La secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, parece fuera de la realidad, en su primera y única visita a Sinaloa se volvió a equivocar por tercera vez en cuanto al caso del periodista Luis Enrique Ramírez, al decir que ya había detenidos, situación que tuvo que ser desmentida por Rubén Rocha Moya. Estos equívocos pintan de cuerpo entero a una funcionaria que no puede luchar contra una verdad ineludible: el sexenio en curso supera los 120 mil homicidios dolosos encaminándose dramáticamente en el más violento de todos, incluyendo al de Felipe Calderón y al de Enrique Peña Nieto.
Por Santiago Rentería
Ante tanta pifia, la secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana (SPPC), Rosa Icela Rodríguez Velázquez, parece vivir fuera de la realidad en la que viven millones de mexicanos, atrapados entre el fuego del narcotráfico y la desidia del gobierno federal con su política de “abrazos, no balazos”, pues en su visita a Sinaloa intentó dar la noticia de que los presuntos responsables del crimen del periodista Luis Enrique Ramírez ya habían sido detenidos, pero erró el dato.
“Estamos trabajando en coordinación con la Fiscalía General del Estado y es importante que muchos de los eventos delictivos que suceden en esta entidad, estamos muy en contacto en la supervisión. Como fue el caso del homicidio de Luis Enrique Ramírez donde se han detenido a los responsables y hay órdenes aún de aprehensión pendientes”, comentó en el Centro de Barrio de la colonia 21 de Marzo de la capital.
A los minutos, el gobernador Rubén Rocha Moya, quien no cumplió con el anuncio de la detención antes del 7 de junio, tuvo que desmentir a la enviada de AMLO en materia de seguridad. De esta forma, así como ha venido ofreciendo información contradictoria en este asunto del periodista sinaloense, del mismo modo ha buscado hacer ver por todos los medios que en el tema de homicidios, el país tiene una ligera baja, situación que contrasta con la realidad.
No cuadran los datos de Rosa Icela
Los datos de Rosa Icela simplemente no cuadran. El pasado jueves 26 de mayo, desde Palacio Nacional, la titular de la SSPC, aseguró que los homicidios dolosos disminuyeron un 17.1 por ciento... pero con respecto al mes que más asesinatos se registró en 2021, que fue el mes de agosto.
Es decir, su comparativa está fuera de foco, pues para que sea una disminución real, se tendría que comparar periodo con periodo, es decir, semestre de 2021 contra semestre de 2022, o año con año. Para decir que también han ocurrido menos feminicidios en el país, Rodríguez Velázquez recurrió a la misma truculencia comparativa, sin embargo, los otros datos de la sociedad civil, dan al traste con cualquier discurso falseado desde el poder.
Por ejemplo, el pasado 24 de mayo los medios nacionales destacaron que fue el segundo día en el sexenio de AMLO con más homicidios en el territorio nacional, al llegar a la cifra récord de 118 asesinatos en una sola jornada. Incluso esto ocurrió justo cuando el mundo se sacudía de la masacre de Uvalde, Texas, en donde un joven mató a balazos a 20 niños de una escuela y a dos maestros.
Mientras que el presidente López Obrador trató de enfocarse en los lamentables hechos de Texas, sobre la jornada de terror que se vive todos los días en México, apenas trató de justificar las cosas. “Acabamos de tener, anteayer (24 de mayo), un día de los más duros, difíciles, con 118 homicidios. Afortunadamente hoy ya fueron 65″, dijo el mandatario.
Sin embargo, López Obrador descartó que su gobierno deba hacer ajustes en la estrategia de seguridad, pues consideró que “se ha avanzado”, aunque reconoció que es un tema muy complejo.
“Se ha avanzado y vamos a avanzar más. ¿Por qué tenemos ventaja? Primero, porque no permitimos la corrupción; segundo, porque no hay contubernio, está bien definida la autoridad, no hay asociación delictuosa; y lo otro, y más importante, estamos atendiendo las causas”, sostuvo.
