Uno es de la Chapiza y el otro de la Mayiza. Con un día de diferencia, los gobiernos de México y Estados Unidos dieron una fuerte exposición mediática contra dos de los hombres claves en la producción y trasiego de drogas sintéticas que son contrabandeadas hacia Estados Unidos. Aureliano Guzmán Loera, El Guano, es buscado por lo menos desde 2016 en la sierra de Badiraguato, un enclave en el que se dice vive y no se aparta, y desde hace apenas dos años, el Departamento de Justicia gringo lo puso en la mira para ser enjuiciado en una Corte Federal de Arizona. En cambio, de Armando Bátiz Camarena, El Inge, no se guardaban registros, había logrado ascender rápidamente en la estructura de la organización de Ismael Zambada García, hasta el pasado 28 de octubre en que cayó en Culiacán en un operativo militar que presumió de ser histórico por la cantidad inusual de pasta para fentanilo, valuada la carga por la Fiscalía General de la República en casi mil millones de pesos en el mercado negro. Aun así, los objetivos prioritarios se desvanecen.

Por Redacción Deprimera Noticias.

Las paneles y camionetas pickup, sin logotipos y de cristales oscuros, irrumpieron al pardear la tarde en el campestre El Álamo, un residencial ubicado a un lado de la carretera a Culiacancito, a la altura de la comunidad de La Higuerita, y de inmediato se posicionaron de manera estratégica mientras los elementos del Ejército Mexicano llegaban en las unidades oficiales.

De acuerdo con testimonios recogidos ese día, nadie le mostró al guardia de seguridad ni a los propietarios de las fincas que se construyen en el lugar una orden de cateo, pero, a decir verdad, tampoco la necesitaban, pues de todos en la zona es conocido que ese caserío que poco a poco toma forma son propiedad de los nuevos ricos de la ciudad, hombres de negocios que les gusta la discreción.

El despliegue militar no sólo se limitó a El Álamo, nombre que evoca el pueblo de donde es originario El Mayo Zambada, también acudieron al residencial Valencia, localizado en la comisaría de Bellavista. Los soldados y agentes de la Fiscalía General de la República (FGR) retuvieron por horas a trabajadores de ambas privadas y posteriormente los dejaron en libertad.

El sábado 30 de octubre, no se tenían noticias de los resultados de los operativos en el sector norponiente de la capital del estado, pero de acuerdo con informes recabados en las corporaciones, el despliegue puso nervioso a algunos asociados del Cártel, sobre todo personas que tienen propiedades en la zona.

Días después...

La noticia fue soltada por la Secretaría de la Defensa Nacional cinco días después, el jueves 4 de noviembre. Entonces se reveló que la operación encubierta dio como resultado el arresto de Armando Bátiz Camarena, conocido como El Ingeniero, un hombre de cuarenta y dos años que había evadido los radares de las autoridades, pero su alta producción de fentanilo, llamó mucho la atención.

Según datos obtenidos de fuentes extraoficiales, El Inge es parte de la facción del Mayo Zambada y era uno de los principales proveedores de fentanilo y metanfetamina. Junto con José Gastélum, El Che, El Inge formaban parte del equipo de este emporio criminal que se dedicaba exclusivamente a la confección de pastillas de fentanilo para trasegar a la frontera.

El Che Gastélum fue detenido en marzo pasado en un domicilio de la colonia El Barrio, en el oriente de la ciudad, y su arresto fue al parecer producto de la casualidad y no por un golpe quirúrgico.

El comunicado de la Sedena señalaba que además de El Inge, fueron detenidos cuatro de sus colaboradores, de quienes no se dio a conocer su identidad, pero se dijo que eran trabajadores ordinarios, no personal de rango en la organización.

Algo que llamó la atención del informe oficial es que la FGR aseguró que todo este operativo se orquestó “mediante actividades de inteligencia, se ubicó un inmueble usado como laboratorio de droga, en el cual se ocultaban los integrantes de la célula delictiva, así como otro inmueble utilizado como centro de acopio y tres más, donde en su conjunto, se aseguró lo siguiente”.

Sin embargo, una fuente de la organización criminal advierte que las autoridades mexicanas no trabajan investigando perfiles, menos ahora con la política de “abrazos, no balazos” del presidente López Obrador.

