Por años las ciudades de Chicago y Los Ángeles se convirtieron en dos de las más importantes para el Cártel de Sinaloa, que no podía competir contra los colombianos y caribeños en Nueva York, Miami y las ciudades de la Costa Este de Estados Unidos. Sin embargo, un nuevo informe de la DEA que se dio a conocer recientemente revela que la gente de Nemesio Oseguera Cervantes ya desplazó a los hijos del Chapo Guzmán y a Ismael Zambada García de “la ciudad de los vientos”, en el estado de Illinois, uno de los puntos de envíos de droga de Joaquín Guzmán Loera con los hermanos gemelos Margarito y Pedro Flores, quienes al arrepentirse de ser socios del cártel terminaron por aportar toda la información suficiente para encauzar a la cúpula de la organización criminal sinaloense. De manera contradictoria, mientras las autoridades mexicanas filtran a los medios de comunicación que El Mencho enfrenta una enfermedad grave en los riñones, la expansión del Cártel Jalisco Nueva Generación y la riqueza del capo siguen creciendo con desmesura.

Por Redacción De Primera Noticias.

Fue la ciudad que catalogó a Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, como el principal enemigo público. Esto en 2015. También fue la “capital” del norte de Estados Unidos a donde llegaban las toneladas de cocaína, metanfetamina, mariguana y heroína que surtía el Cártel de Sinaloa. En esta misma ciudad, el Departamento de Justicia gringo decidió abrir un maxiproceso a todos los líderes: fue el lugar de extradición de Vicente Zambada Niebla, El Vicentillo, y el lugar de su sentencia, luego de colaborar como testigo cooperante.

En la lista de la Fiscalía para el Distrito Norte de Chicago,  están incluidos por lo menos nueve integrantes de este grupo criminal: desde el mismísimo Mayo Zambada, hasta Jesús Alfredo Guzmán Salazar, el Alfredillo, pasando por capos de la heroína como Felipe Cabrera Sarabia, Guadalupe Fernández Valencia, La Patrona, Heriberto Zazueta Godoy, El Capi Beto; Víctor Manuel Félix Beltrán, el Lic Vic; Jesús Raúl Beltrán León, El Trébol o el Chuy Raúl; Héctor Miguel Valencia Ortega y hasta el fallecido Jorge Mario Valenzuela Verdugo, el Marito Choclos.

Chicago fue el centro neurálgico de una de las operaciones de compraventa de drogas más importante para los barones de la droga sinaloense, la sociedad que mantenía con los hermanos mellizos Pedro y Margarito Flores le reportaron ganancias estratosféricas al grado que en pocos años construyeron un imperio criminal que se extendió de Chicago a otros seis estados de la Unión americana.

Ahora, con la sentencia de cadena perpetua al Chapo Guzmán, y con el encarcelamiento de algunos socios de los de Sinaloa, es el Cártel Jalisco Nueva Generación comandado por Nemesio Oseguera Cervantes el que desplazó a los hijos del Chapo y a Ismael El Mayo Zambada en el control de esta importante ciudad.

De acuerdo con el informe elaborado por la División de Campo de la DEA en esa ciudad, el incremento de la presencia del Cártel Jalisco se ha dado en los últimos dos años y “su influencia ha conseguido desplazar a otro cártel mexicano en esta entidad, el Cártel de Sinaloa”.

El subjefe de operaciones de la DEA indicó que esto es una amenaza ya que se ha incrementado el flujo de drogas, incluido el fentanilo, así como la violencia y la muerte en el territorio estadounidense. En Chicago no sólo el grupo sinaloense mantenía activo sus envíos de droga, también lo hacían los Guerreros Unidos, quienes realizaban importantes embarques de heroína producida en las zonas montañosas de Guerrero. De hecho, la agencia antidrogas logró captar comunicaciones sobre la desaparición de los 43 estudiantes normalistas, atribuida a esta célula criminal que usaba las rutas terrestres para transportar los narcóticos.

En el informe dado a conocer se exhibe además que la presencia de estos grupos criminales es una amenaza ya que pueden crecer más y tener “un mayor poderío”. Sin embargo, la droga que trafican suele ser de menos pureza, ya que está rebajada hasta en un diez por ciento.

Se devela que tanto el CJNG como el Cártel de Sinaloa no son los únicos presentes en los Estados Unidos, ya que se ha identificado células de los Guerreros Unidos, el Cártel del Golfo y el de los hermanos Beltrán Leyva, las cuales no tienen tanta influencia o rutas de distribución, así como una cadena de sociedades que impulsen el tráfico.

