta de que era ver quién tenía al peor porque Guillermo Padrés, del PAN, estuvo en la misma situación que Javier Duarte.

 

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