En busca del sucesor de Quirino: La caballada 2021 para la gubernatura
lunes, 13 de enero de 2020
En busca del sucesor de Quirino: La caballada 2021 para la gubernatura
 

 

A pesar de que la elección constitucional de gobernador será hasta el primer domingo de julio de 2021, con el inicio de 2020 se activa la cuenta regresiva para que las organizaciones políticas empiecen a construir candidaturas competitivas que sean capaces de derrotar, o al menos negociar posiciones de poder importantes, en la jornada electoral donde el favorito a vencer será el aspirante del Movimiento Regeneración Nacional. ¿Quiénes son los pretensos que buscan llegar a la recta final? Son muchos para solo un cargo: la gubernatura.

 

 

Por Redacción De Primera Noticias.

 

 

Los priistas han buscado la menor señal en el gobernador Quirino Ordaz Coppel sobre a quién favorecerá con la candidatura de su partido para buscar prolongar el dominio del PRI en el Poder Ejecutivo Estatal. Sin embargo, se quejan de que el mandatario estatal no ha dado el menor indicio de ello. Desesperados por iniciar la cargada y el arribismo, lo único que tienen es un abanico de posibilidades tan extenso como indescifrable.

 

Quirino Ordaz ha sido astuto en cuanto a la pregunta de si alguien tiene o no posibilidades. “Tú ponte a trabajar como si fueras a ser el candidato y échale muchas ganas en la cercanía con la gente y atención a sus necesidades”, les ha respondido. De tal manera tiene a varios secretarios del Gobierno del Estado en un intenso activismo que, al momento de juntar todos esos afanes, significarán la gran precampaña hecha desde el servicio público.

 

“Es una buena estrategia, sin duda, porque si se toma en cuenta que Quirino Ordaz presenta buenos resultados en el desempeño del cargo, con obra pública y gestión social preponderantes, lo que hagan sus colaboradores viene a acrecentar la posibilidad de un buen resultado en la elección para un gobernante del PRI que hace campaña para su partido”, considera el politólogo Manuel Luis Góngora, con maestría en ciencias políticas en el ITAM.

 

Desde su punto de vista, el gobernador juega con bastantes ases en el tema de la sucesión y lo mismo puede postular a un priista que sea garantía de triunfo, o ceñirse a la oferta que presente otro partido, como lo es el caso de Rubén Rocha Moya por Morena, aunque la oportunidad de alianzas con otros partidos puede significar un viraje en la decisión que tome Ordaz Coppel.

 

“Es un escenario muy interesante, en el cual está en juego la continuidad del PRI en el Gobierno de Sinaloa, con toda la fuerza que trae Morena, o la sobrevivencia política de Quirino Ordaz, ganando acuerdos de que no será objeto de ningún tipo de persecución una vez que en octubre de 2021 termine su periodo de gobernador”, señala.

 

De hecho, la determinación que tome Quirino no gravita en torno del PRI. Con Juan Alfonso Mejía, considerado de filiación panista, intentaría construir una propuesta que atraiga también al PAN y que sea eje de la alianza con otras siglas, siendo el caso del Partido Sinaloense, y la colaboración de las organizaciones que han sido satélites del tricolor.

 

 

Lo que está claro hoy, con el inicio de 2020, es que no solamente Quirino Ordaz está preparando planillas para presentarlas en la elección de julio de 2021. Los partidos PAN, PAS, PRD y Morena ya tienen integrada la prospectación en sus cuadros para ver quién es el que ofrece mayores posibilidades de victorias en las urnas electorales. Otras organizaciones marginales como Redes Sociales Progresistas y Convergencia igual preparan sus artes de guerra política.

 

LA CABALLADA DE MORENA


 

Es el Movimiento Regeneración Nacional al que todas las encuestas presentan con la mayor simpatía electoral, el partido a vencer en las votaciones intermedias de 2021. En Sinaloa, aun cuando no tenga en su poder el Gobierno del Estado, sí presenta mayoría en el Congreso y en seis municipios, entre estos los principales: Culiacán, Ahome y Mazatlán.

 

Si bien es cierto que la candidatura a Gobernador más expuesta en este partido es la de Rubén Rocha Moya, también es verdad que la decisión no la ha tomado el presidente Andrés Manuel López Obrador, el del dedo que elegirá, el de la última palabra y quien buscará a quien le garantice total lealtad a su proyecto de la Cuarta Transformación.

