La tarde del viernes fue asesinado a balazos en el centro de Guasave un cuñado de Rafael Caro Quintero, quien fue detenido el 22 de febrero de 2015 en un operativo de la Policía Federal en Hermosillo, Sonora, acusado de ser jefe de plaza para el trasiego de marihuana y drogas sintéticas a los Estados Unidos.

Se trata de Óscar de la Rocha Rivera, de 61 años de edad, quien fue atacado a balazos en el momento en que estacionaba su camioneta, una Toyota Sienna, color gris, modelo reciente, en la avenida Adolfo López Mateos, a unos metros del Palacio de Gobierno y frente al Centro Médico de Guasave.

Tras el atentado, el hombre fue auxiliado por paramédicos del Centro Médico, quienes de inmediato lo trasladaron en una camilla al interior del hospital, pero un par de horas más tarde se reportó su deceso a causa de la gravedad de las heridas.

De acuerdo con distintos reportes de prensa publicados en el momento de la detención, el hombre cercano a Caro Quintero ofreció a los policías federales que participaron en el operativo para su captura hasta un millón de dólares a cambio de que lo dejaran en libertad.

De la Rocha Rivera se caracterizó por trabajar estrechamente con Caro Quintero, luego de que contrajera matrimonio con una de sus hermanas.

Según autoridades, el criminal ejercía el control de la organización en el estado de Sonora e inició su actividad delictiva en la década de 1980 al lado de Rafael Caro Quintero.

Las actividades que realizaba eran el trasiego de marihuana y droga sintética, las que mantuvo tras la detención de Caro Quintero, al operar con un bajo perfil y para lo cual estableció alianzas con grupos delictivos locales.

Su zona de influencia comprendía los municipios de Caborca y Hermosillo, principalmente, desde donde coordinaba los envíos de sustancias ilícitas a través del tramo fronterizo que comprende el municipio de Altar con destino hacia Estados Unidos.