El paso de Sergio Torres Félix por la presidencia municipal de Culiacán no solo se caracterizó por el endeudamiento millonario, los proyectos impopulares y el abandono de los servicios, sino también por el uso de empresas factureras o fantasmas que sirvieron para desviar dinero del presupuesto público. Una de ellas es Pacific Wap, cuya existencia duró justamente el trienio de Torres Félix en el ayuntamiento, y a la que se le entregaron contratos por más de 5 millones de pesos.

Por Redacción De Primera Noticias.

En julio de 2013, un mes después de que Sergio Torres Félix ganara las elecciones a la presidencia municipal de Culiacán, se fundó la empresa Pacific Wap, la cual presuntamente se dedicaba a ofrecer servicios de tecnología y software.

Nueve meses después de que Torres Félix asumiera el cargo, el 19 de septiembre de 2014, Pacific Wap obtuvo por adjudicación directa un doble contrato con el Ayuntamiento por 5 millones 74 mil pesos para dar un servicio de digitalización de documentos.

Más adelante Pacific Wap fue considerada por el Servicio de Administración Tributaria (SAT) como una empresa facturera, cuya fugaz existencia de poco más de tres años coincide justo con el trienio de Sergio Torres Félix al frente del gobierno municipal.

El domicilio fiscal de la empresa, en la colonia Nuevo Culiacán, es en realidad una pequeña casa habitación cuyos inquilinos actuales la comenzaron a rentar hace unos años y desconocen si en algún tiempo funcionó como oficina para alguna empresa privada.

Sin embargo, los vecinos comentan que antes de la llegada de los actuales inquilinos, en dicho domicilio entraban y salían constantemente empleados del Ayuntamiento de Culiacán, que arribaban en vehículos oficiales en días laborables.

Para el activista social Ernesto Saldaña García es claro que dicha empresa no existió y que probablemente hayan puesto a los propios empleados del Ayuntamiento a digitalizar los documentos, si es que tal proceso se llevó a cabo.

Es por eso que en noviembre de 2019 interpuso una denuncia ante la síndica procuradora, Sandra Martos Lara, para que el Órgano Interno de Control realizara las investigaciones correspondientes contra la administración encabezada por Sergio Torres como alcalde, José Guadalupe Robles Hernández como secretario del Ayuntamiento y Édgar Kelly García como tesorero.

“Una de las empresas que presuntamente había ofrecido servicios al Ayuntamiento era Pacific Wap, la cual estaba reportada como empresa facturera por el SAT.  Supuestamente le brindó un servicio por digitalización de documentos y para proveerle de un software para llevar a cabo diferentes procedimientos administrativos. Entonces solicité los antecedentes de por qué se había contratado a esta empresa, luego los contratos de los servicios que supuestamente prestó y las evidencias de lo que la empresa hizo”, señala.

La primera alerta surgió cuando descubrió la premura con que se realizaron los contratos a una empresa que tenía poco más de un año de haber sido fundada y que no contaba ni con las instalaciones ni con el personal adecuado para realizar una tarea como la que presuntamente se le encomendó.

“El 5 de septiembre de 2014, Carlos Alberto Parra, Coordinador general de desarrollo tecnológico del Ayuntamiento, le hace saber al tesorero Édgar Kelly la necesidad de digitalizar los documentos de las cuentas públicas que se podrían perder porque solo se encuentran en papel. El 17 de septiembre se le hace una invitación directa a la empresa Pacific Wap para que presente una propuesta, un anteproyecto, el cual entregan de inmediato y el 19 de septiembre se le otorga la adjudicación directa, es decir, en dos semanas una empresa que ni siquiera presentó un proyecto en sí, sino que solo mencionó las tareas que desarrollaba, recibe un contrato millonario”, asegura.

Saldaña García dice que la empresa tuvo como representante legal a una persona de apellido Sandoval, del cual no existe registro en ninguna cámara empresarial ni de actividades profesionales, por lo que establece la conjetura de que se trata de un simple prestanombres para darle luz a esta compañía usada para desviar dinero del presupuesto público.

“Fui al domicilio fiscal de la empresa en la colonia Nuevo Culiacán y era una casa particular, rentada, cuyos inquilinos habían escuchado que por ahí había pasado gente del ayuntamiento y que trabajadores del SAT habían acudido a verificar. Se supone que la empresa tenía 18 empleados, pero era una casa pequeña donde realmente no podían caber los 18 empleados”, declara.

Sergio Torres terminó su periodo como alcalde en diciembre de 2016, habiendo aumentado la deuda del municipio a corto plazo en un 99.72%, y la de largo plazo en un 72.98%, es decir, alrededor de mil 480 millones de pesos en pasivos a corto y largo plazo.

Su desastroso gobierno es recordado por la imposición de proyectos repudiados por la sociedad como el par vial y los “morrines”, el abandono de los servicios públicos y la mega deuda heredada a su sucesor, Jesús Valdés Palazuelos, quien solo se quejó del desastre heredado pero no procedió legalmente contra su antecesor.

“Sergio Torres es una persona que se ha movido entre las lagunas del sistema de justicia mexicano para saber aprovechar y enriquecerse ilícitamente. Si tú le vas sumando lo del par vial, lo de el estadio Ángel Flores, lo de Pacific Wap que quizá haya ocho o diez empresas más que estén en la misma situación, pues arroja una persona que a todas luces lo rodea la corrupción, que fomentó la corrupción, que endeudó terriblemente al municipio, que si hubiera un sistema de justicia que realmente funcionara, olvídate de que estuviera concursando para una candidatura, más bien estaría en la cárcel”, concluye el activista.