La historia de México está llena de personajes femeninos olvidados
domingo, 4 de octubre de 2020
 La historia de México está llena de personajes femeninos olvidados
  

 

“La historia de México está llena de hombres que tuvieron una participación mínima y que han sido sobrevalorados; de hombres a los que obligaron a estar en determinado lugar, en la lucha, y en cambio hay que mujeres que por decisión propia tomaron las armas, nadie las obligó, y aún así fueron borradas de la historia”

 

 

Por Redacción De Primera Noticias.


 

El revisionismo ha rescatado del olvido a personajes históricos femeninos cuya participación en momentos cruciales de la vida de México no ha sido valorada lo suficiente. Desde la Malintzin hasta las soldaderas de la revolución, las mujeres han tenido una posición central en los acontecimientos históricos, pero desde el discurso oficial han sido relegadas a un papel secundario, cuando no desaparecidas del todo.

 

 

Entre esos personajes cuya aportación al devenir de los acontecimientos no ha sido estudiada lo suficiente se encuentra Margarita Maza, esposa de Benito Juárez, quien lejos de ser solo una compañera fiel, fue una hábil consejera política y una defensora de la república contra el imperio cuya labor diplomática en Estados Unidos la llevó a reunirse con el presidente Andrew Johnson en la Casa Blanca.

 

 

Durante su periplo por Estados Unidos, Margarita Maza y Benito Juárez intercambiaron cientos de cartas en las que ella dejó constancia de sus preocupaciones por la república amenazada, sus miedos ante lo que pudiera pasarle a su marido y la tristeza por ver cómo sus hijos morían enfermos.

 

 

En su novela más reciente, el historiador y novelista Pedro J. Fernández ahonda en este personaje que, lejos de ser una mujer abnegada, luchó por la defensa de sus ideales mientras intentaba salvar a sus hijos, ayudaba económicamente a su marido y huía de sus enemigos, quienes habían mandado a Juárez al exilio para intentar aniquilar su legado.

 

 

DE PRIMERA NOTICIAS: ¿Cuáles fueron las contribuciones de Margarita Maza en la defensa de la república? ¿Por qué te empezaste a interesar por este personaje?

 

 

Mi novela está basada en las cartas que Margarita y Benito Juárez se escribieron y desde que las leí quise conocer más de este momento de la historia, así que me puse a investigar en los periódicos de la época sobre este encuentro que sostuvieron Margarita y el presidente norteamericano, Andrew Johnson, en la Casa Blanca. Me di cuenta de que hay mucha información sobre el segundo impero, pero en la mayoría de los casos Margarita apenas aparecía en un pie de página. Solo se sabía que cuando ella se fue a Estados Unidos, huyendo de los enemigos de Juárez, murieron dos de sus hijos, pero poco se sabía de las carencias económicas que vivió, de sus temores, sus miedos, no saber si volvería a encontrarse con Benito, porque pasaba tiempo sin recibir noticias de México. Encontré muy rescatable el lado humano de Margarita  Maza, la manera en que sacó adelante a sus hijos, a veces sin dinero, o de que manera reunía armas o lo que pudiera para mandarlas a México. Es destacable cómo realiza esa labor diplomática que la lleva a sentarse en la Casa Blanca con el presidente, a quien le explica qué está pasando y lo instiga para que presione a Francia para que retire sus tropas.

 

 

¿Qué nos dicen esas cartas sobre ella, más allá de ser la compañera del presidente Juárez?

 

Uno de los puntos importantes es que todo el tiempo Margarita le está dando consejos, Margarita tiene una opinión propia sobre lo que estaba pasando en México y vemos que no siempre va de la mano con Juárez. A veces tiene otras opiniones. Está muy lejos de ser una esposa abnegada o alineada al pensamiento de su marido. Vemos en estas cartas que le da muchos consejos políticos, incluso uno muy particular con respecto a Porfirio Díaz. Juárez confiaba en Díaz, pero Margarita le dice insistentemente, no confíes en él, no confíes en él, se te va a voltear, tiene muchas ambiciones. Otra es la relación que establece con Andrew Johnson. Muy pocas personas saben que Margarita fue a la Casa Blanca a tomar el te y a decirle al presidente lo que estaba pasando en México, esto es lo que necesitamos de ustedes, por favor ayúdenos. La labor diplomática que hizo es para que Estados Unidos presionara a Napoleón III para que retirara sus tropas de México. Entonces vemos que es una mujer que está desafiando de alguna forma a las reglas de su tiempo para bien de la guerra.

 

 

DE PRIMERA NOTICIAS: Háblanos sobre la importancia de humanizar a los personajes históricos, de novelizarlos, de no quedarnos con lo que podemos descubrir de ellos a través de las monografías de internet.

