Por Redacción.

Luego de que este miércoles, durante la presentación del elefante Big Boy en el zoológico de Culiacán, los promotores de su traslado temporal a la capital sinaloense argumentaran que el animal sufrió maltrato por parte del circo Rolex, los integrantes de la familia circense no se quedaron callados.

A través de sus redes sociales, acusaron a Arturo Islas, activista por la protección de animales, de mentir y lucrar con el elefante ya que se pretende grabar un documental sobre la historia de Big Boy, desde que ingresó al circo hasta que fue trasladado a una pequeña reserva en Guadalajara tras la aprobación de la ley que prohibía el uso de animales en espectáculos.

Arturo Islas presentó al elefante ante los medios de comunicación la mañana del miércoles en el zoológico de Culiacán, y con lágrimas en los ojos, denunció que el animal se encontraba en muy malas condiciones, encadenado de una pata y desnutrido.

Tras estas declaraciones, varios integrantes de la familia Rolex tacharon de mentiroso y manipulador al activista, pues esas escenas grabadas en la conferencia de Culiacán formarán parte de un documental que se pretende vender a una plataforma de contenido digital.

Franccesco, uno de los payasos, músicos y malabaristas del circo, publicó su versión de la historia a través de sus redes sociales:

“No me gusta entrar en polémicas, pero he recibido muchos mensajes de odio insultando hacia mi persona. Es por eso que quiero aclarar algunos puntos.

Román, más conocido como Big Boy es un elefante que fue del Sr. Gustavo Fuentes Gasca, que en paz descanse. Trabajó durante muchos años en las pistas de distintos circos.

Al fallecer don Gustavo Fuentes Gasca, Big Boy pasó a ser de sus hijas, quienes lo siguieron rentando en diferentes circos, es así como en septiembre del año 2013, Big Boy llegó al Circo Rolex, donde se pagaba una mensualidad a sus dueñas para poder presentarlo en la pista del circo.

Ahí estuvo hasta julio del 2015, año que entró en vigor la ley que prohibía los animales en los circos, para ese momento existían en México alrededor de 4.000 animales que se presentaban en los espectáculos, el 80% de ellos murieron ya que dicha ley no protegía a los animales, simplemente los prohibía en los espectáculos circenses.

Al entrar en vigor está ley, Big Boy no tenía a donde ir, ya que sus dueñas no tenían el espacio suficiente donde tenerlo, es por eso que se llegó al acuerdo de que se quedara en un terreno del circo Rolex en Guadalajara, junto con otros animales.

Durante casi 6 años, el Circo Rolex se encargó de que Big Boy recibiera semanalmente: 100 pacas de alfalfa, heno, 2 pipas de agua, frutas y verduras y las múltiples visitas de rutina de veterinarios para cuidar su salud.

Incluso durante la pandemia, donde muchos circos dejaron de trabajar (incluido el circo Rolex), sin ayuda del partido que promulgó esta ley, sin la ayuda de personalidades que ayudaron a difundir dicha ley, sin la ayuda de activistas ni donaciones, y principalmente, sin la ayuda de sus verdaderas dueñas que lo vendieron.

No apoyo y estoy en total desacuerdo en que vendan la noticia de que Big Boy estaba abandonado, maltratado, secuestrando, y peor aún culpando en todo momento al dueño del circo Rolex, cuando él, incluso en la situación en la que está, fue el único que vio por el bienestar de Big Boy. Con esto quiero dejar claro que:

Yo, Franccesco, estoy feliz y apoyo completamente el movimiento que se está haciendo para que Big Boy reciba un mejor lugar para vivir. Big Boy fue la estrella más grande de todos los circos en los que se presentó, tuve el honor de poder convivir y trabajar con Big Boy, un ser único y maravilloso que se merece lo mejor.

No pretendo llegar a tener millones de vistas con este post, simplemente que las personas que realmente me conocen se enteren de la verdad que no se cuenta en ninguna parte.

Con cariño y todo el respeto que se merecen: Franccesco.