De ser una opositora denunciante de los malos manejos de los recursos públicos en el gobierno de Quirino Ordaz Coppel, pasó a defenderlo a capa y espada y a llenarlo de elogios. De considerarse a sí misma como una combatiente de los corruptos, ahora hace alianzas políticas con ellos. A la senadora Imelda Castro Castro la congruencia moral le duró poco. Bastó con que accediera al poder de la mano de la 4T para que todo ese castillo de ideología izquierdista, de activismo social y de combate a la corrupción que había construido en el discurso, se desmoronara estrepitosamente.

Por David Fuentes M.

El pasado 24 de octubre la senadora de Morena, Imelda Castro Castro, presentó su cuarto informe de actividades en un evento realizado en el Jardín Botánico de Culiacán. Dicho evento se convirtió en un cónclave al que asistieron desde el gobernador Rubén Rocha Moya hasta el jefe del Congreso del Estado, Feliciano Castro, además de otros diputados locales y federales y distintos alcaldes y ex alcaldes.

Entre estos últimos estuvo, en calidad de no invitado, el defenestrado Jesús Estrada Ferreiro, quien acudió al evento con la esperanza de que Rocha Moya le tendiera la mano (“Si él me quiere hablar, platicamos”, dijo el ex alcalde de Culiacán a los medios) aunque eso no sucedió. De igual manera estuvo el alcalde de Ahome, Gerardo Vargas Landeros.

Durante su intervención el gobernador señaló a Imelda Castro como una “corcholata estatal”, a la que ve “haciendo su luchita” para ganar la candidatura de Morena a la gubernatura en 2027. Al respecto, la senadora respondió que todavía no son los tiempos de candidaturas, aunque confesó que primero está pensando en la reelección en el Senado para el 2024.

“Son expresiones en el contexto de un informe legislativo, eso lo veremos en el tiempo, yo le agradezco mucho al gobernador, pero yo respeto su sexenio, su gobierno, lo apoyo y colaboro con él. Los tiempos políticos y las candidaturas vendrán en su momento”, declaró la senadora.

Del trabajo legislativo de la Senadora, poco se puede hablar, muchas de las iniciativas presentadas son en lo general del partido Morena.

“No es cosa menor lo realizado. Vamos a tardar mucho tiempo para que tengamos plena claridad del profundo impacto de estas transformaciones en el devenir de México y de Sinaloa. La vorágine de estos cambios impide ver es gran bosque en el que crece y florece la transformación de la vida pública”, comentó durante su informe.

Llamó la atención que, a menos de un año de iniciado su gobierno, Rocha Moya ya comience a hablar de sus posibles sucesores para el 2027 (cuando nunca han dejado de hacer campaña como AMLO).

En junio pasado, durante una gira de trabajo por el municipio de Salvador Alvarado, el gobernador también abordó el tema de los aspirantes que quieren sucederlo en el cargo. En ese momento mencionó al ex alcalde de Mazatlán, Luis Guillermo Benítez Torres, a quien de plano descartó por considerarlo “muy batalloso”. Sin embargo, no descartó al ex priista Gerardo Vargas Landeros.

El cobijo a Vargas Landeros

La presencia del ex secretario general de Gobierno de Mario López Valdez en el evento de Imelda Castro no fue casual. La senadora fue una de las primeras en abrirle las puertas de Morena a Vargas Landeros. Ya en octubre de 2020 ambos se reunieron en un restaurante en Guasave donde ella reconoció que “en el espectro de la Cuarta Transformación sí observa” al ex priista como parte del movimiento y justificó su apertura argumentando que “el proyecto de la 4T ocupa de todos para transformar a Sinaloa”.

A partir de ese momento son varias las ocasiones en que ambos se han reunido en distintos municipios del estado para “estrechar lazos de amistad” junto con el diputado federal Ambrosio Chávez y el ex delegado de Morena en Sinaloa, Manuel de Jesús Guerrero Verdugo.

Es imposible que la senadora Imelda Castro ignore qué tipo de personaje es Vargas Landeros. Basta con hacer un breve recuento de su participación en el que es considerado uno de los sexenios más corruptos de la historia de Sinaloa.