Para la DEA, estas organizaciones criminales utilizan intermediarios para controlar el envío de las drogas, el cual se da en la frontera y que tiene como protagonistas a clientes mayoristas. Finalmente, el fentanilo, de acuerdo con el informe, llega de China y se compra a través de internet para después llegar por medio del correo postal y así fabricarse en los laboratorios del crimen organizado.

Una expansión anunciada

En México, el Cártel Jalisco Nueva Generación ya tiene presencia en 23 de las 32 entidades federativas, aunque de facto domina Jalisco, Colima, parte de Michoacán, Estado de México, Nayarit, y mantiene fuertes feudos en otros estados. Surgida después de la muerte de Ignacio 'Nacho' Coronel en 2009 (cuando fue asesinado por el Ejército en Zapopan), este grupo criminal considerado ya trasnacional ha tenido una rápida expansión en los últimos años

Según las autoridades federales, la primera vez que emergió esta organización fue denominada Los Mata Zetas y combatieron con furia a Los Zetas en Veracruz; enseguida también tiñeron de sangre Jalisco, Colima y actualmente lucha contra Los Viagras en Michoacán.

En Sinaloa se dice que en 2013 el Mencho expulsó a los hijos de Joaquín Guzmán Loera de Guadalajara, ya que era público que en esos años tanto Iván Archivaldo y Jesús Alfredo, los vástagos mayores del Chapo, se la pasaban entre la capital jalisciense y Culiacán.

Pero el Mencho Oseguera no ha construido su imperio criminal él solo. Para poder ascender tuvo la ayuda de Los Cuinis, Arnulfo y Ulises González Valencia, hermanos de Rosalinda, la esposa de Oseguera Cervantes.

Los Cuinis se forjaron desde principios de la primera década del siglo XXI en el llamado y extinto Cártel del Milenio, operado por los hermanos Valencia, y quienes tenían contactos extranjeros para traficar narcóticos. Los cuñados de El Mencho se especializaron más en construir una red de lavado de dinero que por muchos años fue irrastreable.

Luego de que el gobierno de Estados Unidos empezó a solicitar la extradición de los principales líderes del CJNG, es cuando se supo de las redes financieras que se forjaron para lavar los recursos provenientes del narcotráfico. A diferencia de los integrantes del Cártel de Sinaloa, los de Jalisco poco han sido encausados de manera judicial en territorio gringo. De hecho, por ejemplo, al Mencho la primera vez que se le libró una orden de aprehensión con fines de extradición para responder por delitos ante la Corte Federal de Columbia, en Washington, fue en marzo de 2014.

En 2015 la Corte del Distrito Este de Texas también lo requirió bajo cargos similares y hasta 2018 la Corte Federal de Los Ángeles emitió su pliego acusatorio contra El Mencho y otros de sus diez operadores de la organización criminal. Dentro del organigrama que ha establecido el Departamento de Justicia, se encuentra el hijo de Nemesio, Rubén Oseguera González, El Menchito, quien fue considerado por la DEA como su segundo al mano antes de su aprehensión en 2015. El Menchito ha ganado varios amparos en los tribunales mexicanos, pero aún falta litigar la extradición.

El tercero en importancia, hasta octubre de 2018, era Abigael González Valencia, a quien ponen como líder de Los Cuinis y cuñado de El Mencho. Enseguida aparece en la estructura Jesús Contreras Arceo, alias El Canasto, quien además cuenta con dos cargos por conspiración ante la Corte Federal de Virginia y fue detenido por las autoridades mexicanas en 2018.

Érick Valencia Salazar, El 85, también formó parte del círculo cerrado del Mencho y por lo tanto forma parte de la misma acusación formal en el Distrito de Columbia.

En 2013 fue atrapado en un lujoso departamento de Hollywood, California, Oswaldo de Jesús Miramontes-Díaz, considerado un hombre clave dentro del terreno en los Estados Unidos. En ese momento, Miramontes intentaba vender un alijo de cocaína de 50 kilos en 2,5 millones de dólares. El departamento donde fue capturado había sido comprado con dinero de la droga.

La lista de los encausados junto con El Mencho se alarga a sus cuñados Gerardo y José González Valencia, así como los lugartenientes: Ulises Yovani Mora Tapia, el árabe Juan Manuel Abouzaid El Bayeh y Alfredo Galindo-Salazar. Estos últimos tres se encuentran prófugos y la última vez que supieron de ellos se encontraban en territorio mexicano.

