Caro Quintero: ahora lo ubican en Costa Rica, país donde fue detenido en 1985
martes, 16 de julio de 2019
Caro Quintero: ahora lo ubican en Costa Rica, país donde fue detenido en 1985
 

 

Entre la versión posible de que el legendario narcotraficante de los años ochenta, Rafael Caro Quintero pudiera estar paseándose en Centroamérica o en cualquier otra ciudad o montaña de México, la única cosa cierta es que la Agencia Antidrogas estadounidense no ceja su empeño de tratar de localizarlo para llevarlo ante una Corte Federal de Estados Unidos, y así saldar la deuda que tienen con el agente Enrique Camarena, asesinado —según la oficialidad—por Caro los narcos sanguinarios de Sinaloa. Desde hace casi un mes, la DEA lanzó lo que parece ser un buscapiés y el Gobierno de Costa Rica habló: hay reportes de que el fundador del extinto Cártel de Guadalajara ha pisado tierra tica, la tierra de su caída en desgracia en 1985, cuando fue arrestado luego de salir huyendo de México. Verosímil o no, el mensaje ya fue dado: la cacería contra el viejo capo nunca termina.

 

 

Por Santiago Rentería

 

 

Experta en información y contrainformación, la Agencia Antidrogas estadounidense envió un informe secreto a lo más alto del gobierno de Costa Rica en donde se señala la posibilidad de que el exjefe del desaparecido Cártel de Guadalajara, Rafael Caro Quintero, regresó a tierras ticas 34 años después de su captura, por lo que el Organismo de Investigación Judicial y la Fiscalía Adjunta Contra el Narcotráfico iniciaron una investigación para determinar la veracidad de los informes.

 

 

Sin embargo, la noticia se asemeja más a una estrategia de parte de la DEA para mover fichas del tablero, pues pocas veces este tipo de datos, cuando resultan ciertos, no llegan a filtrarse a la prensa, y menos en boca de un ex funcionario de alto nivel de un país.

 

 

Algo parecido sucedía cuando se soltaba el dato de que Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, se paseaba por Guatemala y luego más tarde lo hacían muerto en un enfrentamiento en las impenetrables selvas del Petén, para después salir con que siempre estaba cenando en un restaurante de Veracruz, Los Cabos o Ciudad de México.

 

 

Desde el pasado 13 de junio, el diario Costa Rica Hoy, publicó que el Organismo de Investigación Judicial y la Fiscalía Adjunta recibieron un informe de la DEA con datos poco precisos de la supuesta presencia de Rafael Caro Quintero.

 

 

“El caso de Quintero se estaría manejando en el más alto nivel del organismo judicial costarricense con la dirección de la Fiscalía Adjunta, la cual mantiene un expediente abierto del caso”, señala el despacho periodístico de CR Hoy en su sitio web.

 

 

Incluso se manejó que en la zona sur del país centroamericano se habló de la presencia de grupos de narcotraficantes, y que en Paso Canos habría estado “el capo de capos”. En septiembre del 2018, una hermana del narcotraficante Celso Gamboa, el cual está en prisión, acudió al Ministerio Público tico para proponerle un presunto acuerdo: entregar la ubicación de Caro Quintero a las autoridades a cambio de retirar los cargos de Gamboa.

 

 

Estos hechos fueron negados por el representante social, al declarar a la prensa que nunca existió tal propuesta.

 

 

 

Otra filtración inaudita

 

 

 

Sin embargo, tres semanas más tarde, el exfiscal y ex viceministro de Seguridad Pública de Costa Rica, Jorge Chavarría, volvió con el tema y dijo en una entrevista televisiva que “hubo informes de inteligencia de que Joaquín El Chapo Guzmán estuvo escondido en suelo costarricense y que tienen datos de que Caro Quintero también estaría oculto en el país”.

 

 

Por la posición geográfica, dijo el exfuncionario, en Costa Rica “estamos en el patio de México. Estamos afectados por los fenómenos criminales mexicanos”.

 

 

El exfiscal mencionó además en la plática con el analista político costarricense Pablo Barahona, que en este país hay fuertes movimientos de lavado de capitales del crimen organizado transnacional.

