Covid 19: La bomba de tiempo en el penal de Aguaruto
sábado, 22 de agosto de 2020
Covid 19: La bomba de tiempo en el penal de Aguaruto
 

Luego de que, a fines de abril y principios de mayo, en el inicio de la pandemia mundial por el virus Sars-Cov-2, se confirmaran solamente dos casos de Covid-19 al interior del Centro Penitenciario de Aguaruto, el pasado lunes 3 de agosto, de manera sorpresiva familiares de un integrante del Cártel de Sinaloa tomaron pancartas para reclamar la nula atención médica que estaba recibiendo. A la par de que los organismos de derechos humanos han señalado que esta cárcel sinaloense es una “bomba de tiempo”, ahora con la contingencia sanitaria las cosas pudieran complicarse. Se habla de más reos contagiados, y otros que en absoluto silencio pasaron la enfermedad. Hasta ahora, la mala gestión de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado es evidente.

 

 

 

Por Santiago Rentería.

 

 

 

De manera sospechosa, la Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa solamente informó el 24 de abril y el 7 de mayo pasado de dos reos del Centro Penitenciario de Aguaruto enfermos de Covid-19, los cuales recibieron atención médica, pero después del segundo caso, la dependencia de seguridad selló toda información de lo que sucede al interior de las barracas de la penitenciaría.

 

 

Desde el fin de semana pasado, familiares de Jesús René Rodríguez Madueñas, conocido como El Rino, presunto integrante del Cártel de Sinaloa de la facción de los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, comenzaron a gestionar la salida del reo para que recibiera atención médica especializada para combatir el Covid-19 que lo invadió desde días atrás.

 

 

Sin embargo, de acuerdo con testimonios de una de sus hermanas, la Dirección del Penal rechazó la solicitud bajo el argumento de que se podría tratar de una estratagema de El Rino, considerado un reo de alta peligrosidad, para fugarse de la prisión.

 

 

De modo, denunciaron, que le dieron largas para resolver la situación del interno del penal. Mientras tanto, el hombre de 43 años, detenido en junio de 2017 en el sector Barrancos, comenzó a presentar síntomas más severos, ya que, para el lunes, su saturación de oxigeno llegaba a los 45, cuando lo normal en una persona debe ser cuando menos de 95 puntos.

 

 

A Rodríguez Dueñas lo tenían con un suero inyectado en el brazo e incluso la familia logró ingresar al penal un tanque de oxígeno, pero su situación sintomática no mejoró.

 

 

El lunes 3 de agosto, ante la desesperación de no ver ninguna mejoría, y aprovechando que un grupo de trabajadores del reclusorio hacían una manifestación para exigir mejores salarios, varios familiares se plantaron con pancartas de colores para denunciar la inacción de las autoridades para brindar atención a Jesús René.

 

 

El tema llegó al despacho del secretario de Seguridad Pública, el teniente coronel Cristóbal Castañeda Camarillo, quien al ver el problema pidió correr el trámite de salida de El Rino.

 

 

En una ambulancia de la SSP, y bajo custodia policial, el reo federal fue sacado del penal. A los medios, que ya hacían eco de la denuncia pública de los familiares, se les filtró una fotografía de la ambulancia color azul marino llevando a El Rino al Hospital General.

 

 

Sin embargo, durante las primeras horas de estar internado, Rodríguez Dueñas no recibió atención médica; fue hasta la tarde en que los médicos lograron atenderlo.

 

 

Al cierre de la presente edición, familiares informaron que Jesús René comenzó a presentar una estabilidad, aunque su estado de salud se mantenía todavía en reserva.

 

 

El Rino fue detenido a principios de junio de 2017, un mes después de la captura de Dámaso López Núñez, El Licenciado, en la Ciudad de México, esto en la guerra interna del Cártel de Sinaloa. Fueron elementos de la Agencia Criminal de Investigación de la FGR y del Ejército Mexicano quienes llegaron al domicilio de Rodríguez Madueñas y lo detuvieron.

