El Chapo Isidro: ¿el artífice del escapismo?
lunes, 7 de noviembre de 2022
El Chapo Isidro: ¿el artífice del escapismo?
 

Si algo ha mostrado y confirmado uno de los últimos líderes de los hermanos Beltrán Leyva, Fausto Isidro Meza Flores, es que maneja con buena praxis el arte del escapismo pues algo cierto dentro de los documentos hackeados al Ejército, es que por más operativos y rastreos que han realizado tras sus huellas, el hombre oriundo de Guasave, simplemente sigue en libertad. Los archivos revelados de la Secretaría de la Defensa Nacional en torno a Sinaloa han quedado a deber, ya que un análisis de los mismos no resisten a la verificación de datos, ni a la comprobación clara, documental, de presuntos actos de corrupción de funcionarios y dependencias, todo ha resultado más que un fiasco, la certeza de que la “inteligencia” militar recolecta información de tercera mano, lo que sale en la prensa y redes sociales, siempre y cuando no sea en contra de los gobiernos de Morena, que llegaron al poder por el apoyo del Cártel de Sinaloa.

 

Por Redacción De Primera Noticias.

 

El 20 de mayo de 2020, cuando la pandemia obligó al mundo a un encierro y Andrés Manuel López Obrador ya llevaba un año y medio en el poder, la Secretaría de la Defensa Nacional elaboró un reporte de apenas una página donde consignaba las veces en que supuestamente había sido detenido Fausto Isidro Meza Flores, El Chapo Isidro, narco originario de Guasave y ligado de manera histórica a los hermanos Beltrán Leyva.

 

En ese momento, se encontraban en la Tercera Región Militar con sede en Mazatlán el general de División, Carlos Ramón Carrillo del Villar, mientras que en la Novena Zona estaba el general de brigada Maximiliano Cruz Ramos.

 

Bajo estos mandos fue que la Secretaría de la Defensa Nacional reportó la presunta múltiple detención del Chapo Isidro, coincidentemente durante el sexenio de Mario López Valdez (Malova), el principal gobierno que, si algo hizo a lo largo de sus seis años, fue perseguir al último bastión de los Beltrán Leyva en Sinaloa.

 

De acuerdo con el documento, extraído de los archivos hackeados de la Sedena por los activistas de Guacamaya, de las cuatro capturas en tres ocasiones habrían sido por el fuero federal y una por el estatal.

 

La información simplemente informa de manera sucinta que “se tiene conocimiento que una persona de nombre Fausto Isidro Meza Flores fue detenido”, y a continuación se dice la fecha y el número de averiguación previa, sin ofrecer más datos de circunstancias o situación que llevó a la supuesta liberación.

 

Fuentes consultadas de la Fiscalía General del Estado informaron a DeprimeraNoticias que al menos en el primer caso del 5 de mayo de 2011 en que “se dice” que fue detenido en Culiacán por parte de la Procuraduría a cargo de Marco Antonio Higuera Gómez, esto debido a que la averiguación es del fuero común por los delitos de contra la salud, privación ilegal de la libertad y delincuencia organizada, resulta falsa ya que en ese tiempo el comandante de la Policía Ministerial, Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, lo contemplaba como su principal objetivo.

 

“Chuy Toño fue el principal hombre que persiguió al Chapo Isidro, por la razón de que él estaba con el Cártel de Sinaloa”, sentenció la fuente.

 

Análisis de contexto

 

En DeprimeraNoticias se realizó un análisis del contexto que rodea las fechas en que, según la Sedena, una persona con el nombre del guasavense fue detenido en Sinaloa.

 

El 4 de mayo de 2011, Malova tenía apenas cuatro meses de haber tomado el poder en el estado, el nombramiento de Chuy Toño había causado escándalo en los medios y la política de seguridad se enfocó en atacar al grupo de Los Mazatlecos, vinculados a los Beltrán Leyva, que operaban en Guasave, Sinaloa de Leyva, Ahome y El Fuerte, así como en Mazatlán, Concordia, Rosario y Escuinapa.

 

Ese 4 de mayo, lo más relevante que registró la prensa fue el asesinato del comandante de la Ministerial, Héctor Rosalío Partida, conocido como Lobo, quien había dirigido la Unidad Modelo de Investigación Policial (UMIP).

 

El comandante Lobo había sido enviado a la comandancia de Choix debido a diferencias con el procurador Higuera Gómez, y éste a cambio filtró a un programa de radio supuestos asesinatos cometidos por agentes de la UMIP por órdenes del narco.  

 

Lobo también había estado en la Unidad Antisecuestros y a su modo se creía un detective investigador. Ese día los medios no registraron un operativo o alguna detención anómala.

 

Sin embargo, se desprende de la segunda averiguación previa de la SIEDO que, en la supuesta detención del 9 de julio de 2014, sí hubo una serie de operativos en Guasave que concluyeron hacia el 11 del mismo mes con un saldo oficial –reportado por la Procuraduría sinaloense y la PGR– de doce sicarios cercanos del Chapo Isidro en diversos enfrentamientos.

