Sinaloa es el epicentro de los laboratorios clandestinos para la elaboración de fentanilo y metanfetamina, pero eso no implica que por más sustancias que decomisen las autoridades federales o sitios que desmantelen, la producción de estas drogas no cesa y por el contrario, cada semana los envíos de cargamentos con rumbo a la frontera no se detienen por más “golpes” ilusorios que den las fuerzas armadas a la proveeduría de insumos del grupo criminal dirigido por Los Chapitos e Ismael Zambada García, El Mayo.

Por Santiago Rentería.

Están por todas partes, en el monte, en las comunidades rurales, en el casco urbano de las ciudades, pero en especial, por excelencia, en Culiacán, por años la capital del cristal y ahora la del fentanilo.

Durante lo que va de 2022, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) reportó que Sinaloa es el estado donde más narcolaboratorios han sido encontrados y donde más toneladas de precursores químicos han encontrado en bodegas que usa el crimen organizado para proveer de ingredientes a las fábricas de drogas sintéticas.

Según un recuento entregado por la Sedena, en el estado han sido asegurados cerca de 100 laboratorios hasta mediados de julio, ya que al cierre del primer semestre sumaron de manera oficial 71 laboratorios.

Además, el Ejército presumió en un comunicado el golpe del sábado 2 de julio en donde diez hombres fueron detenidos y se hizo un decomiso de alrededor de 100 toneladas de precursores químicos para fabricar metanfetamina y fentanilo.

En total también se encontró en esta narcobodega ubicada en el fraccionamiento Las Palmas, contiguo al sector Las Flores, 543 kilogramos de fentanilo ya elaborado y por lo menos otra media tonelada de cristal lista para embarcarse a su venta.

La Sedena calificaría este aseguramiento como uno de los más grandes en los últimos años, ya que la carga de todo el “kit”" estaba valuada en más de mil millones de pesos en el mercado negro.

Pero no solo fue este “golpe” en pleno casco urbano de la ciudad, ya que el pasado 10 de junio también fue localizada otra narcobodega en el Centro de la capital, justo por la calle Rafael Buelna, entre Nicolás Bravo y Guadalupe Victoria, frente a las oficinas ejecutivas de la Comisión Federal de Electricidad y a una cuadra de la preparatoria Central de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

En este hallazgo, supuestamente seguido a través de una denuncia anónima, se contabilizaron más de cien mil litros de químicos para hacer cristal, lo que representa una fuerte ganancia para el crimen organizado. A diferencia del decomiso de Las Palmas, en este no hubo personas detenidas.

Fuentes de seguridad señalan que estas son bodegas que utiliza el Cártel de Sinaloa para almacenar los químicos en estado líquido, los cuales posteriormente son trasladados a los laboratorios que son levantados en zonas más alejadas de la ciudad para evitar los radares de las autoridades.

Los puntos calientes de los narcolaboratorios

De acuerdo con más estadísticas de la Sedena, el narco en Sinaloa ha concentrado en poco más de 40 poblaciones pertenecientes a los municipios de Cosalá, Culiacán, Elota y Badiraguato, la instalación de estas fábricas de drogas.

A diferencia de otros años, los líderes del crimen organizado ya se decantaron por la producción industrial de metanfetamina y fentanilo para buscar introducirlas en el mercado ilegal de Estados Unidos, en lugar de importar cocaína desde Sudamérica, ya que los costos de compraventa suelen ser más complicados y complejos que hacerlo en sus áreas de influencia.

Estos municipios señalados son controlados tanto por los hijos del Chapo Guzmán y por Ismael Zambada, este último quien ha dejado más el negocio del narco en manos de nuevas generaciones.

En esta microrregión la Sedena indicó que en los últimos meses ya fueron desplegados 483 elementos castrenses.

