Por Redacción.
La detección y el tratamiento oportuno de la diabetes son el pilar para evitar o retardar las complicaciones y el daño orgánico que puede ocasionar esta enfermedad que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición, afecta a 10.3 % de los mexicanos.
El coordinador del Centro de Atención Integral del Paciente con Diabetes (CAIPaDi), Sergio Hernández Jiménez, señaló que una persona diagnosticada oportunamente amplía la oportunidad de evitar complicaciones como amputaciones, ceguera o insuficiencia renal.
El titular del CAIPaDi detalló que la elevación de glucosa en sangre disminuye la eficiencia de las defensas del organismo contra cualquier enfermedad infecciosa, principalmente respiratoria, dermatológica, urinaria y gastrointestinal.
De ahí que una persona con diabetes descontrolada y que se contagia de SARS-CoV-2 tiene más probabilidad de requerir hospitalización, intubación, cuidados intensivos o incluso se encontraría en riesgo de fallecer.
La tasa de mortalidad por COVID-19 en personas con diabetes es de siete por ciento y puede aumentar de acuerdo con la cantidad de comorbilidades que tenga el paciente.
El especialista destacó que la diabetes es una enfermedad silenciosa en su primera fase. Los síntomas se presentan cuando la cantidad de glucosa en sangre es superior a 126/mg/dl en ayunas, y mayor a 200 mg/dl dos horas después de ingerir alimentos.
La falta de control puede provocar que la enfermedad avance y produzca falla en los sistemas nervioso, ocular, cardíaco, renal y cerebral, principalmente.
Hernández Jiménez dio a conocer que los primeros síntomas son cansancio, engrosamiento y oscurecimiento de la piel en cuello, codos o axilas, deseo de orinar durante la noche sin haber ingerido agua o líquidos antes de dormir y aumento anormal de hambre y sed.
Los principales factores de riesgo de diabetes, agregó el especialista, son los antecedentes familiares de la enfermedad, obesidad, elevación del colesterol y de triglicéridos, así como hipertensión arterial y tabaquismo.
Las personas que reúnen estos factores deben realizarse al menos una vez al año estudios de laboratorio para la medición de glucosa y perfil de lípidos, además de poner en práctica hábitos saludables.