 

 

Comentó que las versiones extraoficiales —no confirmadas por las autoridades— de la supuesta presencia del capo de La Noria, Badiraguato, comenzaron a circular desde mediados de 2018, y apuntaban a que se movía en la zona norte y noroeste del país centroamericano.

 

 

“No tengo información concreta al respecto” de la permanencia de Caro Quintero en Costa Rica, aclaró, al indicar que, durante su labor como fiscal general, de 2010 a 2017, sí tuvo datos precisos sobre la de Guzmán.

 

 

“Pero no me parecería extraño que Caro Quintero estuviese acá porque él estuvo arraigado acá. Él tuvo cierto arraigo, compró propiedades, lo cual significa que tenía apoyos acá en Costa Rica. Gente que lo asesoró, gente que lo aconsejó y que probablemente siga conviviendo con nosotros”, narró.

 

 

Chavarría, quien fue consejero en seguridad en México antes de asumir como fiscal general, atribuyó las informaciones en su poder sobre el Chapo Guzmán y Caro Quintero a fuentes de inteligencia.

 

 

“Hubo informes de inteligencia en los que se afirmó la presencia del Chapo en Costa Rica”, afirmó.

 

 

 

La caída en el 85

 

 

Tras el asesinato del agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena y del piloto mexicano Alfredo Zavala Avelar, Rafael Caro Quintero escapó de Guadalajara a bordo de un avión en el que llevaba más de 60 millones de dólares.

 

 

Antes de irse, convenció a Sara Cosío, quien era hija de un alto funcionario del gobierno de Jalisco, para que se fuera con él. Caro Quintero tenía una finca bautizada como La California, en las inmediaciones de San José. Allí se ocultó con Sara Cosío hasta el 2 de abril de 1985 en que agentes antinarcóticos de la DEA y de Costa Rica rodearon la propiedad y detuvieron al capo más buscado en ese entonces.

 

 

Cuando fue entrevistado para la televisión, luego de ser extraditado a México, Rafael dijo entre risas que se había ido a Costa Rica “porque me dijeron que era un lugar tranquilo, pero ya veo que no”.

 

 

A Camarena lo mandaron secuestrar a principios de febrero de ese año 85 después de salir del consulado estadounidense de Guadalajara. Por días, Caro y sus socios lo tuvieron en un caserón. Fue torturado a más no poder, hasta que el gobierno de Washington desató una cacería, posteriormente al hallazgo del cadáver de “Kiki” Camarena en Michoacán.

 

 

Ahí se fraguó la caída de Caro Quintero, Ernesto Fonseca y el aplazamiento de la de Miguel Félix Gallardo.

 

 

 

Pelea legal

 

 

 

Caro Quintero ya lleva seis años en libertad, luego de que un Tribunal Colegiado de Jalisco lo dejara en libertad mediante argucias legales. Posteriormente la Suprema Corte revirtió el auto de formal libertad y le emitieron una orden de reaprehensión para que termine su sentencia de 40 años de prisión por el crimen de Camarena y el piloto.

 

 

En cambio, por los delitos relacionados al narcotráfico, Caro Quintero ya purgó sentencia. Ahora, el Departamento de Justicia de Estados Unidos, amarrado de manos al no poder volver a procesar al sinaloense por la muerte de Camarena, logró presentar una nueva acusación por narcotráfico, en donde lo señala de formar parte del Cártel de Sinaloa, cosa que Caro ha negado en dos entrevistas televisivas.

 

 

Actualmente la Suprema Corte ha aplazado en tres ocasiones su sentencia de amparo en torno a la orden de extradición a la Corte Federal de Nueva York. Caro se ha defendido como “gato panza arriba” en la materia legal, alegando que solo se trata de una venganza de la DEA por el asesinato de Camarena.

 

 

“Yo ya pagué lo que hice”, ha repetido una y otra vez, alegando que él ya no se dedica al crimen organizado, que no forma parte de ninguna organización y que apenas sobrevive con lo que le quedó de sus mejores años, andando a salto de mata en las estribaciones de la Sierra Madre Occidental, donde se cree que se la navega.

 

 

Hasta la fecha, los innumerables operativos de la Secretaría de Marina en la sierra de Sinaloa, Durango y Chihuahua han fallado en la intensa cacería para llevarlo de nueva cuenta al banquillo de los acusados.

 

 

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