 

 

Se filtró, sin comprobarse, además, que fue uno de los presuntos involucrados en la emboscada a elementos del Ejército del 29 de septiembre de 2016 en la salida norte de Culiacán, a la altura de Espacios Barcelona.

 

 

En aquel momento, la FGR ejerció acción penal en su contra solamente por portación de armas de fuego de uso exclusivo y delitos contra la salud, no por la muerte de los cinco militares.

 

 

La Delegación de la FGR informó que además de armas, le hallaron droga en el domicilio de Barrancos, aunque su familia dijo ahora que cayó enfermo que le sembraron las armas y la droga, y que, además, en unos meses más saldría en libertad al no comprobársele delitos graves.

 

 

UN CASO... ¿Y NADA MÁS?

 

 

Pero El Rino no es el único reo del penal que ha resultado contagiado de Covid-19, desde hace semanas, familiares se han quejado en silencio de que al interior del reclusorio de Aguaruto se han registrado más casos, pero ninguno tan grave como el de Jesús René.

 

 

“Sí ha habido brotes, pero el gobierno ha querido taparlo”, señaló una persona que dijo conocer varios casos. Al solicitar una versión oficial de esta situación anómala, la Secretaría de Seguridad Pública denegó hacer algún comentario.

 

 

Los dos casos que la misma SSP informó a la opinión pública se registraron el 24 de abril y el 7 de mayo, cuando el mismo Cristóbal Castañeda Camarillo salió a ofrecer información, ya que al inicio de la pandemia se comenzó a circular datos contradictorios que hablaban de una situación en extremo vulnerable para los presos.

 

 

Castañeda Camarillo explicó por medio de un comunicado, que el reo enfermo de Covid-19 se contagió en un centro de salud al que lo habían trasladado en días anteriores debido a una enfermedad que ya padecía.

 

 

“El reo comenzó a mostrar síntomas por lo que de manera inmediata se le realizó la prueba reactiva para la confirmación de su diagnóstico, el cual resultó positivo”, dijo en aquel entonces.

 

 

Añadió que cuatro de sus compañeros de celda no presentaban ninguna sintomatología, pero que por si acaso se activó el protocolo Covid y los aislaron para mantenerlos bajo observación. Informó además que el edificio del penal se acondicionó un área para poder atender a los reos que presentaran síntomas.

 

 

Pendiente de la opinión pública, la Secretaría de Seguridad Pública volvió a informar para el 7 de mayo que el reo había salido de la enfermedad y fue dado de alta de manera satisfactoria.

 

 

En un segundo comunicado se informó:

 

 

“Tras recibir atención médica en un hospital de la capital del estado por dar positivo a Covid-19, Persona Privada de la Libertad del Centro Penitenciario de Aguaruto fue dada de alta por mejoría clínica.”

 

 

“Fueron más de dos semanas en las que la PPL recibió atención especializada por personal de Salud en un hospital de Culiacán por presentar los síntomas de Coronavirus y posteriormente ser confirmado como el primer caso positivo entre la población penitenciaría.”

 

 

Previamente a este único caso reconocido de manera oficial, la SSP se había dedicado a informar que el Centro Penitenciario había sido intensamente desinfectado y para ello envió imágenes de brigadas de hombres rociando agua con cloro en celdas, pasillos y centros donde se reúnen los presos.

 

 

Desde entonces, ya no se habló de más contagios, aunque familiares se han quejado de la situación precaria. De hecho, el caso de El Rino también se hubiera mantenido en el anonimato de no haber sido porque su familia protestó de manera enérgica, llegando a los medios este caso y el posible contagio de otros reos en caso de que no se gestionara de manera adecuada el padecimiento de Jesús René.

 

 

Hasta el momento, allegados a familias de internos señalan que las anomalías al interior de la cárcel más grande de Sinaloa, se han mantenido casi en secreto.

 

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