Como secretario General de Gobierno de Malova no hizo nada por atender las demandas de grupos sociales, promover la cultura cívica en la población o fortalecer los valores democráticos, por mencionar solo tres de las funciones que se le asignan a la Secretaría General de Gobierno. ¿Por qué nunca se aclararon los crímenes de Humberto Millán, Luis Pérez Hernández o Atilano Román? ¿Por qué se permitió desde la Secretaría de Gobierno que los integrantes del gabinete malovista se despachaban con la cuchara grande en las secretarías de Salud, Educación y Administración y Finanzas?

Premiando la corrupción

La incongruencia de Imelda Castro no es un asunto nuevo. Luego de que el presidente López Obrador anunciara que había invitado a Quirino Ordaz para ser embajador de México en España, la senadora avaló dicho nombramiento e incluso elogió al ex gobernador por su “experiencia” y aseguró que tenía “el perfil adecuado” para el cargo.

“Cuenta mucho que la gente tenga experiencia, que conozca esos países y desarrolle y desempeñe su actividad institucional y acuerdo a nuestros principios de la política exterior”, consideró la legisladora. “Creemos que debemos de aprovechar la experiencia de algunos como Quirino, creo que sí tiene un perfil adecuado para eso, tiene experiencia, es un compromiso y a cumplirle a México y eso está más allá de los intereses de un partido político".

Al llenar de elogios a Quirino, a Imelda Castro se le olvidó cómo ella misma tachaba al gobierno de Quirino Ordaz de ser “uno de los más opacos de la historia en materia de obra pública” y le exigía que rindiera cuentas de todas las irregularidades financieras detectadas en su administración.

“En el tema de la obra pública, yo creo que lo del Precasin eso tiene que aclararse, tiene que aclarar ese esquema porque nosotros suponemos que es un esquema de traslación de recursos públicos para empresas privadas, que aparentemente no solo las hace el Gobierno, pero seguramente contrata y subcontrata a empresas que… debe haber amiguismo, nepotismo, etc.”, indicó.

“Creo que este debe ser un año en donde al gobernador Quirino Ordaz Coppel ya se le ponga un alto. Necesitamos que rinda cuentas el Gobierno, que sea más transparente y que cumpla con la Ley en todos sus aspectos”, añadió.

Para quienes no tengan fresco el tema basta con recordarles que, al inicio de su gobierno, Quirino Ordaz revivió una empolvada empresa de Estado llamada PRECASIN y le dio facultades ilimitadas de construcción con presupuesto público. Quirino Ordaz Coppel y la Secretaría de Obras le transfirieron más de mil 200 millones de pesos en tres años con altos niveles de opacidad no vistos desde hace más de 20 años. Lo que hizo el gobierno de Quirino fue aumentarle el umbral de contratación, y pasó de obras que apenas superaban el millón y medio de pesos, a contrataciones que excedían los 100 millones de pesos.

Su paso por el PRD

En junio de 2016, luego de las elecciones estatales en las cuales fue candidata del PRD a la alcaldía de Culiacán, Imelda Castro propuso darle “una muerte digna” a su partido. Tras haber perdido las elecciones obteniendo apenas un tres por ciento de los votos, Imelda ya no quería saber nada del PRD, partido que dirigió y por el cual fue dos veces diputada local.

Entonces propuso acabar con su partido. El 29 de agosto de 2017 renunció al PRD para unirse a Morena y obtuvo una candidatura al Senado junto con Rubén Rocha Moya. La ola lopezobradorista la llevó al poder de manera completamente inesperada.

En una entrevista que, en 2016, en plena campaña electoral por la alcaldía de Culiacán, le realizó el director de DeprimeraNoticias, Bernardino Chávez, la entonces candidata habló de la necesidad de acabar con la corrupción para acabar con la violencia y la pobreza.

“Necesitamos combatir la corrupción, pero para combatir la corrupción, hay que estar al margen de ella”, declaró.

Ahora no solo convive con ella, la abala y la justifica.