Justo semanas antes de comenzar la peor pandemia en la historia reciente de la humanidad, la administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés), echó a andar otro de sus operativos policiacos con la finalidad de acotar cada vez más las redes de distribución de narcóticos a través de las principales ciudades norteamericanas que son usadas por el Cártel de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación como trampolín de tráfico. ¿El resultado? El arresto de casi dos mil personas, el decomiso de miles de kilos de metanfetaminas y el aseguramiento de varios millones de dólares producto del comercio ilegal. El operativo “Escudo de Cristal” fue declarado como exitoso por parte de la Fiscalía de Estados Unidos, aunque en México estos grupos criminales siguen dejando patente de su poderío, de su “onda expansiva” y de su mortal insistencia en la producción de drogas al por mayor. Esto fue apenas “un mordisco” a los negocios de estas estructuras criminales.

Por Redacción De Primera Noticias

Durante los últimos siete meses, sobre todo en que la pandemia de Covid-19 ha golpeado las financias de todos los sectores económicos, incluyendo al crimen organizado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos dio a conocer los resultados de la Operación Escudo de Cristal, organizado en por lo menos ocho ciudades capitales de la Unión Americana, con resultados que el gobierno gringo calificó de “exitoso”.

“Es un fuerte golpe al Cártel Jalisco Nueva Generación y al Cártel de Sinaloa”, apuntó el fiscal general estadounidense, William Bar, y Timothy J. Shea, director en funciones de la DEA, en una conferencia que se realizó en Tucson, Arizona, una de las oficinas participantes en la operación a gran escala.

Ese mismo día, ambos funcionarios de seguridad anunciaron el arresto de mil 840 personas y el decomiso de más de doce mil 955 kilos de metanfetaminas. De ahí el nombre “Escudo de Cristal” de la operación.

Asimismo, también fueron recogidas de la calle un total de 284 armas de fuego y la cantidad de 43.3 millones de dólares, producto de la venta ilegal de drogas en las ciudades norteamericanas.

Aunque en los últimos años el gobierno gringo ha enfocado sus esfuerzos en denunciar el incesante aumento del tráfico de los opiáceos como el fentanilo, en esta ocasión apuntó las baterías de su operación en la metanfetamina y en sus centros de distribución a gran escala.

“La metanfetamina es una droga brutal relacionada con crímenes violentos y responsable de demasiadas muertes por sobredosis”, dijo el fiscal Barr durante una conferencia de prensa en Phoenix.

La operación comenzó en febrero pasado y se enfocó en nueve ciudades identificadas como “centros” de distribución de los cárteles mencionado, entre ellas Atlanta (Georgia); Dallas, El Paso y Houston (Texas); Los Ángeles y San Diego (California); Nueva Orleans (Luisiana); Phoenix (Arizona); y St. Luis (Misuri).

De acuerdo con el Gobierno estadounidense, en estas ciudades se decomisó el 75 por ciento del total de las metanfetaminas confiscadas por la DEA en 2019.

“Este problema no será resuelto mientras no se solucione este problema también en México”, dijo Barr, y aseguró estar trabajando muy de cerca con el Gobierno mexicano, incluyendo la posible extradición de líderes de cárteles para ser enjuiciados en Estados Unidos.

LA RUTA DE CRISTAL

De acuerdo con la DEA, toda la metanfetamina que abunda en los Estados Unidos pasa por los principales puertos de entrada a lo largo de la frontera con México, se hace desde camiones, carros particulares, túneles, trenes, mulas del desierto, entre otras formas.

Una vez internada en el territorio estadounidense se coloca en bodegas operadas bajo la tutela de los cárteles mexicanos, para posteriormente meterse de nuevo en tractocamiones, vehículos privados, y con ellos avanzan por las anchas carreteras del país hasta los principales centros de transferencia, entre los que se encuentran las ocho ciudades mencionadas arriba.

De esta manera, las autoridades conocen el diseño de las rutas de tráfico. Desde el 2017 hasta el año 2019, las incautaciones nacionales de metanfetamina de la DEA aumentaron un 127 por ciento de 49,507 libras a 112,146 libras.

Durante el mismo período de tiempo, el número de arrestos de la DEA relacionados con la metanfetamina aumentó casi un veinte por ciento.