“Los únicos que sabemos que trabajan así de manera precisa y que llegan sobre los clavos es la DEA, en Culiacán ni la FGR ni menos el Ejército investigan nada”, apunta el contacto.

En el operativo de arresto de El Inge, la Sedena reportó el aseguramiento de 118 kilogramos de pasta con las características propias del fentanilo, cuatro bolsas de sustancias químicas precursoras de pasta de fentanilo, y dos kilogramos de un compuesto químico con características similares al Inositol.

También hallaron un arma larga, cuatro armas cortas, mil 050 cartuchos de diversos calibres y dos vehículos. En efectivo fueron encontrados 86 mil pesos, 14 mil 660 dólares y 160 bolívares.

Entre los accesorios había utensilios propios para la elaboración de droga sintética. Este decomiso de fentanilo puro, fue considerado el más grande de la historia, entre comillas, el cual tendría un precio estimado en el mercado negro de 970 millones 432 mil pesos.

La Sedena indicó que la presunción es que El Inge tenía una producción mensual de aproximadamente 70 kilogramos de pasta base para la confección de 70 millones de pastillas de fentanilo, con lo que abastecía a los diferentes asociados del Cártel de Sinaloa de la facción del Mayo.

El martes 2 de noviembre, un juez de control vinculó a proceso a Armando Bátiz, pero también se obtuvo el dato de que posiblemente comience un proceso de extradición acusado de importar fentanilo hacia territorio estadounidense.

Cinco millones no son nada

Cuando el Departamento de Estado elevó a cinco millones de dólares la recompensa por la cabeza del Mayo Zambada, en El Salado se dijo que El Señor del Sombrero llegó a mofarse pues con esa cantidad se la gastaba en comprar un caballo pura sangre.

Cierta o no la leyenda, el monto permaneció así durante varios años hasta que hace apenas dos meses el gobierno estadounidense subió a 15 millones la oferta, mientras que por informes de Rafael Caro Quintero se anuncian 20 millones.

Este tipo de exposición que hacen las agencias de seguridad gringas no buscan otra cosa más que intentar meter presión de manera pública a un capo de la droga, pues nunca se cobran y se trata de un asunto meramente simbólico.

“Esta oferta de recompensa complementa el anuncio del Departamento de Justicia de las acusaciones que acusan a Aureliano Guzmán Loera y los tres hermanos Salgueiro Nevárez, por violar las leyes internacionales de tráfico de estupefacientes”, señaló el portavoz Ned Price, citado en el comunicado.

“Juntas, estas acciones son parte de un esfuerzo de todo el gobierno para combatir narcotráfico y crimen organizado transnacional a nivel mundial y en México. Esta recompensa se ofrece bajo el Programa de Recompensas por Narcóticos del Departamento de Estado”, agregó el boletín oficial.

Sin embargo, que Aureliano Guzmán Loera, alias El Guano, hermano mayor del Chapo, fuera puesto un día después de la vinculación a proceso de El Inge en la lista de recompensas por cinco millones, no fue sólo un acto de chisporroteo mediático: ese día la Corte Federal de Tucson, Arizona, hizo pública la acusación formal ante el Gran Jurado en contra de este hijo de La Tuna, Badiraguato.

Según las causas judiciales número 18-CR-1840-TUC-RCC(JR) y 18-CR-00597-TUC-RCC(BGM) anunciadas por el Departamento de Justicia, a El Guano se le requiere en la Corte de Arizona junto con los hermanos Ruperto, José y Heriberto Salgueiro Nevárez, quienes son señalados de formar parte del brazo armado del Cártel en Chihuahua, La Gente Nueva.

También los hermanos Salgueiro se encuentran en la lista de recompensas de la DEA con un total de 20 millones de dólares por los tres, aunque en el caso de Heriberto, ya se encuentra preso en México, bajo un proceso de extradición.

La clave de la acusación en Arizona es que tanto al Guano como a los Salgueiro se les requiere por tráfico y producción de fentanilo, la droga más poderosa hasta ahora documentada y que según las autoridades, está causando una epidemia de adicción en los barrios bajos de las principales ciudades norteamericanas.

“Una de las acusaciones alega el tráfico de fentanilo, que es responsable de más del 63 por ciento de las 96 mil 779 muertes por sobredosis de drogas en los Estados Unidos entre marzo de 2020 y 2021″, apunta el comunicado.

