El 26 de marzo del 2019 fue la fecha de la creación por decreto de la Guardia Nacional, con el objetivo de sustituir a una Policía Federal, que en palabras del presidente Andrés Manuel López Obrador, estaba corrompida hasta el tuétano. La Guardia Nacional nació con el objetivo de ser una policía nacional, de carácter civil y como un órgano desconcentrado de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana Federal. No obstante, la administración y operación correría a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

Por Abel Jacobo Miller.

¿Por qué fue creada la Guardia Nacional? El objetivo principal era sustituir a la antigua Policía Federal ya que estaba plagada de corrupción y sus principales mandos estaban siendo investigados por delitos de asociación delictuosa, lavado de dinero y tortura. Incluso la cabeza de esa institución, Genaro García Luna, está detenido en Estados Unidos y sigue pendiente el juicio en su contra para determinar o no su culpabilidad y que se le dicte sentencia.

Definitivamente en la Policía Federal había corrupción y malos elementos, pero ¿todos?, por supuesto que no. Había elementos muy preparados y con conocimientos en táctica, inteligencia, combate al narcotráfico, lavado de dinero, delitos patrimoniales y protección, que de la noche a la mañana y por medio de un decreto, quedaron sin su fuente de trabajo.

Destruir una institución desde los cimientos sin antes verificar qué se puede rescatar es darse un balazo en el pie. A dichos elementos de la Policía Federal se les invitó a seguir en las filas, pero como Guardias Nacionales, filas que se engrosaron con elementos de tropa de la Sedena y Secretaría de Marina (Semar), que iban a ser devueltos a sus respectivas instituciones una vez que la Guardia Nacional empezara con el reclutamiento, selección y capacitación de nuevos elementos provenientes de la sociedad civil. Cosa que no sucedió.

Los mandos de la Guardia Nacional de origen militar se empezaron a deshacer de todo lo que oliera a civil. Incluidos los elementos experimentados en manejo de patrullas para la vigilancia de caminos y carretas del país. ¿Cuál ha sido el resultado de eso? Hoy tenemos elementos de Sedena y Semar manejando patrullas de alta velocidad, cuando muchos de ellos ni manejar sabían y el resultado ahí está a la vista: la GN tiene récord de patrullas accidentadas y chocadas por ellos mismos. Incluso con elementos fallecidos por esos choques. Es una negligencia de la que nadie en GN quiere hablar.

Por otro lado, se ha documentado y evidenciado incluso con videos, la corrupción de los elementos de la GN al recibir dinero en efectivo de ciudadanos a los que dichos elementos los extorsionan con el pretexto de evitar multas mayores por infracciones que ellos mismos inventan o exageran.

Corrupción hay, por lo que no se cumple con el objetivo de tener una corporación limpia y ni tampoco de tener una corporación bien entrenada y capacitada. Esto sin mencionar que solo 15 mil 475 elementos de la GN de los 99 mil 946 elementos que había al 11 de enero del 2022, cuentan con el Certificado Único Policial, es decir, solo el 15 por ciento de los elementos de la GN está certificado para las labores de seguridad. Esto según datos solicitados vía transparencia y proporcionados por Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).

¿Qué tan inteligente fue desaparecer de un manotazo una corporación con elementos experimentados (no todos eran corruptos) y sacarlos mediante presiones y malos tratos incluso de la misma Guardia Nacional?

Hoy tenemos una GN muy cuestionada, con elementos también corruptos, con récord de patrullas chocadas (se dice que el récord es de tres patrullas diarias accidentadas). Y que solo se ha destacado por ser usada como un tapón contenedor de inmigrantes en la frontera sur del país. O para reprimir marchas de protestas de ciudadanos.

Definitivamente la GN no es la solución para el tema de la violencia en este país, como no lo es la permanencia del ejército en las calles, a pesar de que ya se aprobó su permanencia en labores de seguridad hasta el 2028, y que la GN pasara a control absoluto de la Sedena.

El seguir tomando una medicina que ya se comprobó con creces que no funciona, sino más bien empeora la enfermedad, es lo que resulta incomprensible de este gobierno. Y mientras tanto los ciudadanos seguimos pagando las consecuencias de las malas decisiones, de los caprichos, de los experimentos y de las medidas ya caducadas que no dan resultados positivos.

Esperemos alguien en el futuro de verdad se comprometa a por lo menos intentar cambiar las cosas en el tema del combate a la violencia con medidas que realmente funcione, y una de ellas definitivamente es preparar a una policía civil, bien capacitada y entrenada, pero sobre todo bien motivada a ser policía, y no ninguneados como en este gobierno.