En una semana, la última de junio pasado, soldados inhabilitaron nueve laboratorios en los poblados de El Tecomate, San Miguel de las Mesas, Cucuyachi, Tlachinolpa, Los Naranjos, Ayala, El Zapote y Sanalona, en Culiacán, y uno más en Los Mimbres del Padre, en Cosalá.

Las operaciones en Sinaloa se intensificaron desde mayo pasado, tras la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador, con el despliegue de un primer grupo de 233 soldados. Para junio, otros 250 militares arribaron a la entidad que gobierna el morenista Rubén Rocha.

Hacia finales de marzo, el titular de la Secretaría de la Defensa Nacional, el general Luis Crescencio Sandoval, reconoció un incremento en el uso de drogas sintéticas y estableció las prioridades de Ejército: “El esfuerzo está centrado aquí porque es la parte que más daña a la sociedad. Las drogas sintéticas tienen una tendencia al alza en su consumo”, dijo en una mañanera.

Casos en otros estados

En los números de la Sedena también se da cuenta de la localización de siete laboratorios en Baja California (1), Jalisco (1), Michoacán (4) y Guerrero (1), con lo que fueron frenados ingresos para los cárteles de la droga por 82 mil 390 millones de pesos, solamente por concepto de drogas sintéticas.

En el periodo del 21 de abril al 20 de mayo fueron localizados solo siete laboratorios en donde se producían metanfetaminas.

Entre las sustancias que han sido encontradas destacan ácidos clorhídrico, bórico y muriático; metabisulfito de sodio, hidróxido y carbonato de calcio, benzylamine y acetona que, según reportes oficiales, llegan desde Asia a través de los puertos de Lázaro Cárdenas, Michoacán; Mazatlán, Sinaloa, y Manzanillo, Colima, encubiertas con solicitudes de laboratorios fantasmas, supuestamente para uso médico, para luego ser distribuidas en las distintas regiones del país.

Dichas sustancias son mezcladas, de ahí el uso de bidones, cubetas y mangueras, para luego pasar por un proceso de ebullición en reactores o estufas. Posteriormente van a un proceso de destilación, colado, limpieza y empaquetado.

Los laboratorios generalmente son acondicionados en espacios al aire libre, pero también han sido detectados en predios habitacionales, lo que genera riesgos para la población y un severo impacto ambiental, ya que contaminan el suelo y el agua, imposibilitando el uso de los terrenos para actividades agrícolas, ganaderas o pesqueras.

En cuanto al total de drogas aseguradas, desde el 1 de diciembre al 25 de junio fueron desarticulados 857 laboratorios clandestinos empleados para la producción de drogas sintéticas en todo el país.

Los laboratorios que no encuentran

Sin embargo, fuentes de seguridad señalan que existe todo un complejo de laboratorios que se vuelven indetectables y que son montados en zonas montañosas de Badiraguato, Culiacán, Cosalá y Tamazula, solamente para fabricar drogas en un periodo corto, para luego retirarlo del sitio.

Se trata de los puntos donde se continúa con la elaboración de estos productos, pues la mayoría de los narcolaboratorios que son asegurados por el Ejército ya han cumplido con su vida “útil” en el sentido que cuando llegan un operativo, es porque ya le sacaron provecho.

Es decir, explican las fuentes, que cuando las fuerzas armadas llegan a un lugar es porque ya tenía semanas o meses operando, y las pérdidas son amortiguadas por las ganancias que ya obtuvieron antes del decomiso.

Si bien se trata de golpes al quitarle insumos al Cártel de Sinaloa, lo cierto es que laS fuenteS de los químicos no son atacadas.

“Tumbar narcolaboratorios es para que el gobierno presente trabajo, pero en realidad los jefes seguirán consiguiendo más precursores e instalando más lugares donde hacer las drogas”, señala una fuente familiarizada.

Así, las drogas sintéticas continuarán fluyendo mientras las estadísticas de decomisos siguen engrosando el trabajo, con pocos detenidos y sin líderes capturados.