“Con un aumento del 22 por ciento en las muertes relacionadas con la metanfetamina, ahora es el momento de actuar y la DEA está liderando el camino con una oleada de esfuerzos y recursos de interdicción, dirigidos a los centros de transporte regionales en todo Estados Unidos. Al reducir el suministro de metanfetamina, reducimos la violencia, la adicción y la muerte que propaga”, aseguró Uttham Dillon, el coordinador de la DEA en febrero pasado, cuando se echó a andar esta operación.

EL GOLPE DE LA PANDEMIA

Sin embargo, mientras que durante los años 2018 y 2019 los aseguramientos de narcolaboratorios en Sinaloa se incrementaron, sobre todo usando como punta de lanza a la Policía Estatal Preventiva bajo el mando del teniente coronel Cristóbal Castañeda Camarillo, para este 2020 en que ha prevalecido la pandemia de coronavirus, los golpes a la producción de drogas se han visto mermado.

Una persona que se dedica a la producción y trasiego de “cristal” de Sinaloa a la frontera explica que los insumos para crear la “meta” son escasos en el mercado negro, su precio se ha duplicado y es más difícil cruzar los embarques a Estados Unidos.

“Orita todo está parado, es difícil la forma de cobrar o vender, y los riesgos son altos por la pandemia”, señaló.

A nivel internacional, la DEA ha reconocido que la epidemia mundial ha dado un severo golpe a las finanzas de los cárteles, quienes se han visto en la necesidad de aumentar los precios de los narcóticos.

En julio pasado, cuando la epidemia se encontraba en un punto álgido, agentes antinarcóticos explicaron a un medio de Oklahoma que la “pandemia ha influido en los precios de la metanfetamina en todo el país, por eso se ha visto duplicado el valor normal en la calle.”

“Nuestras investigaciones continúan. Hemos visto e identificado algunas interrupciones de la cadena de suministro con las que están lidiando los cárteles mexicanos”, señalaron.

En Sinaloa, de manera mensual, las Fuerzas Armadas junto con las Fuerzas Estatales estaban dando golpes al desmantelar narcolaboratorios en la zona rural de Culiacán, sobre todo por el rumbo de la sindicatura de Sanalona.

Lo mismo realizó la Secretaría de Marina en Cosalá y otros municipios. En el casco urbano de la capital del estado se llegaron a detectar narcolaboratorios de producción de Fentanilo, algo considerado como histórico debido a que esta droga por lo regular se produce fuera de México.

En los pocos puntos donde la Guardia Nacional ha reportado decomisos de droga han sido en el puerto de Mazatlán y en el Aeropuerto Internacional de Culiacán. En este último puerto aéreo, han sido localizados cargamentos de pastillas de esta opiáceo sintético que llega a tener un alto costo en el mercado negro.

En Estados Unidos, la DEA ha detectado que la oleada de adicción a la metanfetamina viene como resultado de la “epidemia de opioides” que ha sido combatida. “Es una consecuencia involuntaria de mantener las pastillas de Fentanilo alejadas de las calles”.

Los análisis del comportamiento del consumo de drogas en el otro lado muestran que más del 90 por ciento de todo el éxtasis se corta con metanfetamina.

“El hecho de que las organizaciones narcotraficantes mexicanas vendan metanfetamina en forma de tabletas, bajo la apariencia de éxtasis. Es simplemente otra técnica para conseguir nuevos usuarios”, aseguró un especialista de la DEA.

En un reporte de esta agencia, se establece que “los proveedores de fentanilo continuarán experimentando con nuevas sustancias relacionadas con el fentanilo y ajustando los suministros en un intento de eludir las nuevas regulaciones impuesta por Estados Unidos, China y México.”

MODUS OPERANDI DE SINALOA

De acuerdo con el informe presentado por la DEA al Congreso con motivo del presupuesto 2020, consultado por DeprimeraNoticias, uno de los grupos criminales que más mantiene el control del tráfico en la frontera con Sonora y Arizona es el Cártel de Sinaloa.

“La región de la frontera suroeste de Arizona es la zona de llegada de importantes cantidades de toneladas de mariguana, metanfetamina, heroína y cocaína que ingresa a los Estados Unidos”, apunta.

