18 de las 50 ciudades más violentas del mundo son mexicanas, entre ellas, Culiacán, cuya tasa de homicidios es de 34.13 por cada cien mil habitantes, similar a la que presentan otras ciudades en Colombia, Brasil y Centroamérica. La guerra entre las organizaciones criminales, la falta de estrategia del gobierno federal para contener la violencia y la complicidad entre autoridades y delincuentes ha propiciado un caldo de cultivo perfecto para que en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, México viva uno de sus tiempos más oscuros.

Por Redacción.

Por quinto año consecutivo una ciudad mexicana ha sido considerada como la más violenta del mundo debido a su alta tasa de homicidios dolosos. Se trata de Zamora, Michoacán, que de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2021 alcanzó una tasa de 196.63 homicidios por cada cien mil habitantes.

Estas cifras sólo se observaron en ciudades colombianas como Medellín y Cali,  entre finales de los años ochenta e inicios de los noventa, cuando narcotraficantes como Pablo Escobar, los Hermanos Ochoa, Griselda Blanco y Gilberto Rodríguez Orejuela escalaron su guerra contra el Estado y las masacres entre grupos rivales.

Lo anterior se desprende del informe “Las 50 ciudades más violentas del mundo en 2021”, elaborado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, en el que se señala que de las 14 ediciones que lleva este  ranking, en ocho la ciudad más violenta del mundo ha sido mexicana.

En 2021 las ocho ciudades más violentas del mundo fueron todas ellas mexicanas: Zamora, Ciudad Obregón, Zacatecas, Tijuana, Celaya, Juárez, Ensenada y Uruapan. México es el país con el mayor número de ciudades violentas: 18 de 50. Culiacán se ubica en la posición número 43, mientras que Guadalajara reaparece en esta lista en el lugar 47.

“México ya lleva tres años como epicentro mundial de la violencia homicida urbana. No es una casualidad, sino el resultado de la política de abrazos, no balazos, practicada por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, política que consiste en dejar a los grupos criminales en casi absoluta libertad de asesinar, desaparecer personas, extorsionar y robar”, señala el informe.

El consejo recuerda que antes de tomar posesión como presidente, López Obrador había prometido una amnistía a criminales, en particular a narcotraficantes, pero la amnistía “de facto” que se ha aplicado contra grupos delincuenciales ha tenido “consecuencias más desastrosas de las que hubiera habido con una amnistía formal”.

“Mientras que una amnistía suele perdonar crímenes a cambio de que los responsables dejen de delinquir, la amnistía de facto, la política de abrazos, no balazos, ha consistido en permitir que los grupos criminales puedan seguir asesinando, desapareciendo personas y extorsionando sin fin y con casi absoluta impunidad”.

En ninguna parte del país esto es tan patente como en el estado de Michoacán, donde desde octubre de 2019, grupos criminales han estado librando una guerra, con uso incluso de armas pesadas, vehículos blindados y drones. Fue hasta hace unos meses que el ejército intervino. Pero la violencia no cede. Ejemplo de ello es el fusilamiento de 17 civiles desarmados a las afueras de un velorio en la comunidad de San José de Gracia.

“Adicionalmente los grupos criminales ejercen una extorsión generalizada contra productores agropecuarios, al grado que ello ya se ha reflejado en elevados precios del aguacate o el limón en todo el país”, indica el informe.

Además de las ciudades incluidas en el ranking, hay otras mexicanas que no llegan a los 300 mil habitantes pero tienen tasas por encima de los 100 homicidios por cada 100 mil habitantes, como es el caso de Fresnillo (Zacatecas), Manzanillo (Colima), Guaymas (Sonora) y Tecate (Baja California). Destaca esta última ciudad con una tasa de 247 homicidios por cada 100 mil habitantes en 2021.

Y todo esto sin considerar el elevado número de desaparecidos en México, registrados sobre todo desde 2007, cuando el ex presidente Felipe Calderón inició una presunta guerra contra el narco que aumentó considerablemente el número de homicidios. En 2021, según datos oficiales, 9,473 personas fueron desaparecidas. Muchas de esas personas fueron privadas de la libertad y luego asesinadas por sicarios de los grupos criminales, aunque sus cadáveres no aparecen.

Este fenómeno ha propiciado el surgimiento de cientos de colectivos de madres y padres en todo el país que se dedican a buscar a sus hijos en fosas clandestinas, en vista de que las autoridades no realizan su tarea, por lo que han sido ellos quienes han colocado sobre la mesa de la discusión pública el tema de las personas desaparecidas en México.

Según un estudio del Institute for Health Metrics and Evaluation de la Universidad de Washington citado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, en 2007, México ocupaba la posición 24 en porcentaje de muertes por homicidio doloso del total de la mortalidad por cualquier causa. Para 2019 ya ocupaba la posición 8, “pero para hoy es altamente probable que se encuentre ya entre los cinco primeros lugares del mundo, dada la acentuada disminución de los homicidios en Brasil, El Salvador, Guatemala y Colombia”.

El informe indica que no se incluyó ninguna ciudad de Venezuela “no porque en ese país en forma súbita y milagrosa haya desaparecido la violencia, sino porque simplemente no hay forma de medirla”, ya que las autoridades no ofrecen información sobre homicidios desde hace varios años y los medios de comunicación que informaban sobre hechos delictivos han desaparecido o ya no escriben sobre la violencia en su país.

De las 50 ciudades del ranking 2021, se ubican en México 18, en Brasil 11, en Estados Unidos 7, en Sudáfrica 4, en Colombia 4, en Honduras 2 y hay una de Puerto Rico, una de Haití, una de Ecuador y una de Jamaica. 46 ciudades se ubican en el continente americano y 38 en América Latina. Cabe señalar que en 2019, según la Organización Mundial de la Salud, la tasa promedio mundial fue de 6.15.

Las 18 ciudades mexicanas incluidas en la lista, incluyendo a la capital sinaloense, han experimentado desde hace años un aumento de la violencia asociada a la rivalidad delincuencial. En el caso de Zamora, Uruapan, Irapuato, León y otras ciudades de Michoacán, las masacres se suceden una tras otra, vinculadas a la pugna que sostienen el Cártel Jalisco Nueva Generación y los Cárteles Unidos. En Ciudad Obregón, Sonora, la pugna es entre organizaciones como Los Salazar, el Cartel de Caborca, Los Meza Flores, Los Jaguares, Los Mazatlecos y La Línea. En Zacatecas la cruenta guerra que ha dejado miles de desplazados la sostienen el CJNG y el Cártel de Sinaloa. En Tijuana y Ensenada la pugna se sostiene entre el CJNG, el cártel de Sinaloa y los Arellano Félix. En Ciudad Juárez se ha visto un regreso a la violencia asociada a la rivalidad entre el Cártel de Juárez y el CDS.