 

Rocha Moya, a sus 70 años de edad, tiene ante sí la última oportunidad para ser gobernador de Sinaloa, después de intentarlo en 1986 amparado por una alianza integrada por los partidos Socialista Unificado de México, Mexicano de los Trabajadores, Corriente Socialista y Unidad de Izquierda Comunista. En esa ocasión no logró ni 10 mil votos.

 

El ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa compitió por segunda vez por la gubernatura de Sinaloa 1998 al inscribirse como candidato único de los partidos de la Revolución Democrática, del Trabajo y Verde Ecologista de México, logrando también un resultado marginal al ganar el cargo Juan Millán Lizárraga con el PRI.

 

Aunque también en Morena se le menciona como posible candidata, Imelda Castro Castro ha sostenido un bajo perfil político. Se le considera de todas las confianzas del presidente López Obrador con quien comparte la visión política y social y tiene de raíz la lucha de izquierda que inspira al mandatario mexicano.

 

Actualmente Castro Castro es senadora por Sinaloa y ha empujado las leyes y medidas de atención a los más pobres que propone AMLO, pero en su currículum político destaca que ha sido diputada del Congreso del Estado en dos ocasiones. También se desempeñó como directora de Agroindustrias de la Secretaría de Desarrollo Económico en el sexenio de Mario López Valdez y regidora del PRD en el Ayuntamiento de Culiacán, cargo a que renunció para afiliarse a Morena y participar en la campaña presidencial de López Obrador.

 

Ha dicho que esperará la decisión de Morena y del presidente AMLO para decidir si busca o no la gubernatura de Sinaloa: “Si me favorecen las encuestas que tenga mi partido le voy a entrar ya que siempre me ha apasionado trabajar por Sinaloa y lo voy a seguir haciendo desde la trinchera que sea, porque la transformación de mi estado sí me interesa y mucho”.

 

LOS “PECES GORDOS” DEL PRI

 


Es el Partido Revolucionario Institucional el que más ejemplares políticos engorda en la enorme pecera del poder en Sinaloa. Empezando por Jesús Valdés Palazuelos, el eterno aspirante a la gubernatura que en la elección de julio de 2018 sufrió el mayor revés a tal pretensión debido a la derrota electoral que logró al postularse por el PRI para la reelección como alcalde de Culiacán, cayendo estrepitosamente en la carrera rumbo al 4 de julio de 2021. Desde el partido que hoy dirige intenta alcanzar la candidatura a Gobernador.

 

Otro de los posibles candidatos es el actual diputado local Sergio Jacobo Gutiérrez, quien preside el grupo parlamentario del PRI en el Congreso del Estado y ha defendido las iniciativas del gobernador Quirino Ordaz en la Cámara. Ha sido jefe de asesores del hoy mandatario estatal y posee una carrera académica notable, considerándosele de los cuadros priistas más brillantes. También encabeza un activismo en todo Sinaloa con miras a ser tomado en cuenta cuando este partido designe a quien lo abanderará en la elección de gobernador.

 

Juan Alfonso Mejía López, aunque no es priista pues se le considera más identificado con la doctrina del PAN, intenta ser cabeza de una alianza entre los partidos albiazul y tricolor, con la cual simpatizarían grandes empresarios de Sinaloa y de México. Ha sido integrante del equipo de transición del entonces presidente electo, Felipe Calderón, en 2016, director nacional de Mexicanos Primero. Desde la Secretaría de Educación Pública y Cultura del Gobierno de Sinaloa lleva a cabo una jornada de trabajo que tiene el objetivo de posicionarlo en el ánimo ciudadano una vez que el PRI o el PAN deban decidir quién los abanderará en las votaciones para gobernador.

 

De nuevo entre las cartas con que jugará Quirino Ordaz Coppel su sucesión aparece Sergio Félix Torres con las mismas manchas que lo acompañado a lo largo de su trayectoria política. Con una hoja en el servicio público que inició en 1983 en el Departamento de Asuntos Internos del Ayuntamiento de Culiacán, hasta llegar a ser en 2013 presidente municipal de Culiacán, ahora desde la Secretaría de Pesca del Gobierno del Estado intenta hacer realidad el sueño de ser gobernador de Sinaloa.

 

Otro de los cercanos a Quirino Ordaz es Carlos Gandarilla García, secretario de Desarrollo Sustentable en el gabinete estatal, quien ha tenido una maratónica carrera en la política en el gobierno quirinista. Aunque su trayectoria empezó en el gobierno de Juan Millán Lizárraga en 1999, fungiendo como secretario particular del entonces mandatario, con el impulso del grupo empresarial Coppel dirigió en 2016 y hasta 2018 el PRI en Sinaloa y de ahí saltó al puesto actual.