La DEA atribuye la imparable expansión del Cártel Jalisco debido a capturas de sus miembros en países como Brasil y Uruguay. Sin presentar pruebas casi nunca, se habla de que su mercancía llega a África, Europa y Asia, e incluso conectan a este grupo criminal con sindicatos mafiosos de Japón, China y Rusia, aunque por lo regular no se comprueban estas ligas.

La riqueza del Mencho

A Oseguera Cervantes no sólo se le atribuye una enfermedad crónica degenerativa que le hacen supuestamente volver por lo menos tres veces a la semana a un hospital, sino que también la DEA asegura que ha amasado una fortuna en sus andanzas criminales.

Al igual que al Chapo Guzmán lo pusieron en la lista número 701 de Forbes, del Mencho se dice que posee una fortuna que sobrepasa los mil millones de dólares, una cifra que lo colocaría como uno de los criminales con más dinero del mundo. Sin embargo, según los registros de la agencia antidrogas, el capo no tiene una vida de lujos ni grandes gastos para intentar mantener un perfil bajo y no ser detectado.

A veces se trata más de la leyenda que de la realidad. En el imaginario (construido incluso a partir de los datos que distribuye la DEA y otras agencias de seguridad), el Mencho cuenta con lujosas cabañas, más de 100 restaurantes, plazas comerciales, empresas inmobiliarias y hasta una marca de tequila.

En el catálogo de lujos se incluye un rancho con animales exóticos y el tráfico de barras de oro para el blanqueo de capitales. Toda una película que pocas veces se materializa, ya que también las agencias gringas juegan con su propia propaganda.

"Yo diría que tiene (El Mencho) al menos 500 millones de dólares y hasta podría superar los mil millones de dólares", dijo en una ocasión Kyle Mori, agente de la DEA, en una entrevista con la cadena de noticias de Univisión.

"Es muy difícil manejar un Lamborghini o un Ferrari cuando vives en las montañas siendo perseguido", explicó el agente Mori y remató: "Hay miembros de Los Cuinis que han viajado a Ibiza, rentado enormes yates, con muchas mujeres y todo tipo de alcohol; que han comprado joyas costosas, caballos de carrera, lo que sea".

El asedio de Chicago

Tras el crimen de Rodolfo Carrillo Fuentes, El Niño de Oro, en la plaza Cinépolis de Culiacán, el Chapo Guzmán empezó a extender sus fronteras en Estados Unidos. Es partir de 2005 cuando entabla conexiones con los hermanos Flores (Pedro Flores fue otro de los testigos estelares en el juicio contra Guzmán).

Es a estos hermanos que le llegaban las toneladas de cocaína y kilos de heroína que se negociaban gracias a teléfonos satelitales o a encuentros furtivos en la zona serrana de Sinaloa y Durango. En las reuniones, según información recuperada por DeprimeraNoticias, también estaban presentes El Mayo Zambada y otros socios, como los Cabrera Sarabia de Durango o los hijos de Ismael.

Las investigaciones de la DEA apuntan a que el Cártel de Sinaloa enviaba la droga vía San Diego y Los Ángeles para luego a través de la gran red de carreteras para llegar hasta la zona de los grandes lagos en Illinois. Los Flores se encargaban con su gente con quien tenían sus propios acuerdos, de distribuir y vender los narcóticos en las calles.

Los Flores eran buenos socios, pagaban puntual y a buen precio la mercancía, según se desprende de las conversaciones secretas que grabaron luego de que en 2008 el padre de los gemelos, el señor Margarito Flores, fue asesinado en un sitio de Sinaloa o Jalisco, como venganza de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, luego de la ruptura de la Federación.

Fue así como, sintiéndose amenazados, los Flores acudieron ante la DEA y se prestaron para reunir todo el material a partir de 2008 y con ello enjuiciar a todos los miembros del Cártel de Sinaloa que tenían contacto con ellos. Desde conversaciones telefónicas hasta grabaciones de encuentro, la agencia gringa juntó toneladas de evidencia que se materializó en junio de 2009 al darse a conocer una lista de más de 100 asociados al cártel sinaloense y a la tripulación de los Flores en Chicago.

Ahí, justo hace más de diez años, empezó a fragmentarse un imperio criminal en permanente guerra, pero a la vez en permanente expansión. Ahora entre los jaliscienses y michoacanos se reparten la joya de la corona que una vez fue la “ciudad de los vientos”, la Chicago que ha visto ir y venir mafias, sindicatos criminales y cárteles.