 

De acuerdo con el recuento ofrecido por las autoridades, elementos de la Secretaría de Marina aterrizaron en helicópteros artillados en varias comunidades, como Estación Bamoa, Bamoa Pueblo, Estación Naranjo, entre otras, con la finalidad de capturar a Meza Flores.

 

Pero las huestes del Chapito salieron a batirse a tiros con los marinos, y de hecho se confirmó que un agente encubierto de la DEA, con el uniforme de la Semar, resultó lesionado, y fue trasladado para atención urgente en un helicóptero al Hospital Ángeles de Culiacán. De ahí, tras ser estabilizado, fue llevado a Estados Unidos.

 

¿Detenido o a la fuga?

 

De ese operativo en especial se supo muy poco, se habló que El Chapo Isidro fue perseguido hasta sierra arriba por la Marina, la cual tuvo que desistirse de la persecución al entrar en terreno agreste.

 

Nunca surgió como rumor el arresto de Meza Flores, pero sí se confirmó que estuvo cercado y el sacrificio de sus pistoleros de confianza le allanaron el camino hacia la libertad.

 

“Si ese día hubiera caído Isidro, ni la Marina ni la DEA lo sueltan”, consideró la fuente de la Fiscalía. “Al Chapo Guzmán nunca lo soltaron”.

 

Los datos de este operativo fue que entre los abatidos por la Marina y la DEA estuvo Isidro Aguilar Luke, El Chilo y Jesús Miguel Pacheco Samaniego, El Güero Pecas, quien contaba con dos órdenes de aprehensión, una de ellas por asesinar a un comandante de la Policía Ministerial en la emboscada de Tecamboca, El Fuerte, en 2012.

 

Quien reveló que el objetivo era El Chapo Isidro fue el entonces coordinador de seguridad, Moisés Melo García, quien no confirmó si fue detenido o no. Las acciones emprendidas por las fuerzas federales iniciaron el miércoles 9 de julio en El Aguajito, sindicatura de Estación Naranjo.

 

Ese día fueron abatidos tres presuntos sicarios de Los Mazatlecos: Isidro Gastélum Luque, El Dos Letras; Martín Apodaca, El 32, y El Pekas. Al siguiente día, policías ministeriales que realizaban un operativo en Playa Segunda, también sindicatura de Estación Naranjo, dieron muerte en un enfrentamiento a Juan Carlos Camargo Rosas, El Güero Jaleas.

 

Las acciones del gobierno federal continuaron, pero se trasladaron a la región de Ranchito de Yánez, donde la noche del viernes elementos de la Marina se enfrentaron con un grupo armado. El saldo fue de ocho presuntos gatilleros muertos. En este último operativo la Marina aseguró dos camionetas, una de ellas blindada, además de armamento, cartuchos útiles y equipo táctico. Del Chapo Isidro, ni sus luces… o al menos no se hizo público.

 

Un ex policía detenido

 

Un mes después de los operativos de Guasave, la Sedena reporta que El Chapo Isidro fue detenido de nueva cuenta el 8 de agosto de 2014, aunque en esta fecha los registros periodísticos reportan nada fuera de lo común.

 

Lo que sí es que ese día fue detenido por agentes ministeriales el ex policía de esta corporación Crescencio Meza Meza, a quien la entonces Procuraduría vinculó con Fausto Isidro.

 

Los testimonios del ex agente a la Comisión de Derechos Humanos revelaron que el hombre fue detenido en su domicilio de Sinaloa de Leyva por policías ministeriales que lo llevaron a Los Mochis.

 

Ahí estuvo sometido a largas torturas y luego fue acusado de diferentes delitos, entre ellos, de matar al dirigente de la Asociación de Agricultores del Río Culiacán, César Valenzuela, asesinado en julio del 2010, hacia fines del sexenio de Jesús Aguilar Padilla.

 

Meza Meza, al momento de ser detenido, se le acusó de poseer armas de fuego, aunque él siempre lo negó y su caso tuvo una recomendación por parte de la CEDH. El ex policía estuvo preso en diferentes penales federales, como en Hermosillo y en Veracruz. De nueva cuenta, de manera pública, no se supo de algún operativo en la zona del norte del estado.

 

La caída del tío

 

La última presunta cuarta detención del Chapo Isidro ocurriría el 16 de abril de 2015 en Guasave, ese día no hubo operativo de la Marina o de las corporaciones locales, pero una semana atrás, había sido detenido Pánfilo Flores Apodaca, tío de Meza Flores y considerado como importante operador del grupo criminal.

 

De nuevo fue la Marina la que intervino para la captura, pues tenía una orden de aprehensión con fines de extradición. La DEA le atribuía el trasiego de droga, el control de sembradíos y laboratorios pertenecientes a la organización criminal encabezada por el sobrino y sus aliados, los hermanos Ignacio y Jesús González Peñuelas.