 

 

PEDRO J. FERNÁNDEZ: Para mí es importante humanizar a los héroes precisamente porque así dejamos de verlos como esas figuras de bronce que nos enseñaron durante nuestro primer acercamiento a la historia en la escuela. Las mismas fotos, los mismos datos, las mismas frases célebres, etc. En la escuela lo que nos enseñan es parte de su vida pública, pero cuando empezamos a conocer quiénes son, de dónde vienen, cómo era su vida privada, su vida íntima, su vida familiar, comprendemos mejor su contexto histórico y entendemos por qué fueron así, por qué tomaron esas decisiones y al final nos sentimos mucho más cercanos. Nos podemos identificar más con un héroe cuando hemos conocido sus errores, cuando sabemos cómo eran sus relaciones con su familia y amigos, que con un personaje que simplemente es una foto y un par de frases célebres. Creo que estamos en un buen momento para cambiar la narrativa que hemos llevado sobre los personajes históricos y empezar a hablar precisamente de cómo eran más allá de su vida pública.

 

 

Truman Capote dijo alguna vez que la literatura es chisme. Tú has mencionado que lo que te interesa de la historia es el drama, la parte jugosa, los chismes, lo que hay detrás de los personajes. ¿Qué de trascendente para la historia nacional puede haber en lo que ocurría tras bambalinas en la vida de estos héroes y heroínas?

 

 

Me parece que es donde está la parte interesante de un personaje. Más en los villanos que en los héroes, pero en los dos se da: conocer sus errores, los amantes que tenían, por qué las frases que dijeron son importantes. Al final una historia tan dramática como la mexicana sí parece una telenovela porque está llena de amores, traiciones, amistades, enemistades, rivalidades. Toda esa carnita permite que sea interesante. Y nosotros podemos generar curiosidad en el lector si empezamos con alguna historia de esas y que diga sí me está interesando este personaje, no lo había entendido pero ya sé más o menos de dónde viene. La novela histórica debe ser un impulso para que el lector siga investigando sobre la historia de México. Es lo que lo diferencia del texto académico, que tiene que ser muy serio, no puede salirse de ciertos marcos, y la novela histórica sí tiene un poco más de margen para explorar cómo eran estos personajes. Y sobre todo personajes que son muy interesantes como Benito Juárez, que al haberlos convertido en figuras oficialistas les arrancamos esa humanidad y nos quedamos con esas imágenes frías que vemos en un billete, por ejemplo. En una novela podemos enamorarnos de este personaje porque lo estamos viendo bailar o hacer chistes o jugar a los naipes, porque así era Benito Juárez. Y estos chismes y algo que podría parecer inapropiado para historiadores, yo creo que le sube mucho al personaje y hace que nos interesemos por él, entonces el chisme y esa carnita es justamente lo que estamos buscando para encontrar la humanidad de los personajes. Ya conocemos cómo se vestían, ya conocemos lo que dijeron, pero ahora vamos más allá, cómo pensaban, cómo enamoraron a sus parejas.

 

 

¿Cómo eludes el peligro de juzgar a los personajes históricos en base a los valores contemporáneos?

 

 

Eso lo evitas con la investigación. Debes conocer al personaje y su contexto político y social. En la medida en que un novelista sea lo más neutral posible con el personaje, con ese pasado que le tocó vivir, es como evitar el juicio desde la mentalidad contemporánea. A veces podemos caer en la tentación de elaborar un personaje mucho más moderno o que quiera opinar sobre cosas que estén pasando ahora… y no. El personaje es parte de su tiempo, parte de su propia ideología, entonces la investigación te permite saber cuándo estás pasándote de esa línea, y regresarlo a lo que le toca.

 

 

¿Se corre el riesgo de sobrevalorar a determinados personajes por el revisionismo que estamos haciendo de la historia?

 

Yo creo que este tipo de textos saca estos personajes a la luz y es cuestión de cómo la narrativa los va acomodando a la historia de México. También hay muchos hombres que tuvieron una participación mínima y que han sido sobrevalorados. Creo que es interesante que independientemente de su lucha y su legado, empecemos a hablar de ellos, y como van inspirando a los nuevos mexicanos y quizá estos nuevos mexicanos vayan rescatando más de estos personajes y diciéndonos si están sobrevalorados o no. Pero la historia de México está llena de hombres que están en la historia solamente porque los obligaron a estar en determinado lado, en la lucha, y hay mujeres que por decisión propia tomaron las armas, nadie las obligó, y fueron borradas de la historia. Es momento de hablar de estas mujeres y que cada mexicano decida qué es lo que representan ellas para la historia de México.

 

 

 

 

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