Estos pliegos acusatorios datan de noviembre de 2019 y de febrero de 2020. En ellas se establece que los hermanos Salgueiro son originarios del municipio de Guadalupe y Calvo, Chihuahua, el cual colinda con el municipio de Badiraguato, por lo que se corresponde con el área de influencia de El Guano y su gente, que suele moverse por las escarpadas montañas del Triángulo Dorado.

En el documento contra estos cuatro personajes se indica que las acusaciones puntualizan varias violaciones de la ley de los Estados Unidos relacionadas con la distribución internacional de sustancias controladas, que incluyen fentanilo, heroína, cocaína, metanfetamina y marihuana, ocurridas durante varios años.

Que se sepa de manera pública, El Guano ha sufrido los embates de los operativos de la Marina al poco tiempo de la captura de El Chapo. En una ocasión, hace cinco años, se le atribuyó el asesinato de don Ernesto Guzmán Hidalgo, hijo del primer matrimonio de don Emilio Guzmán Bustillos.

El crimen de don Ernesto crispó las relaciones de El Guano con El Chapo, y tras su extradición, sus hijos, Iván y Alfredo Guzmán Salazar, comenzaron a apropiarse de todo el territorio serrano, arrinconando al tío y a los primos a una zona menor de influencia.

Incluso en el 2018, se desataron las guerras por el control del huachicol en la zona de Culiacancito, El Tamarindo y Pericos debido a que Aureliano avanzaba hacia la capital, cosa que sus sobrinos no permitieron. Desde esos malos entendidos, la familia Guzmán ya no ha mantenido rencillas internas.

La investigación

De acuerdo en el documento de la DEA, la investigación que relaciona al Guano con el tráfico de fentanilo y metanfetamina inició con la intercepción de llamadas y mensajes a dispositivos BlackBerry, cuentas de WhatsApp y teléfonos celulares vinculados al hermano del Chapo.

Según un diario de Arizona, las solicitudes para la intervención fueron presentadas por los fiscales federales en nombre de Homeland Security Investigations y no selladas, describen el contrabando de drogas de México a Arizona y Texas, así como el traslado de drogas a Estados Unidos.

Los agentes especiales de Investigación de Seguridad Nacional dijeron que Aureliano Guzmán estaba usando un BlackBerry para discutir el "negocio operacional de alto nivel del Cártel de Sinaloa" y un juez permitió a los agentes recopilar datos sobre las llamadas entrantes y salientes, y los mensajes relacionados con miembros ubicados en Arizona.

Según muestran los registros, otro miembro de la organización a la que pertenece El Guano tenía comunicaciones de alta frecuencia con un importante banco de los Estados Unidos.

Otro miembro usó un BlackBerry para "discutir reuniones con militares mexicanos y actividades de narcotráfico", mientras que otro coordinó grandes envíos de cocaína desde Colombia.

En otra aplicación se dijo que un miembro del grupo de El Guano usó un BlackBerry para "proporcionar información sobre los cárteles rivales de la droga". De ahí que a El Guano le han seguido la pista de cerca los agentes de la DEA en este intercambio de llamadas y mensajes, sin embargo, debido a que es un hombre de la sierra, pocas veces hay información sobre sus movimientos.

De hecho, hasta la fecha la única foto que se conoce de él es una a blanco y negro, y muestra a un hombre de bigote negro, prominente panza, tez morena clara y una mirada recia. Más allá de eso, se habla de que se le ve por la sierra, nunca por la ciudad.

En 2019 se concretó la llamada "Operation Postage Due", la cual conectó los vínculos entre los cárteles de la droga mexicanos y las organizaciones criminales transnacionales de China.

Fue así como el principal objetivo de la "Operation Postage Due" era Aureliano Guzmán Loera, a quien relacionaron con el ciudadano de origen chino Chuen Fat Yip, detenido en territorio estadounidense y encargado del abasto de químicos para estas drogas sintéticas.

Aunque por lo pronto el hermano mayor del Chapo sigue en libertad, lo cierto es que por encima de ellos son sus sobrinos, Los Chapitos, quienes gozan del mayor poder al interior del Cártel de Sinaloa. A diferencia de su tío, los sobrinos no han sido puestos en las listas públicas de recompensas.