Aunque Heriberto Lazcano Lazcano, fundador de Los Zetas, fue abatido oficialmente por la Marina durante un enfrentamiento en octubre de 2012, el robo del cadáver de una funeraria en Progreso, Coahuila, dio pie a especulaciones sobre la identidad del cuerpo que no hicieron más que crecer una vez que se comprobaron algunas diferencias entre las filiaciones de El Lazca y el cuerpo tendido durante unas horas en la funeraria. Misteriosamente, para el gobierno de Estados Unidos, el fundador zeta está “capturado”, no “fallecido”.

Por Redacción De Primera Noticias.

Heriberto Lazcano Lazcano, uno de los fundadores de la organización criminal Los Zetas, sigue vivo, o por lo menos así lo surgiera el gobierno de Estados Unidos que lo mantiene bajo el estatus de “capturado” y no “fallecido”.

En la página del Departamento del Tesoro, donde se encuentra una lista de los criminales más buscados, de los ya caídos y de los abatidos, El Lazca aparece como capturado, junto a otros peligrosos narcotraficantes como Joaquín Guzmán Loera, hoy preso en la ADX Florence de Colorado, o Édgar Valdez Villarreal, recluido en una prisión federal del estado de Georgia.

En dicha página también aparecen otros importantes capos que fueron abatidos durante operativos federales en México, entre ellos, Marco Arturo Beltrán Leyva, “El Barbas”, quien aparece con el estatus de “fallecido”, al igual que Ignacio Coronel Villarreal, alias “Nacho Coronel”, quien murió durante un enfrentamiento con la Marina Armada de México en un complejo residencial de Zapopan, Jalisco, en 2010.

Cabe mencionar que, de acuerdo con la versión oficial, Heriberto Lazcano fue asesinado el 7 de octubre del 2012 en Progreso, Coahuila, tras un enfrentamiento con elementos de la Secretaría de Marina. El gobierno estadounidense, sin embargo, no detalla cuando fue detenido y dónde se encuentra.

Dudas sobre su muerte

El Lazca, quien alcanzó el rango de cabo de infantería durante los seis años que estuvo en el Ejército Mexicano, se mantuvo como uno de los principales líderes de Los Zetas hasta semanas antes de su muerte, cuando fue reemplazado por quien fuera su segundo al mando desde el inicio, Miguel Ángel Treviño Morales, “El Z-40.”

En sus últimos tiempos, El Lazca había cedido el liderazgo de la organización, por lo que mucho se empezó a especular sobre los verdaderos motivos por los cuales acudió la tarde del domingo 7 de octubre de 2012 a un partido de beisbol amateur en el municipio de Sabinas, Coahuila.

Alrededor de las 13:00 horas de ese domingo, el equipo local jugaba contra el representativo del municipio de Juárez, partido al que llegó El Lazca a bordo de una Ford Ranger blanca doble cabina, acompañado del escolta y conductor, Mario Alberto Rodríguez -quien murió en el lugar- y otro delincuente que logró escapar.

El enfrentamiento inició cuando Lazcano Lazcano se opuso a que su unidad fuera revisada por elementos de la Marina, quienes acudieron al sector supuestamente a atender una denuncia ciudadana por la presencia de gente armada. Los elementos de Marina, al circular por la carretera federal 35 a la altura del campo de beisbol, vieron a Lazcano en actitud sospechosa.

El Lazca y sus acompañantes se percataron de la presencia de los agentes de la Marina y se dieron a la fuga. Los marinos les marcaron el alto e inició un enfrentamiento a balazos durante el cual un marino fue herido, mientras que el chofer de El Lazca fue abatido y el otro acompañante logró escapar, sin que nunca volviera a saberse nada de él.

El Lazca huyó por la carretera y fue alcanzado por las balas de los marinos escasos 300 metros adelante de donde quedó su camioneta. Lazcano murió al tercer impacto de bala, uno fue en la cintura, otro en el abdomen y el último entró por la nuca. No llevaba ninguna identificación y, al parecer, cargaba sólo con un teléfono celular que estaba apagado.