Esta Frontera entre Sonora y Arizona mide más de 370 millas, la mayoría de las cuales se trata de desierto y montañas deshabitadas, por lo que representa una “variedad de desafíos en los esfuerzos por mantener abajo la marea de drogas ilegales y ganancias.

“El Cártel de Sinaloa presenta la principal amenaza operativa para Arizona, ya que posee vastos recursos para distribuir, transportar y contrabandear grandes cantidades de metanfetamina, heroína, cocaína y marihuana hacia y a través de Arizona”, explica.

La DEA indica que la organización sinaloense, ahora dirigida por los hermanos Iván Archivaldo, Jesús Alfredo y Ovidio Guzmán, Los Chapitos, así como por Ismael El Mayo Zambada, “explota rutas bien establecidas en Arizona y ha perfeccionado métodos de contrabando para abastecer las redes de distribución de drogas ubicadas en todo Estados Unidos”.

Las investigaciones apuntan a que Sonora se ha convertido en la gran bodega del cártel, para posteriormente internarlas poco a poco por los corredores desérticos

“Las plazas se utilizan para descargar, esconder y distribuir drogas, dinero y armas. Además, la influencia de Sinaloa en Arizona está creciendo más fuerte a medida que continúa ganando el control de corredores y rutas de tráfico de drogas adicionales en Sonora y la vecina Baja California”, detalla el documento consultado por DeprimeraNoticias.

De ahí que la Agencia Antidrogas advierte que sus esfuerzos para aplicar la ley en la región es ir desmantelando las celdas de transporte y distribución para interrumpir el flujo de narcóticos a través de esta frontera.

“Las incautaciones de drogas indican que los grupos criminales están aumentando la heroína, la metanfetamina y contrabando de cocaína desde México hacia la región. En 2017, se incautaron tres mil 090 kilogramos de metanfetamina en esa zona y con ello se rastrearon los fondos económicos para cortar el tráfico”.

Otro de los puntos habituales del Cártel de Sinaloa para introducir drogas ilegales por la frontera, es través del Valle Imperial de San Diego, esa zona también árida que colina con Mexicali y Tijuana, y que abarca las áreas deshabitadas de la zona montañosa conocida como La Rumorosa.

En 2017, fueron asegurados más de 126 mil 510 kilogramos de drogas valoradas en más de mil 900 millones de dólares y ganancias por valor de más 21 mil millones de dólares. Una cantidad nada despreciable en el combate al principal flagelo de Estados Unidos y México.

VIOLENCIA EN LA BODEGA DEL NARCO

Quizá porque se trate de uno de los principales corredores de las drogas mexicanas que van hacia el vecino país, desde finales del 2019 la violencia comenzó a irrumpir como el viejo monstruo de las mil cabezas que es.

El 4 de noviembre de 2019, tres mujeres y seis menores de edad miembros de la comunidad de menonitas de La Mora, municipio de Bavispe, fueron asesinados por un grupo de personas armadas en Sonora, en la frontera con Chihuahua.

El caso hizo volver los ojos al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, que salía apenas del pánico que provocó el “jueves negro” de Culiacán, con la detención y posterior liberación de Ovidio Guzmán López, uno de los hijos más chicos de Joaquín El Chapo Guzmán.

Entre mayo y junio pasado, una serie de hechos sangrientos se apoderaron del panorama mediático de Sonora, cuando estallaron encarnizados enfrentamientos en plazas como Caborca, históricamente relacionada con Rafael Caro Quintero; Magdalena de Kino, Puerto Peñasco y Sonoyta.

Sin embargo, con el paso de las semanas y mientras también la pandemia avanzó hacia su curva más baja de los últimos seis meses —según números oficiales— los arrebatos de violencia se han ido disipando.

Según medios locales sonorenses, en mayo y junio que irrumpió la violencia se debió a disputas territoriales entre grupos localistas que apelaron al nombre de Rafael Caro Quintero.

“A la gente de la Costa les estamos informando, somos la gente de Caro Quintero. Esta plaza nos pertenecía y ahora todos aquellos productores, comerciantes, mineros de la región, tendrán que pagar la plaza, aquí estamos para limpiar. Somos la Barredora 24/7, el R Rodrigo Páez y Cara de Coch, y todos juntos somos el Cártel de Caborca”, señalaba una de las narcomantas dejadas junto con unos cuerpos desmembrados.