 

Al momento de la detención de Flores Apodaca llevaba consigo un arma corta, un cargador, diez cartuchos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas, 574.6 gramos de droga conocida como cristal y 1153.8 gramos de cocaína. Lo que no documentó la Sedena es que El Chapo Isidro ha logrado obtener al menos dos amparos al hilo, uno de ellos, la FGR le canceló una orden de aprehensión por delincuencia organizada.

 

Sin embargo, estos logros en los tribunales ocurrieron a partir de 2017 en adelante, aunque todavía cuenta con la petición de extradición a Estados Unidos.

 

Pistas regadas, nada concreto

 

Lo que sí es seguro es que las filtraciones de los archivos del Ejército sobre Sinaloa han redundado en temas que son del dominio público, y que en su momento los militares fueron reportando a sus superiores sobre el acontecer del estado, tanto en materia de seguridad, como política y social.

 

Por ejemplo, sobre el Culiacanazo del 17 de octubre de 2019, la Sedena concluyó que al menos dos civiles que fueron abatidos en los tiroteos, fueron acribillados por elementos militares, pero el Ejército encubrió el asesinato y protegió a los suyos.

 

Se trata de dos jóvenes carpinteros que viajaban en una Nissan Estaquitas de una empresa ubicada cerca del estadio de Los Dorados, la cual quedó en medio del fuego cruzado. La FGR nunca abrió una investigación real para esclarecer los hechos. Desde un principio todo el Estado mexicano intentó hacer ver que el Culiacanazo fue sencillamente como un desastre natural, no un evento violento con responsables jurídicos de muertes y daños.

 

El otro guacamayazo en archivo muerto fue el que identifica presuntamente al ex alcalde del PRI de San Ignacio, Iván Báez Martínez, a quien en un documento hackeado le atribuyeron ser “un hombre fuerte” del Cártel de Sinaloa en la región serrana de ese municipio.

 

Sin embargo, el archivo no explica más detalle ni ubica al ex presidente municipal en un organigrama ni menos presenta pruebas o explica la fuente para llegar a esa conclusión.

 

Otro caso es la supuesta reunión del Chapo Isidro con Rafael Caro Quintero en un hotel de Bacurato, tampoco hay fechas ni se detalla más allá de lo enunciado.

 

La guerra

 

En cambio, los documentos difundidos por varios medios de información explican contextos como la guerra entre la célula de Los Ninis, brazo armado de Los Chapitos, contra Los Rusos, sicarios bajo el mando de Ismael Zambada García, El Mayo.

 

Aunque la información de por qué ocurrió el conflicto era harto conocido, la Sedena también registró que todo comenzó cuando El Ruso mandó golpear a once policías municipales que trabajaban bajo las órdenes de El Niní.

 

La golpiza a los municipales fue ocultada por el entonces secretario de Seguridad Pública, Óscar Guinto Marmolejo, quien declaró a la prensa que los agentes habían sufrido una volcadura en la patrulla, situación falsa.

 

El diferendo entre Rusos y Ninis comenzó a crecer poco a poco, hasta convertir al paso de los meses a la sindicatura de Tepuche en un campo de guerra que dejó cientos de familias desplazadas y decenas de personas asesinadas y desaparecidas. El conflicto terminó cuando El Mayo exilió al Ruso, y Los Ninis se quedaron con la plaza del norte de Culiacán.

 

El infiltrado

 

El único guacamayazo certero a la estructura de seguridad del gobierno de Rubén Rocha, fue el que salió el pasado martes 25 de octubre, en un documento de la Sedena que advirtió que el secretario de Seguridad Pública de Sinaloa, Cristóbal Castañeda Camarillo, tiene un infiltrado en su equipo cercano.

 

Dicho infiltrado, conocido como Valerio, habría sido detectado luego de la detención de Heibar Josué Tapia, el hijo de Lupe Tapia, operador de la facción del Mayo Zambada.

 

“Mencionó a Jesús (a) “Bocho”, que (a) “Catano” y/o “Tano”, cuenta con una persona de confianza, quién se encuentra al lado de Cristóbal Castañeda Camarillo, secretario de Seguridad Pública del Estado de Sinaloa, el cual le envía información inmediatamente cuando sucede alguna situación relevante”, se lee en uno de los correos.

 

En las comunicaciones interceptadas, la milicia logró saber que posiblemente intentarían un rescate del hijo de Lupe Tapia, por lo que reforzaron la zona del aeropuerto de Culiacán y se lanzó un operativo que incluyó un helicóptero que sobrevoló varias colonias de la ciudad. Pero la orden de los jefes fue de no salir a enfrentar al Gobierno.

 

Hasta el cierre de la edición, Cristóbal Castañeda no se había pronunciado respecto a este supuesto infiltrado en su equipo de trabajo.

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