Luego volvió a la carga al decir que sí se mata en México, pero no es el Estado mexicano.
“Sí (hay homicidios), pero no es el Estado. Sí (hay muertes) y tratamos de evitarlas, pero hay una gran diferencia: no es el Estado”, insistió.
De acuerdo con posicionamientos de organizaciones civiles, el Estado es responsable de la seguridad de los ciudadanos, al tener el monopolio de la violencia legal, al ser el garantista de manera constitucional de los derechos (incluyendo el derecho a la vida) y al permitir de manera reiterada que se cree una simbiosis entre delincuencia y sector público.
En otras palabras, López Obrador no puede exculpar al Estado que representa, ni menos omitir su responsabilidad en la oleada de asesinatos del crimen organizado.
El doble que Calderón
La numeralia tenebrosa de homicidios en los poco más de tres años de la Cuarta Transformación, parecen no hacer mella en un gran segmento del electorado, pero en datos concretos, AMLO ya duplicó la cifra del sexenio de Felipe Calderón.
Los datos oficiales señalan que desde el inicio del gobierno cuatrotetista son más de 118 mil los homicidios dolosos y feminicidios registrados en el país.
Otro reporte titulado La Guerra en Números del organismo T-ResearchMX apunta que van 121 mil 141 homicidios dolosos.
“No vamos a cambiar la estrategia, al contrario, quienes deben reconocer que se equivocaron, y que los errores en política son como crímenes en el mejor de los casos, son nuestros adversarios”, fustigó AMLO.
Feminicidios
La otra vertiente en la que no le salen las cuentas ni a AMLO ni a su secretaria de Seguridad, es el rubro de feminicidios, en donde incluso se empiezan a dar observaciones que hay gobiernos, como el de Sinaloa, que buscan tipificar menos los crímenes contra mujeres, para disminuir la estadística oficial.
Al reporte de fines de mayo, en México se habían asesinado a doce mil 897 mujeres, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Es decir, alrededor del diez por ciento de todos los asesinatos, son feminicidios. En el periodo de diciembre de 2018 a abril de 2022, las autoridades registraron tres mil 386 víctimas de feminicidio (26.25 por ciento) y nueve mil 511 de homicidio doloso (73.75 por ciento), lo que supone la engañifa numeraria para decir que son “menos feminicidios”.
Si se comparan los primeros cuatrimestres de cada año por número de víctimas de feminicidio, de 2015 a 2022, se observa un aumento del 141.7 por ciento en la cifra: entre enero y abril de 2015, las autoridades registraron 132 feminicidios, mientras que en el mismo periodo de 2022 se contabilizaron 319.
El cuatrimestre enero-abril con más feminicidios registrados en lo que va de la administración actual fue el correspondiente a 2021, con 339. Un año antes, en 2020, se contabilizaron 317 víctimas de este delito.
No tipificar, la forma de no aceptar
Una de las formas en que los gobiernos estatales, y ahora el federal, están afirmando que los feminicidios han disminuido, es no tipificar tantos crímenes bajo este delito. En su reporte de mayo pasado, Rosa Icela señaló que bajaron en abril pasado un 26.8 por ciento con respecto al mes de agosto de 2021.
En Sinaloa también la secretaria de las Mujeres, Teresa Guerra Ochoa, la fiscal Sara Bruna Quiñones y el gobernador Rubén Rocha Moya, se han volcado en el discurso de “hay menos feminicidios” pues de los doce asesinatos de mujeres, se tipificaron como crimen por razón de género solamente siete, sin explicar los criterios de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y menos las causales que establece el Código Penal del Estado.
“Es un truco para presentar menos feminicidios”, explicó la activista feminista Priscila Salas, del colectivo No se Metan con Nuestras Hijas.
REPORTAJE PUBLICADO EN NUESTRA EDICIÓN IMPRESA 339, QUE SALIÓ A LA VENTA EL SÁBADO 11 DE JUNIO.