En el libro “Emma y los señores del narco”, escrito por la periodista Anabel Hernández, se menciona a varios famosos y famosas del espectáculo que mantuvieron alguna relación amorosa o vínculo empresarial con distintos capos del narco en México.
Entre los mencionados aparece la actriz y conductora de televisión Galilea Montijo, quien de acuerdo con testigos entrevistados por la periodista, mantuvo una relación amorosa de varios años con el narcotraficante Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, abatido por la Marina Armada de México en Cuernavaca.
“Aunque don Arturo quería manejar su cercanía con Galilea Montijo con mucha discreción, la historia corrió dentro del grupo por medio de algunos guardias que atestiguaron la presencia de la conductora […] Él tuvo una relación seria, de mucho tiempo, con Galilea, de hecho, le ayudó a sacar a su hermana de la cárcel, a mí me tocó mirarla tres veces, por eso me consta”, narró el testigo a la periodista.
Otro de los fragmentos del libro señala: “Galilea siempre iba vestida elegantemente, en una ocasión la miré con pantalón y en dos ocasiones con vestidos pegados y muy elegantes, las tres ocasiones con abrigo” […] Don Arturo estaba muy encariñado con ella. Otros informantes relacionados con la organización aseguran que incluso el capo estaba enamorado de la conductora.”
El testigo le narra a Anabel Hernández que en una ocasión llegó el capo a bordo de un Mercedes Benz negro del que descendió acompañado por la conductora de televisión, quien entonces ya había hecho algunos papeles de telenovelas, había ganado el reality show Big Brother VIP y en ocasiones participaba en el programa matutino de variedades Hoy. El jefe del clan de los Beltrán Leyva la trató con respeto. Le dijo: “venga, mi amorcito, pásele”, tomándola de la cadera.
La relación con el jefe del clan de los Beltrán Levya habría durado al menos dos años, y en ese tiempo, "El Barbas" le regaló a la tapatía joyas valuadas en cientos de miles de pesos y relojes de marcas caras, entre ellos, un Rolex que ella debía usar en televisión para alagar a su patrocinador.