Culiacán, Sinaloa.- La noche de este miércoles, vecinos de Valle Alto y Villas del Río afectados por el cierre de uno de los carriles del acceso principal a dicho sector a causa del plantón de los trabajadores de la Salud, intentaron dialogar con ellos para que liberaran la calle.

Sin embargo, a pesar de que en un inicio el diálogo entre ambas partes fluyó de manera tranquila, pronto los ánimos se caldearon y hubo gritos, reclamos, advertencias y connatos de violencia que no escalaron pues los vecinos optaron mejor por retirarse.

Fueron alrededor de 30 vecinos de ambas colonias quienes acudieron al Hospital de la Mujer alrededor de las 10 de la noche y se acercaron a los trabajadores de la salud que mantienen el plantón en el boulevard Miguel Tamayo, en el carril de sur a norte, para intentar convencerlos de que liberen la vialidad.

Uno de los vecinos se acercó al grupo y comenzó diciendo que no tienen nada en contra de los trabajadores del sector, que entienden sus reclamos y los comparten, pero que quienes están siendo afectados por el plantón son otros ciudadanos, mientras que a las autoridades no les afecta en nada.

“La verdad es que se está generando una molestia en la población que no sabemos hasta dónde va a llegar, esto ya empezó y ya no se para, por lo que queremos pedirles de la manera más atenta, suplicarles, que nos dejen circular. Les reiteramos, no estamos en contra de sus peticiones, pero si quieren hacer una presión, vayan y háganla en Palacio de Gobierno. Aquí al gobernador no le afecta en nada”, expresó un vecino.

Los trabajadores de la Salud respondieron señalando que hay compañeros suyos que llevan seis, 12 y hasta 20 años trabajando sin una base, con un salario de 2 mil 900 pesos quincenales, por lo que no consideran justo quedarse de brazos cruzados y no protestar, aunque la atención nunca se negó ya que los pacientes podían entrar por la puerta de urgencias.

“¿Ustedes tienen culpa? No. ¿Nosotros tenemos la culpa? No. Entonces ustedes qué tienen que hacer. Si les molesta mucho, únanse a nosotros y vayan y quéjense donde se tienen que quejar. ¿Nosotros somos gobierno? ¿Nosotros tenemos poder? No tenemos poder. Vayan adonde tienen que ir”, declaró una trabajadora de la salud.

Esto provocó la ira de los vecinos, algunos de los cuales le gritaban que se buscaran otro trabajo, que ellos no tenían la culpa, que era su problema, que se subieran a la banqueta o que fueran a protestar a otra parte donde el gobernador sí los viera y atendiera su demanda.

Los trabajadores respondieron recordando que durante la pandemia ellos estuvieron trabajando, atendiendo pacientes enfermos, viendo cómo otros compañeros morían a causa del Covid-19, por lo que no consideran justo que ahora la sociedad les de la espalda.

“En la pandemia nosotros los ayudamos, los atendimos, nosotros aquí estábamos, compañeros que fallecieron y aquí estábamos, ganando 2 mil 900 pesos atendiendo a la sociedad, y ahora la sociedad viene y nos atacan a nosotros. Imagínate con 2 mil 900 pesos qué voy a hacer yo, pagando renta, manteniendo a un hijo y pagando camiones”, expresó uno de los trabajadores.