El “Z-3” murió alrededor de las 2 pm. Los marinos señalaron que desde ese momento solicitaron el apoyo de la procuraduría estatal, cuyos agentes ministeriales y peritos arribaron al lugar de los hechos hasta las 20:00 horas, es decir, tardaron seis horas en procesar la escena y recoger los cuerpos. Sin embargo, la procuraduría estatal afirmó que recibió la llamada de La Marina hasta las seis de la tarde.

Los Zetas abatidos dejaron armas de alto poder en el lugar, las cuales fueron aseguradas por la procuraduría. El rifle de Lazcano era una metralleta R-15 con dispositivo lanzagranadas y lanzacohetes. En la camioneta quedaron dos misiles y diversas armas.

Posteriormente, las fuerzas federales abrieron un acta circunstanciada que únicamente se relaciona con el enfrentamiento y por una probable violación a la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, dejando en manos de las autoridades locales toda la investigación y los cuerpos de los delincuentes, los cuales fueron trasladados hasta las instalaciones de la Funeraria García, en Sabinas. La Armada se retiró, sin saber quién era el sujeto sin identificaciones, aunque ya se habían levantado sus huellas dactilares y fotografías.

José Luis Vergara, en ese momento vocero de la Marina, resumió así el suceso: “Al momento que llegamos, el personal que se encontraba en dos camionetas hace intento por darse a la fuga, y desde una blanca, se empieza a abrir fuego contra el personal de Infantería de Marina de nuestra institución. Por supuesto, se repele la agresión, se logra detener el vehículo, continúan impactos, de hecho hay un elemento de infantería que queda herido. En ese tiroteo, se logra detener al que iba como conductor y otros dos elementos descienden del vehículo e intentan darse a la fuga, pero continúan disparando contra el personal. Posteriormente se sabría que uno de ellos fue El Lazca, quien cae abatido”.

Robo de cadáver

La madrugada del lunes 8 de octubre, un grupo armado arribó a la funeraria donde se encontraba tendido el cuerpo de El Lazca, sometió a los empleados y se llevó el cadáver. Horas más tarde, la Secretaría de Marina indicó que dicho cuerpo correspondía en sus huellas digitales con el líder zeta.

La dependencia llegó a esta conclusión con las huellas digitales y fotografías tomadas al cuerpo. Pese a que el cuerpo ya había sido oficialmente identificado, la entonces Procuraduría General de la República (PGR) buscó sin éxito a familiares del capo para hacer comparativos genéticos.

Uno de los detalles que reveló la Marina sobre El Lazca fue que el capo medía 1.60 metros, cuando los registros del gobierno de Estados Unidos señalan que su estatura era de 1.73 metros. Es decir, una diferencia de 13 centímetros.  Incluso tampoco coincidían en el año de nacimiento de Heriberto Lazcano. Mientras el gobierno mexicano aseguraba que era 1975, autoridades estadounidenses señalaban 1974.

Todo esto provocó especulaciones sobre lo que en realidad había pasado con El Lazca: se dijo que el cuerpo no era del capo y que todo se había tratado de un montaje  para que desapareciera y se sumara a un programa de testigos protegidos de Estados Unidos. Su chofer y guardaespaldas habría sido sacrificado para no dejar testigos de este operativo por el cual el narcotraficante dejaba el mundo criminal y asumía una nueva identidad.

Lo cierto es que tras su muerte comenzó el inicio de la caída de "Los Zetas", que se concretó en julio de 2013, tras la detención de Miguel Treviño Morales, a partir de lo cual la estructura del cártel se rompió, quedando células dispersas que continuaron con la violencia criminal en los estados del noreste del país.

En su lugar, apareció el llamado Cártel del Noreste, cuyo líder actual es Juan Gerardo Treviño Morales, y que sigue manteniendo las mismas actividades criminales que Los Zetas: secuestro, extorsión, robo de autos, trata de personas, narcotráfico y lavado de dinero, sobre todo en los estados de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, Zacatecas y San Luis Potosí.

"La estructura del Cártel del Noreste se ha visto debilitada [...] sin embargo, el cartel aún está operativo y puede controlar el flujo de drogas en sus territorios", precisó la Administración para el Control de las Drogas en su último informe anual. "El Cártel del Noreste contrabandea la mayoría de sus drogas a través de Laredo y Eagle Pass, en Texas, a través de Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas”.