 

Aunque no pertenece al grupo político de Quirino Ordaz, la posibilidad de que Mario Zamora Gastélum sea candidato del PRI a gobernador no se descarta. El mochiteco ha tendido lazos hacia la dirigencia nacional del PRI y otros partidos como Morena, tratando de que en el currículum extenso construido en dos décadas no se le tome en cuenta la derrota electoral que sufrió en 2010 al postularse para la Alcaldía de Ahome.

 

En síntesis, es el PRI el que mayores tiburones de la política presenta en la gran pecera donde nadan ejemplares de todo tipo, colores y acusaciones. Desde el fantasma de los “Milky Way”, el escándalo de prostitución que salpica a Jesús Valdez, hasta los supuestos nexos de Sergio Torres Félix con personajes del cártel de Sinaloa, el cardumen tricolor es igual de extenso que sospechoso.

 

DE CHILE Y DE MANTECA

 


En un tercer grupo de aspirantes a la gubernatura están los que se la jugarán por partidos que si bien no significan mayoría en los votos a obtener, sí representan refuerzos para las siglas tradicionales y tienen el propósito de negociar puestos en el servicio público que les permitan mantenerse en el gobierno y desde ahí intentar crecer como opciones futuras con acceso a las administraciones públicas estatal, municipal o al Congreso local.

 

Héctor Melesio Cuén Ojeda, dirigente del Partido Sinaloense, es quien mejor maneja el tema de las alianzas con otros partidos, debido a que el incansable activismo del PAS lo ha mantenido bien posicionado en la intención del voto, durante le década reciente. Ex rector de la Universidad Autónoma de Sinaloa y ex alcalde del Culiacán por el PRI, el badiraguatense siempre ha estado presente en la controversia pública y es considerado un hombre con mucho poder.

 

Es propietario de varias empresas exitosas y trabaja en la empatía con sinaloenses más desprotegidos, sin embargo, en 2012 sufre la primera derrota electoral al buscar una senaduría por el Partido Nueva Alianza, en 2016 también pierde la votación como candidato a gobernador por el PAS y PAN, mientras que en los comicios de 2018 tampoco logra concretar la curul que busca ocupar en el Senado. En 2013 se convierte en diputado del Congreso del Estado por la vía de la representación proporcional.

 

Po otra parte está Gerardo Vargas Landeros que al no obtener en 2016 la postulación del PRI a gobernador, aspiración que le tumbó Quirino Ordaz Coppel con el apoyo de los empresarios del estado, reincide en presentarse para el mismo cargo en la votación del 4 de julio de 2021, pero ahora abanderado por Redes Sociales Progresistas, el partido que creó Elba Esther Gordillo, la ex lideresa del SNTE que estuvo en prisión acusada de diferentes delitos de corrupción.

 

Gerardo Vargas ha transitado por diferentes dependencias cargando siempre consigo la desconfianza de la opinión pública. Ha sido gerente de la junta de agua potable de Mazatlán, primer vocal de la Comisión de Agua Potable de Ahome, subdirector administrativo del Desarrollo Urbano Tres Ríos y subdirector general del Instituto de Vivienda de Sinaloa. En el gobierno de Mario López Valdez se encumbró como el hombre de mayor poder político en el estado al ocupar la Secretaría General de Gobierno desde la cual luchó por quedarse con el cargo de su jefe Malova.

 

Otro proyecto político que es más producto de la especulación que de la realidad es el que se le atribuye a Rosa Isela Fuentes Chávez, esposa del gobernador Quirino Ordaz, quien posee un importante nivel de aceptación en los sinaloenses debido a que en su labor de presidenta del DIF de Sinaloa ha dirigido acciones en favor de las familias más vulnerables, dándole impulso a centros de atención al autismo, ceguera visual, personas con capacidades diferentes y otros.  

 

En síntesis, la “caballada” está gorda y sigue engordando en los partidos que pelearán por la gubernatura de Sinaloa. El primer minuto de 2020 se activó la cuenta regresiva para configurar las propuestas que se harán en la contienda por el máximo cargo a nivel estatal, lo cual abre el debate sobre quién es cada quien, qué lo impulsa y cuáles lastres lo frenan, y si los electores lo ven como opción de gobierno o los rechazarán por las conductas y mafias que hay detrás de ellos. Corre el reloj sucesorio.  

                  

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